Empecé a tocar la guitarra cuando tenía seis años, cuando mi papá me regaló una guitarra que ya no era utilizada. Claro que, al principio no pude tocar como Thom Yorke o Keith Richards a la primera.
Unos recuerdos de su infancia llegaron a su mente, recordaba como eran los primeros meses desde que su padre le regaló la guitarra que lleva siempre consigo hoy en día. Recordaba todas las veces que intentaba tocar un acorde de manera "afinada" y como su hermana Gin siempre se burlaba de cómo apestaba tocando.
Cuando las cosas no iban correctamente, yo seguía practicando hasta que tocara correctamente. Fui tragado por la música. Y entonces, cuando entré a preparatoria decidí seguir la música, justo como lo planeé.
Pero cuando menos me lo esperaba... Cuando planeaba tocar a cierto grado... El sentimiento de alegría de ese entonces se desvaneció...
-¿Esto... puede arreglarse?
Se le vino a la cabeza aquella escena donde el albino de ojos bicolores sostenía aquella guitarra roja, pero lo que más destacaba eran sus ojos llenos de esperanza y súplica. Suplicando ayuda a un completo desconocido que resultaba conocer sobre música.
Se encontraba de nuevo en clase, recordando el evento pasado el día anterior con aquel chico albino de la guitarra. Cabe destacar que se le olvidó preguntar por el nombre de aquel chico... Solo lo llegó a apodar "Jinko" por el ridículo suéter que utilizaba con un estampado de un tigre.
"Ahora que lo pienso, yo también estaba al borde de las lágrimas cuando mis cuerdas se rompieron por primera vez..." pensó nostálgico mientras miraba por la ventana, ignorando al profesor y su clase.
Tan metido estaba sobre sus pensamientos que no escuchó cuándo el timbre sonó dando por concluida la clase. Notó como todos se estaban yendo o se formaban los grupos, resignado se levantó igualmente de su asiento y salió del salón con un solo destino en mente.
-¡Akutagawa! Hey, ¿no vendrás a jugar otra vez con nosotros a basketball?- preguntó de nuevo Tachihara. Intento que fue en vano ya que Akutagawa pasó de largo.
-Sí, perdón.
Recorrió el mismo camino que el día anterior, esperaba volver a encontrar el sitio como fue originalmente. Con la luz pegando directamente a las escaleras, el ruido de los estudiantes totalmente silenciado... Pero vaya sorpresa que se encontró.
Observó que el albino se encontraba nuevamente dormido en el último escalón como la última vez, la única diferencia era que estaba sentado y no sostenía la guitarra en su regazo.
"Está aquí. ¡El chico que quiere que le enseñe a tocar la guitarra! Voy a declinar... ¡Voy a declinar su propuesta!" pensó molesto y decidido. A fin de cuentas solo quería recuperar su lugar tranquilo de siestas que él encontró originalmente.
-Oye.- le llamó serio al momento en que su mano tocó la cabellera albina en un intento de despertarlo.
Nakajima abrió sus ojos al sentir un tacto frío en su cabeza, viendo con ojos cansados al pelinegro que se encontraba enfrente suyo.
"¡Y defenderé mi puesto de siestas!" Para este punto a Akutagawa ya no le importaba otra cosa.
-Akutagawa...
El sonrojo, sonrisa brillante y ojos bicolores cristalinos del contrario hizo que todo el plan de Akutagawa se fuera a la basura en un instante.
-Si...
-Gracias, por lo de ayer.- se inclinó en forma de agradecimiento ante el congelado pelinegro.
-S-Si...
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Una Historia De Invierno
Fanfiction[Bungou Stray Dogs Given AU] Nakajima Atsushi era un jóven chico el cual no tenía nada en qué destacar, excepto por aquella guitarra roja que llevaba a todas partes en su espalda. Entra en una nueva escuela donde conoce a Akutagawa Ryunosuke, un chi...