DECIMOCUARTA NOTA

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-Bien, escuchen. Tengo una sugerencia.- habló Dazai llamando la atención de su grupo.

-Te juro que si es otra sugerencia sobre hacer un suicidio grupal, voy a tomar las vendas de tu cuello y te voy a–

-Chuuya, tenemos niños presentes.- comentó burlón Dazai disfrutando de la molestía de su bajista.- Pero no es eso, al menos no por hoy. Lo que quiero decir es que nuestro concierto no es hasta dentro de una semana, ¿cierto?

Los tres se quedaron confundidos ante la obvia pregunta.

-Así que vamos a dejar de practicar.

Chuuya se sobresaltó ante la declaración, Akutagawa se ahogó con el agua que estaba tomando en ese momento y Atsushi se asustó debido a la reacción del pelinegro.

-¡¿De qué está hablando?!- exclamó Akutagawa una vez se recuperó del ataque de tos.

-Antes estuve escuchando y pensé que nuestro sonido ha llegado a su límite.- comenzó a explicar.

-Está bien.

-Lo primero y el mayor de nuestros problemas está en hacer que las habilidades de Atsushi-kun con la guitarra sean pasables.- enseñó una gráfica que hizo a mano con los rostros de los integrantes en una escala de "apesta" a "¡bien!"

-¡Él apenas llega a la línea!

-Tengo la sensación de que apenas sobrepasa a los demás jugadores y a duras penas coge la pelota.

-Así que significa que si hace una jugada errónea está afuera.

-Sigo aquí saben...

-Sí, pero...

-Es definitivo.- habló Chuuya.- Es mucho más peligroso no tener la letra hechas a estas alturas.

Atsushi se sorprendió y se preocupó al mismo tiempo sintiendo la culpa de no poder escribir nada hasta ahora.

-Atsushi-kun, no creo que puedas escribir la canción incluso si seguimos practicando con pereza en el estudio de esta manera.

El de vendas colocó su pequeña cangurera en su espalda y se acercó al albino.

-Atsushi-kun.

-Sí.

"Hey, ¿por qué lo está acorralando?" se preguntó Akutagawa sorprendido, pero no mostró ninguna emoción en su rostro para evitar delatarse, pero sabía muy bien que Dazai se había dado cuenta de ello.

-Chibi, voy a ir con Atsushi-kun a algún sitio. Te confío a Akutagawa.

-¡¿A quién llamas "chibi"?! ¡Tu maldito hijo de la gran-!

-Tomaré eso como un sí.- sonrió.- ¿Estás bien con las motos?

Atsushi tenía un muy mal presentimiento sobre eso.

Una vez afuera Atsushi notó que Dazai se iba a subir a la moto y tenía solo un casco, el cual se lo ofreció al chico.

-Póntelo.

-¿No es peligroso, e ilegal, que usted no lleve un casco?

-¿Y perderme la oportunidad de tener un suicidio en el cual termine cayendo de un puente?

-Olvide que pregunté.

-Ah, y toma ésto.- le colocó su característico abrigo sorprendiendo al chico nuevamente.- Está haciendo frío, así que llévalo.

-Muchas gracias.

Dazai se apoyó en un barandal que estaba detrás de él y sacó un cigarrillo de su bolsillo para comenzar a fumar.

Una Historia De InviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora