Extra.

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Hola!

Acá estoy cumpliendo con mi palabra. Solo espero que lo disfruten y les gustes. 💗✨🥹





































































Un quejido acompañado de un grito fue lo que Julián escuchó a sus espaldas, soltó un suspiro y no tardó en darse media vuelta encontrándose con los dos Fernández menores.

—¡Mami! Mateo malo.— Exclamó Milagros, estaba sentada en la punta de la mesa y a su lado estaba su hermano.

—Que maricona que sos.— Julián volvió a suspirar al oírlo, le dolía la espalda y sabía que todavía faltaba mucho para que descansara como quisiera. Eran las cinco de la tarde recién.

Miró a su hijo quien no corría la vista de Milagros, lo conocía lo suficiente como para saber que estaba evitando su mirada y así, el obvio regaño.

—Deja de molestar a tu hermana y ponete hacer esa tarea, Mateo.—

—¡Pero ella me molesta y no le decís nada!.— Bufó, volviendo a tomar su lápiz para poner su vista en el cuaderno que tenía enfrente suyo.

Julián llevó los ojos a su hija quien tenía los pelos revueltos y trazaba líneas en una hoja que -entre lloriqueos pidió al ver que su hijo mayor comenzó a estudiar- obviamente no duraron un segundo en paz porque Mateo, siempre la molestaba y viceversa, hasta que alguno terminaba llorando.

Había pasado un mes desde que se mudaron, una semana desde que sus hijos comenzaron la escolaridad y estaba de dieciocho semanas de embarazo, nada iba bien.

El primer día de jardín Milagros no quiso saber nada con que sus padres la dejaran sola, el pensamiento de que sería la más fácil de dejar fue totalmente errado, ella lloró el primer día, el segundo y el tercero después de mucha paciencia y promesas, Milagros se quedó todo el día.

El problema llegó el día de ayer, el día cuatro. Julián había ido a retirar a su hija con una sonrisa ancha y emocionado porque había extrañado su compañía en la tarde, la maestra se encargó de borrarla en el momento que dijo que quería hablar sobre algo y que lo esperara, lo hizo. Mientras le preguntó a su hija que había pasado y ella simplemente dijo que jugó mucho y la había pasado bien.

Resulta que Milagros le había tirado del pelo a una de sus compañeras.

La señorita fue muy amable y amorosa a la hora de hablarle pero eso no evitó que la vergüenza subiera a sus mejillas mientras le contaba lo ocurrido, todo había sido por un capricho. Por qué su hija no quería compartir un juegue con su compañerita y cuando ésta se lo quitó su respuesta fue arrancarle los pelos.

Pidió muchas disculpas y prometió que iban a hablar en casa sobre esas acciones y actitudes, lo intentó cuando llegaron pero tuvo la sospecha que fue a hablar con la pared.

Sus sospechas fueron ciertas por qué ese mismo día, viernes. Volvió a tener un llamado de atención de parte de la maestra quien le dijo que ese día Milagros le había revoleado un juguete y todo por que quería ir con su papá.

No veían a Enzo desde el miércoles que viajó a Venezuela, a jugar un partido por la libertadores. Hicieron videollamada el jueves antes de que el partido comenzará y Julián le contó sobre la situación, pero aunque el alfa trató de hablar con su cachorra, ella estaba muy perdida diciéndole lo mucho que la extrañaba.

Crimen. / AU Julian X EnzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora