Capítulo 2. Mundos paralelos

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Era divertido.

Monica ni siquiera tenía que acercarse, bastaba con mirar de lejos a Dana para que esta saliera huyendo de cualquier lugar.

No es que Monica fuera algún tipo de bully a la que le gusta solo molestar gente porque sí, pero Dana reaccionaba de una forma tan graciosa que no podía parar de hacerlo.

Aunque ese día era diferente.

Monica no había visto a Dana por ninguna parte, y estaba ahí fingiendo que no le importaba, platicando con sus amigas pero con la mirada barría cada rincón sin encontrar a la chica.

¿No vino a la escuela?

Monica no tenía ni idea de en qué edificio, aula o clase estaba aquella mujer, así que era imposible ir a buscarla.

__ ¿Qué tanto piensas? __ Brianna la asustó cuando su rostro apareció de repente obstruyendo la visión de Monica, los ojos de Brianna se veían gigantescos detrás de aquellos anteojos gruesos.

__ Nada.

__ Sabes que esta es amargada, ni para que le hablas, ha de estar pensando en Leonardo.

Monica rodó los ojos.

Sus amigas tenían esa manía de nombrar a su novio para todo. Y Monica que prefería ni acordarse de él.

__ Me voy, ustedes me hartan.

Las tres se ríen de ella y su berrinche. Monica les saca el dedo de en medio y decide mejor ir al baño.

Aprovechando que tiene esa hora libre ya que el maestro ha decidido no llegar a dar clases.

Monica ingresa al baño, se mira un momento en el espejo del lavamanos, acomodando su cabello y observando que todo este en orden con su vestimenta. Cuando está contenta con el resultado está por salir pero escucha un ruido extraño en los cubículos.

¿A caso eso son arcadas?

Monica avanza cuidadosamente sin hacer ruido hasta el único cubículo que tiene la puerta cerrada, entonces escucha el sonido de nuevo, claramente hay alguien vomitando ahí.

Monica sacude la cabeza asqueada y decide mejor retirarse, pero entonces el cubículo se abre y Dana aparece frente a sus ojos.

La chica parece no saber como reaccionar, y Monica tampoco sabe muy bien qué hacer, no esperaba encontrarsela ahí y mucho menos vomitando.

"¿Me metí con una embarazada? Ahora querrá que le pase manutención al niño"

Monica comenzó a sacar conclusiones, ¿a caso era posible que Dana estuviera esperando un hijo? ¡Imposible! No tenía ni la más mínima señal de embarazo en el estómago.

"¿Y si apenas comienzan los síntomas? ¿Y si apenas se está dando cuenta? El niño no es mio, los dedos no embarazan"

Dana decidió que era mejor idea ignorar a la mujer con cara de idiota frente a ella y avanzó hacia el lavamanos, mojandose el rostro y enguajandose la boca. Su imagen frente al espejo no era la mejor de todas, tenía los ojos rojos y el rostro pálido, unos cuantos cabellos rebeldes caían sobre sus ojos y le dolía el estómago de estarlo retorciendo para sacar todo su almuerzo.

No era la primera vez que Dana se provocaba el vomito a sí misma, cada vez que se miraba al espejo se odiaba, ante sus ojos se miraba con muchísimos kilos de más.

Incluso si no era así.

Monica reaccionó poco después, posicionándose detrás de la mujer que seguía frente al espejo.

La novia de mi novio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora