Lee Minho, a sus 20 años, ha llevado una vida algo descarrilada, agotando la paciencia de su madre con sus constantes problemas y decisiones impulsivas. Justo cuando piensa que su vida no puede empeorar, todo da un giro de 180 grados: su madre anunc...
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C A P I T U L O 16
—Por favor, follame.
Minho no dijo nada, simplemente lanzó sus labios sobre los del menor y notó como Jisung se sorprendía un poco pero luego intentó seguirle el paso, ayudó a Jisung a levantarse y posicionarlo sobre su regazo, para luego rodear su cintura con ambos brazos y su lengua empezó a viajar por toda la boca del menor. La boca de Jisung era jodidamente dulce y caliente, una boca que lo ponía tan duro, ya había soportado bastante, quería Jisung ahora. El menor intento alejarse para buscar aire pero Minho no lo dejó, sintió como Jisung suspiró y se alejó un poco lamiendo los labios del menor.
Te deseo Han Jisung.
Volvió a reclamar los labios del menor con muchas ansias.
—Minho, te quiero —tartamudeo el menor, cuando los labios de minho abandonaron los suyos para dirigirse a su suave cuello. Subiendo poco a poco hasta llegar a su oído, lamiendo y atrapando con suavidad el lóbulo de su oreja. Jisung suspiró se sentía tan vulnerable pero también tan exitado en ese momento, MinHo seguía explorando la lechosa piel del cuello con sus labios.
Minho miró detalladamente el rostro del menor para luego tomar de nuevo sus labios con brusquedad apoderándose rápidamente de esa dulce y caliente cavidad. El castaño se alejó y volvió a mirar el rostro del menor quien permanecía con los ojos cerrados y los labios entre abiertos, mordió su labio inferior y rió.
Sentía como su respiración no se normalizaba y aquella erección seguía creciendo chocando con la erección contraria, Minho rió por qué recordó que temprano ambos habían ido a la iglesia y ahora se encontraban ambos de esta manera.
Oh, demonios.
Desvío de nuevo sus labios al cuello del menor succionando con fuerza notando como Jisung soltaba un pequeño gemido así que repitió la acción y Jisung apretó sus labios tensandose un poco, el mayor acercó sus labios al oído.
—Relajate —Susurro y Jisung asintió lentamente. Llevo sus manos al orillo de la camiseta de Jisung para quitársela y tirarla al suelo, cuando sus manos hicieron contacto de nuevo con la piel del menor supo que ya no había marcha atrás.
El corazón de Jisung iba a toda velocidad sentía pena, odiaba su cuerpo pero al ver cómo los ojos de minho inspeccionaban su cuerpo con lascivia algo de ese miedo se esfumó.
—Me encanta tu cuerpo, Han —Confesó para luego darse la vuelta y dejarlo sobre el colchón, se veía tan atractivo de esa manera con su cabello hecho un desastre y su cuello enrojecido en ciertas zonas, era adictivo, quería devorarlo por completo.
Minho desvío la mirada al pecho del menor al ver aquellos botoncitos algo erectos, no habían pechos era completamente plano, no estaba mal, aquella vista hacia que le doliera la entrepierna.
