Casi se había quemado con el agua caliente al ver el mensaje que le había llegado.Su corazón parecía que iba a salirse de su pecho y sintió como sus tripas se revolvían casi generándole náuseas a causa de los nervios y la ansiedad. Su hermano lo miró con cejas alzadas al escuchar su chillido cuando casi se quema la mano, fue justo cuando estaba poniendo el agua en el termo que su celular (que descansaba en la mesada) se iluminó, haciéndole saber que alguien le había enviado un nuevo texto.
Se secó rápidamente con su ropa y tomó el aparato con sus dos manos casi temblando. Tuvo que verificar más de tres veces la foto para ver si en serio era el en verdad.
El pensamiento de que Enzo, se sintiera de la misma manera que él atravesó su mente llevándolo a la duda. Pero lo descarto casi con rapidez, el alfa no tenía idea de quién era él por lo cual no había manera de que lo necesite como él lo estaba haciendo en ese momento.
Luego de ver aquellas fotos del alfa nuevamente se había apoderado de sus pensamientos, en realidad, Julián no había podido pensar en otra cosa que no sea Enzo Fernández durante esos dos días. No lograba entender como de un día para el otro había revuelto su mundo, su vida la había puesto de cabeza.
No había un momento en el que se arrepienta de haber ido aquella joda, estaba seguro que si se hubiera quedado en su casa estudiando como la mentira que le había dicho a su novia no estaría en ese momento apunto de tener un ataque.
Tomó el termo en sus manos y caminó aún con el celular en sus manos hasta la pequeña sala que tenían en el departamento. Se sentó en el sillón, dándole el termo a su hermano que sería el encargado de cebarle esta vez. Como todas las tardes estaban merendando, juntos.
La televisión estaba prendida. Julián no le estaba prestando atención a la serie que Lisandro había puesto para que comenzaran a ver, su vista estaba perdida en algún punto del suelo. Lo único que oía eran los latidos de su corazón que parecía que estaba apunto de salirse de su caja torácica, relamió sus labios y pestañeó una vez para nuevamente tomar el móvil y desbloquearlo.
En aquel momento se sentía como la primera vez que te hablaba la persona que te gusta, aquella ansiedad que se apoderaba de tu cuerpo y los miles de respuestas que cruzaban por tu mente estaban presente en aquel momento.
El problema era que Enzo, no podía gustarle. Solo llevaba dos dias de conocerlo y sabía que todo aquello era culpa de su omega. Parecía que las cosas que su madre le había dicho sobre los destinados se estaban cumpliendo en forma de lista. En ese momento lo único que quería era estar con el alfa, tener su atención y que éste pendiente de el.
Lo quería allí. Abrazándolo y asegurándole que todo eso pasaría, qué tal vez podían intentarlo y que iban afrontar todas las consecuencias.
Pero sabía que esos pensamientos solo eran parte del delirio de su omega, sabía que jamás iba a pasar aquello.
El dolor punzante en su cabeza lo hizo cerrar los ojos un momento, casi soltándole un quejido. Otra cosa que su mamá también tenía razón, estar lejos de su alfa a veces comenzaba a pasar factura. Julián sabía eso a la perfección por las veces que su papá se iba de viaje por el trabajo y su mamá tenía días sintiéndose cansada, triste y a veces con dolores físicos solo por la falta de su pareja.
En su momento él había pensando que aquello sólo eran exageraciones de parte de su madre, pero, en ese momento la entendía más que nada.
"Eh, Salchicha. Toma." La voz de Lisandro lo sacó de sus pensamientos. Giró su rostro para encontrarse con su hermano tendiéndole un mate, lo tomó sin decirle nada.
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Crimen. / AU Julian X Enzo
Random"¿Qué otra cosa puedo hacer? Si no olvido, moriré Y otro crimen quedará Otro crimen quedará Sin resolver." AU omegaverse.