Crimen. / AU Julian X Enzo

Córdoba.

Para aliviar las penas este cap.

Estar en córdoba después de casi nueve meses era cómo respirar aire fresco. Había extrañado envolverse del cariño y amor de su familia sobre todo del de su madre. Desde que había llegado a eso de las tres de la tarde no se separó de él, se dejó abrazar y envolver por aquel aroma maternal que anhelaba y adoraba.

Hablaron mucho, por que a pesar de que lo hacían todo el tiempo por mensaje sin dudas había algunos detalles que profundizar en persona. Sobre todo; su relación con Enzo. Si bien sus padres se lo tomaron bien, apoyando su decisión por que según ellos ya estaba lo suficientemente grande como para saber que hacer con su vida, aún así había uno que otra advertencia y sobre todo dudas.

Ellos no conocían a Enzo en absoluto. No conocían al alfa que dejó embarazado a su bebé de diecinueve años. Y aunque hasta Lisandro les dejo en claro que era un buen pibe y que tenía un gran futuro, ellos tenían sus dudas, claro que lo hacían. Por que para ellos Enzo podría ser el campeón del mundo pero seguía siendo un alfa y temían por que volviera a ocurrir lo mismo otra vez.

Julián los entendía. Ellos tenían todo el derecho a tener sus dudas pero de todas formas eso no era razón para que se metieran en sus decisiones y estaba feliz de que no lo hicieran, que lo respetaran y aceptaran que ya estaba grande y tenía su propia familia.

Pero en ese momento el mal humor ya había aparecido y aunque intentara ponerle un poco voluntad para que no se notara su entrecejo fruncido lo delataba.

Y para colmo se estaba aguantando la sonrisa burlona de Lisandro al otro lado de la masa.

Se encontraban en el patio trasero, en el pequeño quincho que tenían en la casa. El ruido de la música baja junto a los grillos y los sapos los acompañaba, su papá les estaba haciendo un asado de bienvenida, el calor era un poco soportable y los mosquitos parecía que iban a devorárselo.

Una verdadera noche de verano.

"Saca esa cara de orto."

Julián levantó la vista para encontrarse con la mirada divertida de su hermano. No, no estaba del mejor humor y se podría decir que en parte era por que extrañaba al alfa y no le había dado señales después de hablar al mediodía. Además, Mateo estaba insoportable por culpa del calor, los mosquitos y seguramente también extrañaba a su papá. No quería intentar caminar pero tampoco quería estar en brazos, no quería comer y no para de soltar lloriqueos.

"Es la única que tengo así que vas a tener que fumartela."

Lisandro sonrió aún más. Haciéndolo apretar los dientes de la bronca. No estaba para eso, quería comer, ducharse e irse a dormir, sabiendo qué tal vez no descanse con tanta plenitud como la noche anterior.

"Te hubieras quedado si ibas a estar con esa cara."

"Te hubieras quedado vos si ibas a estar así de insoportable, dios, no se como te aguanta Ale."

Su hermano soltó una carcajada llamando la atención de sus padres.

"Lo mismo me preguntó yo... pobre Enzo."