Capítulo 11

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    Un horrible sonido te despertó y solo rodaste en la cama tapando tus oídos.

— Putas obras a estas horas— y ahí te diste cuenta —, ¿Obras?

   Te levantaste rápidamente y te arreglaste como una persona normal, por si, en caso de que fuera cosa de Graves, no le dieses la satisfacción de verte irritada por el sueño interrumpido.

   Saliste de la casa con furia y localizaste el sonido: estaban cavando a diez metros de tu casa, y por supuesto, allí estaba Phillips supervisando.

   Te acercaste con paso decidido y golpeaste su hombro, el hombre volteó enfadado y ordenó detener las máquinas. Tus oídos lloraron de alegría ante el cese.

— ¿Qué coño te crees que haces?—preguntas.

— Cavando. Órdenes del General— antes de este vuelva a dar la orden para proseguir, lo interceptas.

— ¿Esta es la forma de buscar bombas?—golpeas tu frente en busca de paciencia —. Si de casualidad hay una bomba hay debajo y se ve dañada por vuestra excavación, se creará una catástrofe.

— Estamos usando sensores, señora inteligente— brama conta tí —, pero tenemos que cavar para llegar a localizar algo, no sabemos la profundidad ni en qué estado se encuentran.

— ¿Cuál es la orden exacta de Shepherd?— agradeciste tu suerte de que Price y los demás llegaran.

— Es confidencial, capitán.

— ¿Cómo va a ser confidencial, Graves?— pregunta Soap totalmente confundido.

— Shepherd me ha encargado esto a mí, y ha ordenado que no estéis cerca— esto parece sorprender a todos—. Podéis recoger vuestras cosas y marcharos, abriremos la frontera para vosotros.

   Te quedaste pensando en lo último, ¿Cómo qué ellos tenían el control en la frontera?

— ¿Perdón?— saltas antes que los demás —. Ellos han estado aquí mucho antes que vosotros controlando la situación, no podéis echarlos, ¿Y cómo es que abrís las fronteras? ¡Me habéis tenido encerrada aquí cuándo podía haberme ido mucho antes!

— Yo no controlo quién se queda y quién se va— Graves—. Todos os vais, ahora, incluida tú.

— No nos vamos a ir así como así, Graves— la voz de Ghost resuena detrás de tí.

— Os podemos echar por las buenas, o por las malas— amenaza el americano al de máscara antes de mirarte —. Tú querías irte, ¿No? Prepara tus cosas y unos Shadows te llevarán a la frontera, si no dices nada de lo que has visto aquí, tú y tu familia se llevarán una generosa compensación económica.

    ¿Irte con unos completamente desconocidos que te habían tratado como el enemigo contra los que no tienes oportunidad de luchar? ¿Qué sólo seguían órdenes de alguien que podía hacer que te maten porque no confía en tí? ¿Qué justo eso había llevado a apartar a quiénes más se merecían estar allí después de todo un esfuerzo? Muchas preguntas y sólo una respuesta: no.

— No, no me fío de vosotros— respondes. Sientes todos los ojos en tí.

— ¿Perdón?

— No me voy— inflas tu pecho segura—, ¿Quién me asegura que con vosotros llegaré sana y salva a Canadá? Eso no está pasando.

   Graves mira a Price, en busca de que él le facilite el trabajo contigo.

— Ya la has escuchado— casi suspiras aliviada—, tampoco la dejaré ir con vosotros después de todo.

En El Foco [Simon "Ghost" Riley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora