Una Historia De Invierno

NOVENA NOTA

"Después de eso..."

-¿Quiere una bolsa con ésta compra?- preguntó Akutagawa a la señora que estaba atendiendo en aquel mini super.

"Sin ninguna clase de problemas.."

-¡Nakajima, ayuda aquí también por favor!

-¡S-Sí!- respondió nervioso el albino mientras enredaba el cable en su hombro para más comodidad.

Y así pasaron los días, con Gin siguiendo molestando a Dazai por su hermano, Chuuya se quedó sorprendido cuando escuchó a Atsushi cantar por primera vez a insistencias de Akutagawa. Y como olvidar cuándo los compañeros del pelinegro se quedaron sorprendidos, no, más bien en shock al darse cuenta de que el albino era en realidad un gran jugador en basketball.

"Todo seguía su rumbo habitual."

"Así que él puede reír así..." pensó Akutagawa al ver la gran sonrisa del chico después de anotar una canasta.

"Y luego..."

-Así que convertimos una tonada en una canción.- comenzó a hablar Chuuya.- Podemos hacer algunos simples arreglos en nuestras melodías que ya teníamos hechas. Porque nosotros originalmente somos una banda instrumental después de todo. Tres personas pueden crear sonidos bastante bien, pero sería mejor crear una letra para las otras canciones.

Los otros tres no le estaban dando atención alguna al mayor con sombrero, estaban más concentrados en la carne que se encontraba cocinando en frente de sus narices más que en las palabras del de baja estatura.

-Bueno, ya que es nuestro primer en vivo, no tendremos el tiempo suficiente para arreglar todas nuestras canciones.- continuó hablando el pelinaranja mientras cocinaba su carne.- Pero creo que con una puede ser suficiente para nosotros. ¡¿Están siquiera escuchando?!

Akutagawa y Dazai se abalanzaron hacia la parrilla como si no hubieran comido en semanas, confirmando las sospechas de Chuuya.

-¡Está quemado!- se quejó Dazai.

-Ustedes no estaban escuchando...

Atsushi le pasó un pedazo de carne que alcanzó a salvarle dio una sonrisa casual y procedió a comer su propia carne.

-Gracias...- la paciencia de Chuuya ya había alcanzado su límite, pero no iba a desquitarse con el pobre albino.- ¡No tomes demasiado, maldito bastardo!- le regaño a Dazai al notar que estaba tomando su cerveza como si fuera agua.

-Tal vez si bebo esto hasta la muerte, podría alcanzar mi sueño de tener un suicidio impecable~

-¡Cómo sí fueras a hacerlo!

"Antes de que me diera cuenta, la vida ya estaba decidida."

-Ah~ ¿qué debería hacer? Vine en motocicleta hoy.- el de vendas le lanza una breve mirada a Chuuya.- Déjame quedarme en tu casa.

-¿Huh?

"Todo parece..."

Ahora Dazai se encontraba presionando la pequeña campana, ¿el motivo? Solo quería molestar a Chuuya.

-¡¿Todavía vas a seguir comiendo?!

"Parece moverse suavemente cuando las cosas están yendo bien."

Al final ambos mentores quedaron borrachos, dejando que Akutagawa y Atsushi tomaran el rumbo hacia sus casas.

...

-Al final sí terminaste bebiendo...

-Uno no puede abandonar su ideal de un suicidio, ¿sabes?~

-Cállate de una vez, estúpido bastardo.