DIECINUEVE

2.2K 192 13
                                    

Gabriel

—¿Sara?

—Dime.

—¿Sigues tomando la píldora?

Se queda callada. Los nervios se despiertan dentro de mí, no es el momento de dejarla embarazada cuando va a permanecer un poco más de tiempo hasta que regrese a por ella.

—Sí— contesta en un hilo de voz.

Algo me corroe por dentro, si no se ha estado acostándose con Armando, ¿por qué se sigue tomando la píldora anticonceptiva?

—No confío en él— dice.

Sara parece leer mi mente, me siento en la cama, aparto un mechón de pelo de su cara, tiene el pelo revuelto y los ojos vidriosos.

—Tienes cara de recién follada— le digo con una sonrisa.

Sara se peina el pelo con los dedos, su preciosa cara hace un gesto de molestia mientras intenta controlar un mechón rebelde.

—Te he echado mucho de menos, Sara.

Sus manos caen sobre su regazo, agacha la cabeza.

—Sigo tomando la píldora porque a vece creo que Armando va entrar en mi habitación y forzarme.

—No lo voy a permitir, Sara, te sacaré de ahí pronto, mi amor.

—Confío en ti, honey.

Me inclino hacia adelante para agacharme y agarrar mi arma, se la entrego a Sara.

—Guárdala bajo tu almohada— le digo— Ya sabes cómo usarla.

Me mira a los ojos mientras sujeta el arma.

—Dispara y luego preguntas, ¿me entiendes?

Asiente, se sube a horcajadas en mi regazo, pongo mis manos sobre su culo desnudo.

—¿Cuándo vuelves a México?— me pregunta.

—Seguiré unos días más por aquí, después serás vigilada por algunos de mis hombres, no voy a dejarte desprotegida.

—Quiero que nos volvamos a encontrar.

—¿Podrás escaparte del ruso?

—El restaurante es una buena estrategia, si funciona hoy. Te enviaré un mensaje para avisarte de la hora.

Rozo mis labios con los suyos, Sara agarra mi polla que ha vuelto a endurecerse, se desliza por ella lentamente, matándome con cada centímetro que se introduce. Se apoya en mis hombros para rebotar sobre mí, aprieto su culo con fuerza. He extrañado tanto sentirla así, le compensaré cada día por lo que hice con Regina, por mucho que fuera un medio para un fin, Sara no merecía esto. Haré que su vida conmigo valga la pena y voy a destrozar tanto a Regina que le suplicará perdón a Sara de rodillas, le pedirá perdón por haber puesto los ojos en su hombre. Mientras yo, estaré de rodillas en el suelo junto a Regina adorando a mi mujer, me arrastraré ante ella como la reina que es.

El gemido de Sara me calienta tanto que no pue evitar que algo de semen se me escape, deseo tanto llevarla conmigo y poder dejarla embarazada. Ya hemos perdido suficiente tiempo.

El día siguiente al de su boda Dani trajo a Ligia a nuestra casa, me enfadé tanto, ella era un recordatorio constante de Sara. Luego me lo contó absolutamente todo entre lágrimas y suspiros temblorosos, Dani no sabía nada de esto, la había traído con nosotros como un último favor a Sara. No sabría decir qué fue lo que sentí cuando Ligia me contó que un ruso había agarrado a Sara por el cuello para amenazarla con el beneplácito de Armando y Bernard. Bueno, sí, sentí una ira crecer dentro de mí, una ira tan grande que mi cuerpo ardía, literalmente. Fue cuando reuní a La Santa Corona y comencé a tejerlo todo. Busqué ayuda en todas las mafias que conocía, La Yakuza, La Tríada, La Famiglia en Nueva York. Los italianos, ellos me ayudaron, al parecer también están interesados en controlar a la DEA. Van a crear una sociedad con Mason Carter y otros moteros para tomar el control de la administración, pondrán a dos de sus hombres para que trabajen codo con codo. Luego envié a Jairo a Virginia para que buscara a Sara, la encontró un mes más tarde, me envió fotos diarias de ella y su madre. Entonces, envié a más hombres a vigilarla. Fue cuando me informaron de que tenía a un ruso custodiándola. Un puto y feo ruso con la cara llena de cicatrices, un ruso que cualquiera de nosotros, Mario, Bastian o yo, podríamos tumbar de un puñetazo, ni siquiera sé qué hace vigilando a mi mujer, ella podría con él si supiera dónde golpear. Lo que me recuerda que debo enseñarle algunas cosas para defenderse.

EL PATRÓN #2 [Disponible en físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora