-La Hora de la Venganza Sobrenatural-

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Había algo extraño en el ambiente, algo sobrenatural. Sabía que algo desagradable estaba a punto de suceder; algo extraño. El mar se movía de manera peculiar.

Demoraba mucho en el baño, no porque lo estuviera usando, sino porque quería acabar con todo de una vez por todas. Sin embargo, no podía. Tenía cosas que lo ataban a esta tierra.

Ace estaba ocupado con su papeleo. Agradecía que hoy Marco no estuviera en su modo "alfa", porque podía sentir perfectamente cuando Marco se transformaba en su fénix. Se escondía en la ventilación para vigilar con esos ojos que brillaban en la oscuridad a Ace. Un día se dio cuenta de que el fénix de Marco tenía un haki diferente, lo cual a veces le daba mucho miedo.

Otras veces, su instinto lo hacía mojarse, así que corría directamente al baño y se quedaba un tiempo. Le molestaba porque retrasaba su trabajo, pero no se sentía con la capacidad de decirle nada a Marco. Después de todo, ¿cómo podría decirle "oye, deja de mirarme, me asustas o me provocas"?

Además, hoy sería raro, ya que se suponía que Otama dormiría sola en su habitación.

¿Ace yoi? - Hablando del diablo.

¿Qué es lo que pasa, Marco? - Ace miró a otro papel que estaba tratando de completar con información de otras fuentes.

Papá quiere que cambies la dirección, yoi - Marco sonrió nervioso, sabiendo que a Ace no le gustaría nada eso. Mover todo un barco era un gran problema para una sola persona, pero Ace era 40 veces más veloz que todos ellos juntos. Además, finalmente podrían navegar con seguridad sin que el mar se los tragara o los lanzara a una isla en el cielo.

¿Por qué papá quiere un cambio de dirección tan repentino? ¿Hacia dónde quiere que mueva la dirección de todo un barco? - Ace dijo entre dientes, y Marco sonrió nervioso, no le gustaba molestar al omega.

Quiere que nos movamos hacia Marineford... tenemos una guerra, Ace yoi - Ace se quedó quieto y no pudo evitar que las palabras del demonio retumbaran en su cabeza.

¿Quiere ir a Marineford a hacer guerra?... pero, está enfermo - Ace se sentía preocupado; esto podía significar el final.

Él quiere guerra y no hay otra opción. El Gobierno Mundial se atrevió a amenazar a uno de nuestros hermanos, Ray, de la división de Izo. Es hijo biológico de un rey que quería casarlo con un alfa dragón celestial. Todo estaba bien hasta que el dragón vio la foto de Kay, lo quiere, y nos moriremos antes de entregar a alguno de nosotros, yoi - Ace miró a Marco y asintió.

Tenemos que hacer muchas paradas en islas, demoraremos en llegar, pero llegaremos a puerto seguro para desembarcar bien. Así podremos comenzar esta pelea - Ace miró a Marco, que asintió sentándose al lado del pelinegro mientras Ace comenzaba a marcar el nuevo camino y a cambiar la dirección.

Hoy Otama dormirá en su habitación ella sola - Ace dijo mientras movía algunas brújulas. Las pupilas de Marco se agrandaron de repente mientras mantenía su mirada fija en la espalda de Ace.

¿Te... te molesta si me duermo contigo esta noche, yoi? - Marco miraba hacia los lados sonrojado.

Ace miró un poco a la muralla y asintió sonrojado, dando el visto bueno a Marco, que sonrió y se fue. Ace suspiró. Cuando volvió a su cuarto, se acomodó en el nido. No tenía pensado subir de nivel a nada sexual, pero sí había algunos toques; Ace creía que estaba bien.

¿Ace yoi? - Marco entró en el cuarto con una sonrisa, y Ace lo miró curioso desde el nido.

No voy a tener sexo - escapó rápidamente de la boca de Ace.

Claro, lo entiendo. Aun llevamos muy poco tiempo para ti, yoi - Marco entró al nido con Ace, el pecoso lo miró.

¿A qué te refieres con "para ti"? - Marco se puso nervioso, esperaba no haberla cagado.

Es que... bueno, para los piratas las cosas son más rápidas, ya sabes, si te gusta alguien solo vas y bueno... ¿tienes sexo? - Ace lo miró. Él no iba por ahí teniendo sexo.

¿Tienes alguna enfermedad de transmisión sexual? - Ace preguntó desconfiado.

No, no de verdad, yoi - Marco movió las manos nervioso, pero Ace aún lo miraba desconfiado.

MMM - Ace entre cerró los ojos mirando a Marco.

De verdad te lo puedo demostrar, yoi - Marco se bajó los pantalones para mostrarle a Ace que no tenía signos de enfermedad. - ¿Ves, yoi? - Marco levantó la cabeza y se encontró con el rostro de Ace sonrojado hasta arriba. - Espera, no era así, yoi - Marco ni siquiera pudo decir algo cuando Ace ya le había lanzado una almohada en la cara. Cuando se le cayó de la cara, Ace ya no estaba en el cuarto.

Es un tarado - Ace se metió en el cuarto de Marco; dormiría aquí esta noche para que nadie lo molestara. Se acomodó en la cama de Marco, que obviamente tenía el olor del alfa. Ace se sonrojó y pensó en lo que había visto. ¡Eso no le iba a entrar de ninguna manera! Pero aun así, se sentía con ganas de hacer algo más.

No es como si tuviera más oportunidades. Pronto tendrían una guerra, y por alguna razón, Ace sentía que no iba a salir para nada bien parado. Esta pelea le daba un muy mal presentimiento.

Ace estaba pensando en enviar a Otama con Luffy. No quería que a su niña le pasara nada. Tendría que enviarla primero con Shanks. Ace miraba al cielo; algo le decía que no iba a salir vivo de esta pelea, pero aún así, se sentía de alguna manera en deuda.

Solo le tocaba defender lo que amaba. Esperaba, como mínimo, no verle la cara a Sengoku. A ese viejo lo ha odiado toda su vida, y Sengoku sabría que él mató a Garp. Por lo que tal vez vaya detrás de Luffy, o si llama mucho la atención... tal vez haga que se olvide de Luffy y Otama.

Bohemio[TERMINADA][Corregido]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora