Capítulo 12: Secuestrados

20 0 0
                                    

Poco a poco todo se va aclarando, hay muchas criaturas a nuestro alrededor pero no nos están atacando, Kevin me carga como si fuera un saco de papas y también sujeta una antorcha con la otra mano.

—Kevin...,¿A dónde vamos?

—Shh..., que no sepan que estás consiente o te comerán —Lo dice en un susurro.

Después llegamos a un sitio donde hay muchas más criaturas y todas nos están observando, desesperados por comernos, babean por probarme. Luego nos conducen a un pequeño rincón rodeado de picos, una criatura empuja a Kevin para que entre, cuando me baja le pregunto:

—¿Qué es este lugar?

—Su escondite, aquí pueden hacer lo que quieran. Bajo mis términos.

Después, un extraño ser se asoma por una abertura en un pico, es una persona, éste sale de detrás del montículo y nos amenaza con un palo de madera afilado.

—¡¿Quiénes son ustedes?!,¡¿Qué quieren de mí, malditas criaturas del demonio?! —Es un hombre, y habla mi idioma, solo tiene pantalones, también parece que no ha comido nada en mucho tiempo, se muestra más amenazado por Kevin que por mí.

Yo: —¿Quién eres?

Kevin: —Es el alimento..., ¡¿Por qué no te han comido aún?!

XXX: —¡Alejate!, sucia criatura, no te debo explicaciones. Aléjate de mí y de esa mujer —Me sujeta del brazo y me hala para que quede detrás de él —¡Ella no merece ser tratada como un juguete!. Calma, yo te protejo.

Yo: —No gracias, no necesito más protección de la que ya tengo: —Me libero de su agarre y vuelvo con Kevin.

Kevin: —No la vuelvas a tocar, y aléjate de nosotros o haré que te arrepientas de haber salido de esa roca.

Yo: —Relájate, no me hizo nada, tal vez podamos averiguar algo si le preguntamos. Oye ¿Sabes por qué aún no te han comido?

XXX: —...No, solo sé que una de esas cosas les dijo que me dejaran aquí: —Responde un poco más calmado.

Kevin: —¿Cómo era la criatura que dijo eso?

XXX: —Pues, era muy grande, enorme y parecía un híbrido entre un hombre y una rata.

Kevin: —Horast —Lo susurró.

Yo: —¿Quién?

Kevin: —Era el antiguo líder.

Yo: —¿Y qué quiere?

Kevin: —¡Me quiere a mí!, quiere el poder, por eso hizo esto, puso a las criaturas en mi contra para que nos atacaran.

Yo: —Ah. Qué mal, debemos hacer algo.

XXX: —Lo que vayan a hacer, mejor háganlo rápido porque ahí vienen.

Ambos nos volteamos y, efectivamente, las criaturas llegan y nos llevan a un lugar donde hay muchas más criaturas, llegamos al frente de una silla (mejor dicho un trono), hecha con huesos y cráneos, detrás tenemos a la multitud y por alguna razón, todos se callan, inmediatamente después, siento algo como un temblor bajo mis pies y algo parecido a una mezcla entre un humano y una rata aparece por una puerta, músculos grandes, piernas cortas, pelo por todo el cuerpo, lo único descubierto de pelo son sus manos, pies y su rostro, tiene facciones de humano pero con una nariz de rata, viéndolo desde este punto, me parece repugnante.

Kevin: —Horast —La gigantesca rata se acerca y se sienta frente a nosotros.

Ambos comienzan a hablar en tono molesto pero no entiendo ni una palabra.

Yo: —¿Entiendes ruso?, porque yo no —Le digo en susurro al hombre.

Hombre: —¿Quieres que te traduzca?-. Yo asiento para responder —Bien.

Horast: —Nos vemos de nuevo, Hangman.

Kevin: —¿Qué es esto?, ¿Por qué enviaste a las criaturas a buscarnos?

Horast: —No las envié, ellas fueron solas, nadie las obligó.

Kevin: —Les quitaste su ración de carne semanal, es como decirles "vayan con la mano que les da de comer y pidan más".

Horast: —¿Qué estás insinuando?

Kevin: —Te lo advierto, no te metas conmigo o verás lo que puede pasar.

Horast: —¡No veré nada!, no fuiste capaz de matarme hace 10 año, no lo serás ahora.

Kevin: —Fueron circunstancias diferentes.

Horast: —Son las mismas circunstancias de ahora. Debiste matarme, Hangman, era una pelea a muerte y ambos seguimos vivos, a mi parecer, la batalla aún no termina.

Kevin: —Yo te vencí, no podías moverte, de alguna manera estabas muerto y te salvé la vida al no matarte.

Horast: —¡Eres tan idiota!, era una pelea a muerte, se supone que me mataras, ahora haré que te arrepientas de haberme dejado vivir.

Kevin: —¿Me matarás?, irónico.

Horast: —Te dije que para mí, aún estamos en batalla. ¿Qué te parece si hacemos lo mismo de hace 10 años?, una pelea a muerte, esta vez el que mate a su oponente se queda con todo, sin excepción.

Kevin: —Si tanto quieres morir, solo tienes que pedirlo. De acuerdo, lo haré.

Horast: —Bien, tienes 30 min para prepararte, no los desperdícies.

Luego las criaturas nos llevan de vuelta al rincón rodeado de picos.

Yo: —Bien, ¿Y...?

Kevin: —Pelearemos a muerte.

Yo: —Eso es bueno, lo venciste una vez, puedes vencerlo ahora, aunque ahora tendrás que matarlo.

Hombre: —Ella tiene razón.

Kevin: —Algo está mal, Horast nunca hubiera sugerido una pelea, considerando que en la última casi lo mato. No sé si saldré de esta.

Yo: —¿Por qué lo dices?

Kevin: —Tiene un arma secreta, un as bajo la manga. No sé que va a hacer, pero si sé que no es bueno.

Yo: —¿Entonces qué vamos a hacer?

Kevin: —Bien, tú...

Hombre: —¡Soy Will!

Kevin: —Como te llames, si me pasa algo, quiero que te lleves a Casey de aquí.

Yo: —¿A mí por qué?

Kevin: —Porque si yo muero, a ustedes también los matarán, no quiero que lo hagan. No importa que pase deben sobrevivir. ¿Está claro?.- Ambos asentimos como respuesta y Kevin comienza a prepararse para su batalla...

HangmanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora