Lee Minho, a sus 20 años, ha llevado una vida algo descarrilada, agotando la paciencia de su madre con sus constantes problemas y decisiones impulsivas. Justo cuando piensa que su vida no puede empeorar, todo da un giro de 180 grados: su madre anunc...
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C A P I T U L O 22
Septiembre 1989
—Papá, préstame tu camioneta —Pidio Minho mirando a su padre quien desayunaba.
—¿Para qué la quieres?
—¡Dios! ¿Debes saberlo todo? —Indagó —No voy a estrellarla, relájate.
—Bien, tómala. Cuidala mucho.
—Si ajá —Dijo tomando las llaves de aquella pickup —Ah y... Gracias.
Minho soltó el bolso dentro de aquella camioneta y encendió el motor de esta. Arrancó pero no condujo mucho hasta estacionarse frente a la casa de Jisung. Bajo de aquella pickup y se dirigió a la puerta, tocó y luego apareció Jisung, tenía el cabello alborotado y aún llevaba su pijama.
—Te ves sexy con esa pijama de puntos rojos —Soltó y Jisung rodó los ojos.
—Es muy temprano, ¿Sucede algo?
—Si, vístete. Daremos un paseo —Musitó el mayor y Jisung asintió para luego volver a cerrar la puerta.
Luego de un rato ambos salieron y subieron a la camioneta. El camino era bastante largo y algo silencioso, Jisung había notado que después de aquel día de la feria Minho había estado algo distante con el, casi no se enviaban aviones y apenas salía con ellos, cosa que el menor cuestionaba mucho.
—¿Estás bien, Minho? —Indagó y Aquel castaño rió sin dejar de mirar la carretera.
—Si, ¿Pregunta tan repentina?
—No lo se, si estás enojado y no me lo quieres decir, estaré bien con eso...¿Fue por lo que dije en el lago?
—No.
—Entonces por...
—¡Ya para con las preguntas, Han! —Gritó hechando un frenazo haciendo que el cuerpo del menor casi golpee el tablero.
—Perdon, yo solo...
—¿Estás bien?
—Si.
—Ok —Minho siguió conduciendo en completo silencio cosa que estaba matando a Jisung, sentia la necesidad de hablarle así sea de cualquier cosa, necesitaba por la voz del mayor, su sonrisa y ver aquellos ojos que brillaban —Venga, si quieres decir algo, dilo.
—Me gusta como se te ve el color blanco —murmuró y sonrió nervioso —Combina con mi sweeter azul tejido —rio y Minho no pudo evitar soltar una sonrisa —No es gracioso, casi nunca vistes cosas de colores y hoy llevas blanco y vaqueros beige, eso está raro, déjame que piense que vamos combinados.
—Nunca dije lo contrario —Miró de reojo y Jisung se encontraba algo ruborizado —Llegamos.
