La visita debió de haber hecho las cosas más fáciles, pero en realidad fue todo lo contrario.
Porque ahora Dana sentía el tiempo correr más lento, mirando hacia el techo de su habitación siempre solo pensando en ella, en su sonrisa burlesca, en su voz irónica.
Todo lo que tenía de ella era aquel retrato que le hizo el día de visita, era un dibujo hermoso, miraba las facciones de Monica, la hermosa línea de su mandíbula. Sus ojos, por más que intento captar lo que sus ojos transmitían no lo había logrado, Monica era demasiado para poder plasmarla por completo en papel.
Pero tenía que conformarse, era todo con lo que podía vivir por el momento. Al menos extrañar a Monica la mantenía con la cabeza ocupada, estaba más al pendiente del pasar de los días que de cuantos bocados se llevaba a la boca, estaba mejorando.
Quizás por ello fue que las personas encargadas de cuidarla decidieron aplicarle la primera prueba que les hablaría de que tan apta era realmente para reintegrarse a su vida fuera de aquel lugar.
Aquel día la levantaron desde muy temprano, ni siquiera había llegado la hora del desayuno cuando fue llevada a la oficina de la señora Gerbera, quien era la encargada de hablar con ellos, de medir sus avances y evaluarlos.
__ Buenos días, Dana, bienvenida.
Dana solía ser tímida ante Gerbera, de alguna manera era sabia que esa mujer tenía en sus manos decidir si era necesario tenerla recluida más tiempo.
__ Buenos días, señora Gerbera.
__ Toma asiento, por favor __ Dana obedeció tratando de mantener la espalda recta, no quería verse asustada, quería transmitir confianza y seguridad, como una chica sana, como una chica normal __ Escuche que en tu última visita hubo una persona nueva.
__ Ah, si claro.
__ Y también se dice que has estado muy feliz desde eso __ Dana sonrió cortamente, sus mejillas no tardaron nada en teñirse lo que llamó la atención de Gerbera __ ¿Qué te parece si me hablas sobre el?
__ Ella __ Dana corrigió sin pensar, y al darse cuenta de lo que había hecho se quedó muda y con la mirada en el suelo. __ Es una chica.
__ Entonces debe ser una chica muy especial __ Gerbera habló con ese tono tranquilizador, ella no estaba ahí para juzgar, su único trabajo era escuchar.
__ Lo es.
__ ¿Por qué no había venido antes?
__ Creo que pensaba que la odiaba __ Dana observó las paredes de la habitación.
¿Cómo el blanco podía ser un color tan frío? La perfecta definición de vacío y de la nada.
__ Eso suena a que hay una historia detrás.
Dana suspiró, sabía que Gerbera intentaba ser sutil para obtener más información de ella, y aunque al inicio fue un poco difícil soltarse, con el paso del tiempo se le había hecho mucho más sencillo y de alguna manera, aquella mujer logró ganarse su confianza.
__ Ella le contó a mis padres sobre mi problema con la comida, cuando ellos decidieron encerrarme yo la culpe por todo, y la deteste mucho por eso.
__ ¿Y cómo te sientes ahora?
__ La extraño __ Dana se encogio de hombros __ yo me estaba hundiendo y nadie parecía notarlo, pero ella lo hizo, después de un tiempo entendí que yo no le deje otra opción. Que nunca le permití ayudarme de otra forma.
__ Sí tu salud le importa tanto, estoy segura de que verte mejor la hizo muy feliz.
__ Quizás si, pero no lo menciono. Ame eso, estando aquí encerrada cualquiera pensaria que no tengo nada más que hablar con alguien que de esto, lo más lógico era que ella preguntara sobre mis avances o sobre la manera en que ustedes me ayude. Incluso que mencionara cualquier otra frase como "Te ves mejor, Dana, que gusto que te estés recuperando".
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La novia de mi novio.
Short StoryMonica es novia de Leonardo. Dana es novia de Leonardo. Ninguna sabe de la existencia de la otra. O al menos no lo hacían hasta que chocaron en aquel bar. Monica estuvo con Dana, Dana la acepto. Monica no tenía remordimientos. Dana no podía con...