-La Pesadilla de las Profundidades Marinas-

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Otama estaba teniendo pesadillas, Ace había comenzado a hacer nidos en su cuarto porque ahora tenía una cachorra. Una habilidad común en los omegas es generar leche para poder calmar a los cachorros. Había pocos omegas en el barco y sabía que tenía que hablar con Marco para que le diera los medicamentos reguladores de hormonas, pero aún así, le daba una vergüenza de muerte.

Hasta el momento, todo había funcionado bien. Otama solo le pedía leche en la noche cuando estaban solos. No esperó que se lo pidiera frente a todos.

Él solo estaba escribiendo los papeles que Izo le pedía para comprar más papel y esas cosas de navegación, cuando Otama entró llorando al cuarto corriendo hacia Ace.

¿Qué pasa, Yoi? - Marco no había visto nunca a Otama llorar, pero no lloraba por miedo, era por hambre.

¡Papá, tengo hambre! - Ace tenía que haberlo sabido; los cachorros toman leche hasta como los 13 y ella apenas tenía 5. Era obvio que seguiría pidiendo leche. El rojo subió a las mejillas de Ace.

¿Otama quieres leche?... lo siento, nena, te daré fórmula, pero Ace no da leche, Yoi - Marco se rascó la cabeza, y Barba Blanca suspiró.

Ace sonrojado tomó a Otama en brazos y se encaminó a su cuarto. Después de eso, la niña volvió feliz, y en la comisura de su labio había leche. Ace regresó a sus papeles.

Ace... ¿qué le diste a Otama? - Thatch lo miraba impactado.

Leche - Ace casi gruñó.

Hijo, ¿amamantaste a Otama? - Barba Blanca mecía a la niña en sus manos.

Sí, ¿ustedes no amamantan o qué? - Ace gruñó sonrojado; eso era privado.

Bueno... en realidad, no todos los omegas amamantan. No todos pueden, Ace - Izo le explicó, y Thatch se rió. Obvio él no podía porque primero fue alfa.

¿Lo podemos ver, Yoi? - Marco preguntó sin pensar. Nadie se lo esperó, menos la cachetada que le cruzó la cara a Marco. - Perdón, Yoi - El alfa se mantuvo estoico dándose cuenta de lo que dijo.

Eso pensé, piña descarada - Ace gruñó; Marco era su novio, pero no estaba al nivel para verlo amamantar, menos para beber.

Perdón, Ace, pero es que no pensamos que fueras capaz de amamantar. Después de todo, no ronroneas ni sueltas a menudo tu aroma - Namur lo miró con una sonrisa.

Sí ronroneo, y sí tengo aroma, solo que en mi isla eso se ve como algo privado de un omega que solo se comparte en momentos adecuados - Ace miró a otro lado.

¿Como cuales? - Jozu preguntó interesado.

Como cuando relleno mi tatuaje o algo así - Ace se arregló el pelo.

¿Has pensado en rellenarlo, hijo? - Barba Blanca trató de mantener el tema a flote.

Tal vez en un tiempo, papá - Ace siguió con sus papeles, mientras todos lo miraban.

¿Alguien sabe cómo quitarle las pesadillas a los niños? - Ace preguntó dejando los papeles a un lado mientras miraba a los demás.

¿Otama tiene pesadillas? Si te molesta, puedo cuidarla yo, Yoi - Marco iba a seguir, pero se detuvo cuando Ace le gruñó. Está bien que Otama le diga papá a Marco, pero esa cachorra duerme en su nido cuando ella quiera.

Según tengo entendido, en el nido y con aroma, tal vez aún es muy pequeña para dormir fuera del nido, pero nosotros no hacemos nidos - Jozu se rasco la nuca; casi todos en el barco eran alfas o betas, máximo 100 omegas de todos los que hay en la familia.

Bueno, tal vez tenga que dormir conmigo hasta que sea más grande... - Ace miró a Otama. - Otama, ¿quieres dormir con papá?

¡Sí! - Otama comenzó a saltar alrededor de Ace. El portador de la fruta del fuego sonrió, feliz de que su hija amara dormir con él. Ambos se fueron de la habitación hablando.

Yo quiero que me deje dormir con ellos, Yoi - Marco se golpeó la cabeza con la mesa; no podía ir e imponerse después de tratar de morder a Ace al principio, pero no quería asustarlo. No tenía derecho a pedir nada.

Pídeselo - Le dijeron todos al mismo tiempo.

No es así de simple, Yoi - Marco miró a su padre con un puchero, y Barba Blanca suspiró, años de experiencia inimaginables para llegar a esto, es decirle un consejo de amor a su hijo.

Marco, solo ve y pregúntale. Si no, aún no es tiempo. Si sí, aprovecha. Eres mi hijo, no seas cobarde - Y de repente, Marco salió corriendo de la vista de su padre para aparecer en la habitación de Ace. Frente a su puerta levantó su mano y tocó lentamente.

¿Sí? - Ace abrió la puerta; no tenía camisa y su pecho estaba húmedo, seguramente estaba amamantando a Otama, pero Ace no tenía vergüenza en mostrar su pecho.

Hola, Ace, yo... ya sabes, como Otama me ve como su otro papá - Qué vergüenza, Marco, poniendo de excusa a la niña - me preguntaba si podía dormir con ustedes, solo si tú quieres - Ace lo miró un momento.

Si no te molesta, duerme con la señora cabra y kotatsu también - Ace se movió a un lado dejándolo entrar.

Marco miró hacia adentro; estaba todo limpio y ordenado, el nido de Ace era hermoso y Otama con los dos animales estaban dormidos en el gran nido, era como para 10 personas.

Claro que no me molesta, Yoi - Ace asintió y lo dejó entrar. Ace se volvió a subir al nido. Marco solo quería morder al omega, pero tenía que mantener los límites. Se acostó en el nido y ambos se acostaron a dormir.

Ace solo miraba a Marco. Sabía que en cualquier momento podía ser atacado, podía ser mordido, como Thatch con Izo. Aunque ahora se aman como nunca, Ace no pudo evitar sentir su estómago retorcerse ante el recuerdo de la historia de cómo Thatch se volvió omega en manos de Izo.

Bohemio[TERMINADA][Corregido]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora