La novia de mi novio.

Capítulo 11. Regla 7

__ ¿Qué? ¿Ahora eres el novio perfecto esperando a su princesa fuera del colegio?

Monica había intentado evitarlo, de verdad que quizó pasar de largo.

Pero ver a Leonardo con sus kilos de gel en la cabeza, la camisa planchadita y desprendiendo el litro de perfume que se ha tirado encima fue suficiente como para querer burlarse un ratito de el.

__ No es tu problema.

__ No, claro que no lo es. A mi me da igual, pero soy fanática de los payasos, y tu eres uno muy bueno __ Monica estaba sonriendo.

Leonardo ni siquiera la miraba, sus ojos estaban al frente esperando a que Dana se apareciera rápido. Antes de no poder seguir con su papel de indiferencia y terminará rogándole a Monica como siempre.

Porque la seguía queriendo, a ella y solo a ella.

__ Déjame en paz.

__ Vale. Te dejo para que recibas a tu amorcito. A fin que a mi ya me has superado, ¿cierto?

Monica dio un par de pasos hacia atrás y se despidió de él con la mano, pero cuando intento avanzar sintió el agarre en su muñeca, ella sonrió burlesca.

__ ¿Estás celosa ahora?

Mónica soltó una carcajada.

__ ¿Celosa yo? ¿De ti? Por favor.

__ Eso parece, porque estas aquí molestando sólo porque la he escogido a ella.

__ ¿Qué la has elegido? ¿Por qué te engañas? Estás con ella porque eres un punto egoísta que no sabe estar solo, no la quieres, no la quieres ni un poco y lo que es peor ni siquiera le tienes respeto. Estas con ella sólo porque no pudiste estar conmigo.

Tenia razón, ella lo sabía, y esa seguridad en su voz es lo que a Leonardo le encantaba tanto.

__ Tu no tienes ni idea de lo dificil que es esto para mi __ el intento tocarle el rostro pero ella no lo dejó __ Estoy con ella porque tu me dejaste muy en claro que ya no había una oportunidad para mi. Y me duele tanto porque yo realmente quería un futuro contigo.

Monica no podía creer la cantidad de estupideces que el estaba diciendo. Y sobre todo, no podía creer el como los sentimientos de Dana a él no le importaban ni siquiera un poco.

No la merecía, Dana era demasiado para el. Dana era demasiado para cualquiera.

__ Solo acabo de confirmar lo que te dije. Eres un jodido egoísta que no sabe estar solo. Y a mi me vales mierda tú, pero no voy a dejar que la lleves entre los pies, a ella no.

__ ¿A ti qué? ¿A ti Dana qué?

Ahora estaban gritandose, muy de cerca y mirándose a los ojos.

__ A mi Dana todo, ella me importa.

Ahora era Leonardo el que reía.

__ ¿Te importa? ¡A ti no te importa nadie más que tú! Si no quieres ni a tu propia madre.

__ ¡Hijo de...! __ ella iba a cachetearlo, estaba tan enojada y al mismo tiempo asustada.

Porque había admitido en voz alta frente a otra persona que Dana realmente era importante para ella.

__ ¡Monica! __ Dana fue quien impidió que el golpe llegará, porque su voz era como un dardo disparado hacia su dirección que la obligaba a controlarse, Monica tuvo que cerrar el puño y bajar la mano en contra de su voluntad, simplemente empujando a Leonardo lejos de ella.

Dana llegó corriendo hacia ellos, posicionándose frente a Leonardo, protegiéndolo de Monica, sus ojos se encontraron con los de la otra chica, podía ver las expresiones llenas de ira de Monica.