Capítulo 26: Una mala idea

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Narra Casey

Vamos por un pasillo oscuro, llevo a Alex conmigo, él apenas puede caminar así que tengo que ayuarlo. Tenemos que salir de aquí rápido.

Busco una salida, algo como una puerta de metal o algo así, no encuentro nada de eso pero hay una tubería en el techo, supongo que seguirla me llevará a lo que busco.

Escucho un ruido y me aferro a Alex para protegerlo. Cuando el ruido pasa me percato de que es la misma tubería.

-Casey, eso me duele.

-Ah, perdón.

No quiero perder a Alex como perdí a Will, él no lo merecía y Alex tampoco lo merece.

Al final encuentro la puerta de metal que buscaba, del otro lado está el cuarto de máquinas a donde van todas la tuberías, salimos al pasillo y corremos hasta las escaleras, al llegar al estacionamiento recuerdo que no hay luz, aunque ya me sé el camino de regreso.

-Casey, ¿Me quedé ciego?

-No, aquí realmente está oscuro.

-Ah.

Seguimos corriendo hasta llegar el pasadizo secreto de Kevin, ayudo a Alex a pasar al otro lado por el agujero y seguimos hasta tropezar con la puerta de metal que lleva al pasillo de los hombres cautivos. Kevin dijo que era la forma más segura de llegar al otro lado sin toparnos con las criaturas, pero eso es exactamente lo que quiero.

Corremos hasta que la pered termina y caemos en una sanja.

-Casey...

-Cálmate, todo va a estar bien, solo nos caímos.

-Es que me estás aplastando.

-¡Deja de quejarte, te estoy salvando!.- En ese momento escucho un ruido, el gruñido de alguna de las criaturas.

-¿Qué pasa?

-Shh. *Las criaturas están ahí*

-¿Y vamos a escondernos aquí hasta que se vayan?

-*Realmente la idea era encontrarlos*.

-Tienes un gran deseo de morir,¿Verdad?

-Quizás.- Tengo que hacerlo, ellos van a salvar a Kevin. Me levanto y les grito.- ¡Oigan, por acá!, Alex quédate aquí, no hagas ruido y trata de no moverte. !Hey, por aquí!

Salgo de la sanja y corro lo más rápido que puedo al agujero en la pared, sigo corriendo al pasar al estacionamiento, busco la puerta del cuarto de máquinas para llevarlo con Kevin y Zadisskkia. Escucho a las criaturas detrás de mí, guñendo como animales.

En ese momento tropiezo con el largo vestido que Zadisskkia me dió, había olvidado que lo tenía, al levantarme una criatura me atrapa haciéndome caer de nuevo, me muerde la pierna y lo pateo con la otra para liberarme, salgo corriendo y tropiezo con la puerta de metal, la abro y bajo lo más rápido que puedo.

Con esta luz sí puedo ver a las horribles criaturas, pero eso no me detiene, encuentro el cuarto de máquinas y cuando entro busco la puerta por la que salí, sigo por el mismo camino. No sé cómo se llega a la arena y ya olvidé cómo llegar al balcón, de hecho ya hasta perdí a las criaturas, supongo que no pensé esto muy bien.

Comienzo a caminar por los pasillo a ver si encuentro algo, al final de uno veo una puerta que me parece familiar, es de madera como la de la habitación de Zadisskkia, voy a abrirla y efectivamente. Mi ropa está en la cama, eso me hace recordar que odio usar vestidos...

Veo la herida en mi pierna, está sangrando mucho, rasgo un trozo del vestido y la cubro, termino de vestirme y salgo al balcón. Casualmente, la vista es de dos hombres sobrehumanos peleando por mí.

-¡Kevin!, ¡Kevin!.- No me escucha. Veo a Hank en el otro balcón, algo llama su atención y se voltea, mueve la silla a un lado y un río de criaturas sale disparado hacia la arena. Eso también capta la atención de Kevin y Zadisskkia los cuales se apartan corriendo.

Bien al menos ya sé cómo llegar al balcón donde está Hank. Salgo de la habitación y comienzo a correr, llego con Hank y lo primero que veo es una devastación, las criaturas se están atacando entre ellas, no veo a Kevin o a Zadisskkia por ninguna parte.

Yo.- ¿Qué pasó aquí?

Hank.- ¿A tí qué te parece que pasó?, ¿Tú hiciste esto?

Yo.- Ah...

Hank.- No me respondas.

Kevin.- ¡Casey!

Yo.- ¡Kevin!.- Él está en donde mismo estaba cuando hablamos.

Kevin.- ¿Este era tu plan?

Yo.- Ah... más o menos.

Kevin.- Casey, ¡¿Qué hiciste?!

Yo.- Te salvé.

Hank.- No, ¡Nos mataste a todos!

Yo.- ¡¿Qué?!, ¿Cómo que nos maté a todos?

Hank.- Esto altera el equilibrio que creamos y tratamos de mantener por todos estos años.

Yo.- Aún no entiendo.

Kevin.- Se supone que debemos evitar que las criaturas hembra y las criaturas macho estén en el mismo ambiente y procreen.

Yo.- Eso no tiene sentido, dijiste que sus cuerpos se deformaron, no deberían poder tener hijos.

Kevin.- También te dije que son como animales y los animales también se reproducen.

Yo.- Oh. Entonces...

Hank.- Alteraste el equilibrio que había aquí abajo...

HangmanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora