《 Sick》

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Nos quedamos unos momento de esa manera, se sentía tan comodo y me provocó sueño. Durante un largo tiempo me quedé abrazado de él.

–Mya... despierta.., tenemos que irnos.- la voz masculina de Bill me llamó, fue dulce así que me levanté.

Al despertarme noté que Tom no estaba a mi lado, el ya estaba listo, su ropa se la volvió a poner.

–Hola linda, estamos por irnos.- dijo el de trenzas subiendo el cierre de su chaqueta.

–Uhg... que pereza..- seguía un poco dormida. Froté mis ojos mientras soltaba un bostezo.

–Pareces un bebé, apresúrate.

–Un segundo...- Me levanté de la camilla y salimos de la habitación.

–Eso no parecía una habitación de hospital, parecía un Motel.- Dijo Bill rodando los ojos en blanco.

–De hecho, la enfermera estaba tan sexy..

Lo miré con ojos de furia y crucé mis brazos al caminar.

–Si todavía no crees, que tu me gustas, tendré que seguir buscando chicas...- Sin pena alguna habló.

–Por mi esta bien..

–Ok.- En eso, 3 chicas pasaron, con faldas cortas y riendo. No fue de esperarse cuando Tom las siguió con la mirada hasta que no pudo más.

–Idiota...- susurré en voz baja y le tome la mano a Georg, ya que el estaba a mi lado y yo también quería provocarte celos.

–En Alemania las chicas con ardientes, lastima que ninguna me pertenece.

–Y el chico a mi lado también lo es..

Tom, al darse cuenta borro su sonrisa y me miró fijamente al igual que a Georg.

–Georg Listing Suelta a Mya.

–No Georg, Tom juega con fuego, pero no sabe que se puede quemar.

–Hazlo!!- Gritó con enojo. Como heorg no podía desobedecer las órdenes de su jefe lo hizo.

–Pff...- suspiré y seguí caminando.

Parecía como si no le hubiera pasado nada, casi inmune a las balas.

Nos metimos a la habitación del hotel, era tarde, la policía de aquí nos buscaba, por eso regresariamos a Rusia lo más rápido posible.

Salí a caminar por los pasillos y me topé con Tom, el estaba en una llamada. Di la vuelta para que no me viera y me molestara.

–No deberías de estar despierta.- habló en de trenzas guardando su teléfono en su bolsillo.

–Tu tampoco.

–Ve a la cama Mya, este hotel no es de los mejores aquí..

–Bieen- bufé molesta y caminé a mi habitación.

Pasaron minutos cuando intenté dormir, pero no podía. Mi puerta se abrió sentí la presencia de aquel chico mencionado hace rato.

Se recostó junto a mi, el pensó que ya estaba dormida, pero no era así. Una vez más su brazo rodeó mi cintura, su típico brazalete negro estaba en su muñeca, sabía con que identificarlo.

Te dije que pensaré una manera de creerte, tal vez estoy empezando a hacerlo...

(...)

Por la mañana salimos todos, arreglados y listos para regresar a su  avión, subimos a las motocicletas en dirección al lugar.

Cuando llegamos subí directo al mini bar, sentía arder mi garganta y tome un poco de agua.

–¿Esta bien?- pregunto Georg mirándome extraño.

HARD TO LOVE YOU ; Tom Kaulitz.// Donde viven las historias. Descúbrelo ahora