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El lugar era precioso para los ojos de Jaemin. El hotel se encontraba en una de las zonas más lujosas, la vista desde su habitación de hotel era hermosa, se podía ver la playa, el mar y en unas cuantas horas podrían observar el atardecer. Era como un sueño para Jaemin y estar con Jeno lo hacía muchísimo mejor. No hacía mucho que habían llegado, Jeno había pedido la llave de la habitación y rápidamente subieron por el elevador donde hubo mucho toqueteó y unos cuantos besos. Hasta que llegaron a la habitación, Jaemin quedó fascinado.

-¿Te gusta angel? - Decía Jeno mientras acomodaba las cosas encima de la gran cama matrimonial.

-¡Esto es precioso! - La voz de Jaemin sonaba muy entusiasmada, asomándose por el balcón para después voltear hacia aquel sexy hombre que lo volvía loco, estaba totalmente fascinado.- ¡Tenemos vista a la playa!

-Me alegra que te guste nana.- Se acercó al chico por detrás, pasando sus manos por su cintura mientras posaba la barbilla en su  hombro, también admirando la vista.- En verdad es hermoso.

Jaemin miró de reojo a Jeno sonriendo.- Lo es, debemos aprovechar esto todo el fin de semana.- Jaemin se giró hacia él, tocando sus mejillas con las dos manos, perdiéndose en su mirada.

-Créeme que lo haremos.- Jeno susurró en su oído, sintió a Jaemin removerse en su lugar y sonrió.

Volvieron a mirar la playa.

-Entonces dulzura...-Jeno aclaro su garganta.- ¿Qué te gustaría hacer ahora?

-¡Tengo varias ideas! - Pensó por un momento.- ¿Qué tal si vamos a la playa? - Dijo entusiasmado.- Digo, la tenemos Justo frente a nosotros, deberíamos aprovecharla.

Jeno sonrió como tonto por cuarta vez en el día.- Me parece bien, recoge lo que necesites y vámonos, hay que aprovechar el día.

Jaemin asintió regresando dentro de la habitación, ahora buscando entre sus cosas. Jeno se unió a él también buscando entre las suyas.

Sacaron lo esencial, protector solar, algunas toallas y snacks a sugerencia de Jaemin. En verdad que Jaemin estaba muy emocionado, Para Jeno era la cosa más hermosa que jamás haya visto. Se alegraba tanto de venir con él.

-¿Listo? ¿Nos vamos? - Preguntó Jeno tomando las toallas de ellos dos.

Jaemin asintió.- ¡Vámonos! - Dijo en tono feliz.

Jeno espero a que Jaemin saliera primero y después cerró la puerta.

Gracias al cielo la playa quedaba muy cerca, el hotel contaba con una zona especial para que pudieran bajar hacia la playa, lo cual les facilitó mucho, no tenían que caminar tanto para llegar a ella. En cuando Jaemin piso la arena, empezó a correr hacia el mar todavía con los snacks y el protector solar en sus manos. Jeno lo miró mientras corría y sonrió, sus ojos estaban brillando.

Había muy poca gente y eso le gustaba.

-¡Espera Nana! - Jeno gritó también empezando a correr para alcanzar al chico. Se detuvieron muy cerca del mar, observando cómo las olas les llegaban casi cerca de sus pies.

-Hay que sentarnos aquí, es muy hermoso.- Dijo Jaemin todavía viendo hacia el mar con los ojos llenos de ilusión, notando cómo las olas se perdían entre ellas y el sonido que se hacía, sumamente tranquilizante para él.

No es que nunca hubiera ido a la playa pero sus padres muy pocas veces lo llevaron, recordaba cuando su madre le preparaba sándwiches y comían frente al mar. Pocas veces fueron las que disfrutaba de esos momentos en los que parecían una familia feliz, cuando parecía que nada importaba.

Volteó hacia Jeno quien estaba concentrado mirando hacia el mar justo como él hace unos segundos atrás, sonrió.

Jeno lo miró.- ¿Todo bien dulzura?

Our Little Secret | NominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora