"Le iba a contestar al pelotudo ese y me bloqueo." Julián habló, soltando una risa entre dientes mientras preparaba el mate para cebarle a sus amigos que estaban de visita."¿Ese Agus?... tremendo salame." Joaquín giró los ojos, estirándose para tomar una galletita que había en medio de la mesa.
"Típico de alfa; cobarde." Termino diciendo Alejandro, soltando una risa al oír el casi gruñido de Joaquín. Julián río con él, siempre era su amigo alfa el que la ligaba cuando ellos soltaban esa especie de comentarios.
Mayormente no respondía a ellos por que sabía que sus amigos tenían razones para hablar de aquella manera de los alfas pero también sabía que en la mayoría tenían razón, y llevarle la contraria a dos omegas no era algo fácil, Joaquin lo tenía muy en claro.
O eso creía Julián.
A Joaquin lo conoció cuando llegó a buenos aires hace tres años, haciendo la fila para anotarse en la facultad. Cuando después de rogarle por un año entero a sus papás que quería venir a estudiar a la ciudad de la furia lo aceptaron, con la condición de vivir con su hermano; Lisandro. Julián había aceptado sin chistar, un poco emocionado y ansioso al saber que volvería a pasar tiempo con su único hermano, hasta ahora iban llevando muy bien la estadía.
Aunque a veces tenían minis peleas, el resto del tiempo se llevaban bastante bien. Además de que básicamente cada uno estaba en su mundo, su hermano trabajando para su papá y él perdido en su carrera. Varias veces solo se venían a la hora de comer o cuando Julián necesitaba que lo marcara con su olor.
Por que Julián era un omega.
Un omega varón.
Uno qué como dijo aquel usuario desconocido para muchos o más bien para casi todo el mundo era una aberración de la naturaleza. No había muchos omegas hombres y los que habían sufrían su existencia como nadie, la discriminación y denigración que recibían era casi con hostigamiento, incluso muchos no podían andar a solas en las calles por que terminaban siendo abusados por aquellos alfas que solo creían que para eso servían.
Julián si había sufrido.
Más de lo que jamás pensó.
El jardín había sido difícil, los directivos habían tardado dos semanas en confirmar su vacante a sus padres poniéndoles cualquier excusa y nunca afrontándolos con la verdad. No tenía muchos recuerdos de eso pero su mamá se lo había contado cuando fue un poco más grande. Los recuerdos de la escuela seguían latentes en su mente, incluso a veces lo atormentaban por las noches robándole el sueño.
Desde primer grado hasta sexto, Julián sufrió todo tipo de acoso. El bullying que recibía era agobiante, aterrador y desesperante. No recuerda haber tenido ni siquiera ni un amigo, ninguno se quería juntar con el mounstro del salón, ninguno ni siquiera se animaba acercarse al menos para no insultarlo o golpearlo.
Paso por cuatro escuelas en aquellos seis años, al principio Julián calló, mintiéndole a sus padres cada vez que volvía con un golpe nuevo o al menos que sea notable, siempre al llegar se encerraba en su cuarto para maldecir a los dioses haberlo hecho de aquella casta, para llorar hasta quedarse dormido deseando no estar más en aquel mundo, donde lo único que recibía de parte de él era pura crueldad.
Cuando sus papás se enteraron de lo que estaban sufriendo no pensaron más en irse a quejar a la escuela donde lo único que recibieron fue que la culpa básicamente era de Julián por ser un omega. Fue ahí cuando lo cambiaron por primera vez de establecimiento, pero en el siguiente fue exactamente igual, en el otro también y así hasta que pudo terminar la primaria.
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Crimen. / AU Julian X Enzo
Diversos"¿Qué otra cosa puedo hacer? Si no olvido, moriré Y otro crimen quedará Otro crimen quedará Sin resolver." AU omegaverse.