La primer cita

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No vuelvo a quedarme dormida - La chica Blight mascullo al bajar del auto, tras la carrera que su madre se marcó para llevarla a la escuela, habían probablemente roto múltiples límites de velocidad en su trayecto.

Frente a ellos el autobús se empezaba a detener y dejar que los niños bajaran de este, Amity miro con atención a cada alumno que bajaba, esperando encontrar a su novia entre el grupo de personas, absorta en sus pensamientos no noto el momento en que su madre bajo del vehículo y camino hasta la parada del autobús.

- ¡Luz! - exclamo ella, notando entonces que su novia no estaba sola, su madre la había interceptado al bajar - (¡Mama! ¿Qué haces?) - ella bajo de un salto y corrió al lado de su novia.

- ¡Amity! si viniste - Luz sonrió al verla, pensando en correr a su lado por un instante, pero deteniéndose bajo la mirada de Odalia.

- Así que tú eres la novia de mi niña - La mujer musito, viendo por el rabillo del ojo como la cara de su hija comenzaba a enrojecerse - No sé si estar sorprendida por este pequeño hallazgo, en verdad me parecía que esto ya había tardado en surgir - La mano de Odalia levanto el rostro de Luz por la barbilla. - Si, ciertamente Mittens tiene un buen ojo a diferencia de su padre.

-Ohm gracias - murmuro Luz algo avergonzada

-No, no lo hagas, no era un cumplido Noceda . . . especialmente con eso en proceso - Musito la mujer, soltando la barbilla de la chica y girándose para ver a su hija

- Bien mittens, que tengas un buen día, yo intentare tener uno igual - Odalia suspiro, subiendo a su auto, deteniéndose un momento para asomar la cabeza - Lo mismo va para ustedes Edric, Emira - señalo, finalmente alejándose del sitio, mientras todo el mundo la miraba con curiosidad, pero nadie se atrevía a decir nada en sí.

Las clases para ese día comenzaron al fin.

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Estimado señor diario: Hoy tuve mi primera cita con Luz *suspiro* me gustaría decir que fue perfecto, pero mis padres me enseñaron a no mentir en cosas como estas, no fue un desastre total, pero me habría gustado al menos haber tenido un poco más de tranquilidad.

Supongo que debería empezar por el principio, sucedió después de la escuela cuando estábamos a la salida me encontré con Luz, ella estaba tan radiante como cada día, siendo un faro de esperanza para mi oscura vida.

Decidí invitarla a este restaurante familiar, ella acepto casi de inmediato, saltando a mis brazos feliz por esto y ahí fue cuando los problemas empezaron, diario.

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- ¡Me encantaría ir contigo Amity! - La castaña exclamo al oír la petición de su novia, saltando sobre ella mientras chillaba de la alegría.

No muy lejos de ahí, cierta chica de pelo rosa estaba sonriendo frente a la oportunidad que Amity le acaba de presentar en charola de plata.

- Estas pensando lo mismo que yo Skara - Boscha inquirió a su amiga, la morena asintió.

- Si Boscha, pero donde vamos a conseguir tres flamencos y una manguera a esta hora del día -

- ¡Eso no idiota! estoy hablando de llegar a la cita de Amity y animar las cosas un poco, tú sabes mejor que yo, que mittens va a tratar de hacer de esto un plan perfecto y no podemos permitir que ella se arruine a sí misma de esa manera - Señalo Boscha, tomando del rostro a su amiga entre sus manos.

- ¡Pero es su cita!, Boscha, no sería grosero invadir y tratar de darle una ayuda que no pidió, estará bien si no la ayudamos - Musito la morena, intentando disuadir a su amiga, pero Boscha estaba terca en hacer esto.

Camila - el diario de amor de mama.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora