Lee Minho, a sus 20 años, ha llevado una vida algo descarrilada, agotando la paciencia de su madre con sus constantes problemas y decisiones impulsivas. Justo cuando piensa que su vida no puede empeorar, todo da un giro de 180 grados: su madre anunc...
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C A P I T U L O 7
—¿Hyunjin qué es esoo? —Indagó Jeongin, mientras Minho y Jisung solo miraban la escena.
—Es una furgoneta Volkswagen, está hermosa —Confesó mientras sus amigos lo miraban entre risas —No se rían, está muy hermosa.
—Claro y el color amarillo combina con tu cabello —Bromeo Minho y Hyunjin bufó.
—Innie...¿A ti te gusta? —Indagó y Jeongin rascó su nuca. No sabía que decir, la camioneta si estaba fea pero a Hyunjin parecía hacerlo feliz —El que no respondas ya me da una respuesta, yo preocupándome por ustedes y ustedes...
—¡Ey Hyunjin! —Gritó Jisung —A mi me gusta, venga ya no te molestes.
—Entonces andando, una fiesta nos está esperando —Dijo y todos se encaminaron a la furgoneta menos minho.
—No me voy a subir a esa cosa —Soltó y Jeongin lo tomó de la muñeca.
—¡Andando! —Grito. Entre murmullos lograron que Minho se subiera a la furgoneta color amarillo.
El camino fue divertido, Hyunjin había puesto un mixtape de canciones de minho y en efecto, las canciones que MinHo escuchaba eran divertidas. Al llegar a la fiesta todos notaron que la casa de Hyunjin era algo grande, tenía bonitos tapices que decoraban todo el lugar y música saliendo de la rocola, habían varias personas bailando y bebiendo.
Al estar un rato un chico de pecas apareció.
—Hyunjin-ah —Llamo aquel chico. Minho solo miraba con atención la escena hasta que desvío su vista a Jeongin y notó que la sonrisa de este había desaparecido. Y no le gustó.
—¡Ouh lix! —Dijo con felicidad.
—Hablemos afuera —Pidio el más bajo y hyunjin asintió.
—Ya vuelvo, disfruten un rato... —Soltó Hyunjin y Jeongin solo miró como Lix tomaba la mano de Hyunjin para luego ambos dejar la escena. Jeongin rápidamente se dirigió a la cocina y Minho tras el, ambos tomaron una lata de cerveza para destaparla y luego beberla.
—¿Estás bien? —Indagó el mayor y Jeongin ladeo la cabeza para luego darle otro largo sorbo a su cerveza —No bebas tanto, podrías embriagarte.
—Tal vez ese sea el punto —Dijo sin rodeos y Minho no quiso entrometerse, el mayor desvío la mirada en busca de Jisung y para su sorpresa se encontraba con aquel tipo del otro día.
El tal Chan, y ahí estaba, otra vez ese revoltijo en el estómago.
—¿Sabes que? —Indagó y Jeongin lo miró —Sere hoy una mala influencia, vamos a embriagarnos como hermanitos.
