Lee Minho, a sus 20 años, ha llevado una vida algo descarrilada, agotando la paciencia de su madre con sus constantes problemas y decisiones impulsivas. Justo cuando piensa que su vida no puede empeorar, todo da un giro de 180 grados: su madre anunc...
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C A P I T U L O 2
—Venga, no queremos pelea... —Exclamo aquel desconocido.
—No hablo con maricas, estoy hablando con el tipo que se quería follar a mi novia.
—Como dijo hannie, ya nos vamos... No queremos pelea —hablo está vez Hyunjin, este mismo se acercó y levantó a Minho para luego comenzar a caminar.
—Tenemos cuentas pendientes —Dijo el sujeto mientras señalaba al de cabello oscuro.
Luego de un rato caminando lograron salir del bosque. Minho no podía quitarle la mirada aquel otro chico quien Hyunjin había llamado hannie. No obstante este chico hace un rato le había salvado el pellejo, si se podría decir. Minho no le importaba pelear con algún tipejo así que básicamente era un gracias por nada.
Aquel chico tenía el cabello lo que parecía ser castaño claro, mejillas grandes y ojos redonditos, sus labios eran pequeños. Contextura era un poco más delgada que la de Minho y al igual que su altura, el era más pequeño.
Luego de dejar a Hyunjin cerca de su casa, Minho, Jeongin y Han se dirigieron a sus casa, el cual se detuvieron enfrente de la de los Lee.
—La próxima vez dile a tu hermano las cosas como son... —Dijo Han —No queremos tropezar con ellos...
—Disculpa y tú ¿Quién eres? —Indagó el mayor y Han lo miró mientras alzaba una ceja.
—Es Han Jisung, el vecino de al lado... Mi mejor amigo —Hablo Jeongin.
—Pues dile que no fue mi culpa, de hecho es tuya... —Jeongin miró indignado a MinHo ante lo que había dicho —Es increíble que por culpa de tu mala información no folle...
—¿Pues adivina?, No nos importa, no queremos problemas con ellos así que hoy, desafortunadamente te toca señorita manita —Exclamo Jisung.
—Crei tener una conversación con mi hermano, no con su novio...
—Jodete —Fue lo último que dijo antes de retirarse a su casa, minho lo siguió con la mirada hasta que aquel entró a su casa.
—Enserio, eres increíble... —Exclamo el hermano.
—¿Es por lo que dije horita o en la fogata?
—Ambas. —Se limitó a responder. Ambos entraron a la casa y se dispusieron a ir a sus habitaciones.
Estando en su habitación Minho comenzó a quitarse la chamarra de mezclilla y luego la camiseta blanca que llevaba debajo. No era un secreto de que Minho era bueno en los deportes, era atractivo no solo por su rostro, si no También su cuerpo, estaba bien trabajado. Sin duda la perdición de muchas chicas y unos cuantos chicos.
