ÚLTIMA NOTA

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-¡Tú! ¡Oh! ¡La próxima persona que arruine la foto pagará una multa de quinientos yenes.- gritó Kunikida con cámara en mano.

¿Qué estaba haciendo la nueva banda? Tomando fotos para promociones.

La cuestión es que Kunikida estaba bastante enojado porque ya había tomado varias fotos en las que no podían mantener una cara seria.

-Espera por favor Kunikida-kun... Tengo una tendencia a reírme cada vez que me dicen que no me ría.- habló Dazai tratando de mantener una cara seria, pero por el modo en que temblaba era obvio que se iba a soltar a carcajadas.

-Pfft.- ya no aguantó más el pelinegro.

-Ya, ahí van quinientos yenes, Akutagawa.

-Ja...- le siguió Chuuya.

-Tu también, Chuuya.

-¡Eso no es justo!

Atsushi era el único que estaba calmado, abrazando su guitarra y con una gota de sudor en la sien por la actitud de sus compañeros.

-¡Pueden reírse, pero no pongan cara de idiotas! ¡Extiendan sus músculos faciales! ¡Cumplan con ese ideal, al menos!

Después de aquella divertida escena, los cuatro comenzaron a ver las fotografías en la tableta del de lentes. Aunque éste se terminó preocupando ya que no había una expresión clara en sus rostros.

-¿Eh? ¿Qué es esa extraña reacción? ¿Es malo? ¿No lo quieren?

-Eso es diferente.- comentó Chuuya mientras Akutagawa y Atsushi agarraban la tableta.- No sé cómo reaccionar. No estoy seguro. Es la primera vez que fotografiaba una sesión de fotos en un estudio tan elegante.

-Ésta foto te costó mil yenes.- habló divertido Atsushi.

-Sigue hablando Jinko y te rebano la lengua.

-¿Cómo tomaron las fotos para sus antiguas bandas?- preguntó Kunikida.

-Tomé la mía en un almacén y usé un temporizador.- respondió Dazai.

-Hice que un tipo del departamento de fotografía la tomara en un bosque.

-Encontré una foto por milagro y la terminé usando.

Akutagawa y Atsushi seguían viendo las fotos de la tableta, eso hasta que el sin cejas volteó a ver a otro lado avergonzado y se cubrió el rostro con ambas manos asustando ligeramente al albino.

-... Hm... Bueno... ¡Es vergonzoso!

-¡No digas que es vergonzoso!- exclamó Dazai.- Quiero decir... ¡Es lo que he tratado de decir todo éste tiempo!

-¡Detente!- Chuuya ahora había escondido su rostro con un gran sonrojo.- ¡¿Por qué tengo esa cara de engreído?!

Una vez pasada la vergüenza, todos estaban en lo suyo hasta que Atsushi habló para romper el silencio.

-¿Incluso es problemático para las bandas de aficionados también?

-Sí, algo así.

-A todo esto, ¿qué están haciendo ustedes dos?- preguntó Chuuya observando a los jóvenes.

-Tarea.

-Sobre el japonés moderno.

-¡Ah, no me recalquen su juventud en la cara!- expresó Chuuya ahora deprimido.

-Chuuya-san, estudias humanidades, ¿no? ¿Cree que pueda ayudarme?

-¿Acaso no ves que estoy publicando las fotos?

Una Historia De InviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora