Despierto en la cama de la habitación de Debby, preguntandome qué pasó, busco un reloj pero recuerdo que aquí no hay ninguno, en vez de eso encuentro a Debby sentada en una silla junto a la cama.
—Debby, ¿Qué pasó?
—Te desmayaste por deshidratación y falta de alimento..., eso y que tu herida se abrió —Ah con que por eso estoy medio desnuda de nuevo —Te traje sopa, para que te mejores, esta caliente.
—Gracias —Me pongo la camisa y me asomo para ver el contenido del plato en la mesa de noche, es sopa de letras, dice "negorate", está mal escrito, qué original. Comienzo a comer y una pregunta aparece en mi cabeza
—¿Quién me hizo estos vendajes?
—Yo..., bueno, Hank me ayudó un poco, los hice más elaborados para que puedas moverte con más libertad sin que te preocupes por que se caigan.
—Debby, puedo preguntarte..., ¿Cómo sobrevivieron al accidente?
—Ah...eh..., bueno..., primero..., nos pusimos las máscaras, segundo..., nos escondimos en un agujero en la pared...
—¿Eso es todo?, no sabía que era tan fácil sobrevivir a un desastre.
—¡No lo es!, perdí a toda mi família y amigos, no puedo salir de aquí, no puedo quitarme esta máscara sin que me afecte, no he probado ningún alimento o bebida desde ese día, la única razón, el único incentivo para seguir viviendo, es que aún estamos juntos, si no fuera por Hank y Kevin yo estaría... —Se queda callada.
—Perdón, no debí preguntar eso.
—No importa, yo no debí reaccionar así —Luego se va y yo sigo comiendo. al terminar dejo el plato donde lo encontré y voy a la sala, paso frente la habitación de Kevin y él hace que me detenga.
—Casey, ¿Puedes venir un momento?
—Claro, ¿Qué pasa?
Entro a un pequeño cuarto lleno de cuchillos colgando de la pared, la cama está en medio y un baúl en frente, hay varias otras armas pero la que más destaca es la Catana que cuelga sobre la cama, hay un estante con botellas de vino y Vodka y algunos libros de la segunda guerra mundial y otros de idiomas, también hay un banquito de madera en el que me siento.
—Estás deshidratada. Hay que buscar agua para ti.
—Aja, ¿Y qué planeas hacer?
—Ir al cuarto de máquinas y encontrar la tubería de agua. Vendrás conmigo.
—¡Jamás!, no volveré a salir si no es el martes, para ir a casa.
—Te diré un secreto...,*hoy es martes*.
—Bien estoy perpleja, no se cómo reaccionar ante esto. Siento que me han mentido por mucho tiempo. ¿Me vas a llevar a casa o no?
—Hay un problema, el dueño no llegó y ahora tendrás que esperar una semana.
—¡AHG!
—No te molestes.
—Bien, ¿Y qué sugieres que haga?
—Venir conmigo a buscar agua para ti.
—Bien vamos, ya estoy lista, igual qué tanto me puedo preparar si no tengo más ropa.
—¿Estás ansiosa?, bien, pero hay otro problema, Hank no quiere que te saque del refugio.
—Si, me dijo que eso podría matarme. ¿Qué vas a hacer?
—Lo que cualquier persona insensata haría, sacarte a escodidas.
Luego, comenzamos a preparanos para salir sin que Hank se entere que voy con Kevin, ponemos almohadas en la cama de Debby para simular que estoy dormida, ella también nos ayuda. Kevin se aproxima a la salida para asegurarse que no está Hank, pero él aparece y lo detiene.
Hank: —¡Kevin!, vas a traer el agua para Casey, ¿No es así?
Kevin: —Si, no quiero que le falte nada mientras está aquí. ¿Qué clase de anfitrión sería?
Hank: —¿Dónde está ella ahora?
Kevin: —Durmiendo.
Hank: —Querías llevarla contigo, ¿Verdad?
Kevin: —¿Qué es esto, un interrogatorio o algo así?, no tengo por qué darte explicaciones.
Hank: —No, no tienes que hacerlo, pero por alguna razón estás nervioso.
Un silencio incónodo inunda el lugar, no se escucha nada, solo sus respiraciones. De pronto, Hank rompe el silencio y comienza a gritar en ruso, no entiendo nada.
Yo: —¿Puedes traducirme eso? —Le digo en susurro a Debby.
Debby: —No me dejan pronunciar esas palabras, y nunca las aprendí en español.
Kevin: —¡Hank, cálmate!
Hank: —¿Quieren desobedecerme?, ¡Bien!, de cualquier manera, ¿De qué sirven mis consejos si nadie los va a seguir?. ¡Hagan lo que quieran! —Luego se va.
Todos nos miramos el uno al otro, luego Debby y yo corremos a la puerta con Kevin.
Debby: —Váyanse antes de que cambie de opinión.
Kevin: —Claro.