-La Maldición del Fuego Ardiente-

1.1K 155 45
                                    

Ace se encontraba en una isla remota. Ahora que pudo escapar, necesitaba aprender a usar bien sus habilidades de fuego, porque no quería terminar muerto en un barco en llamas. Así eran las situaciones que tenía que sufrir este muchacho, pero no importaba porque ahora tenía una familia, fantasmal, pero lo importante es que ya no estaba solo ni abandonado en ningún momento de su vida.

¿Entonces me verán siempre? - Le preguntó Ace a sus nakamas, porque bueno, había necesidades que un adolescente como él necesitaba suplir.

Tranquilo, no estamos siempre aquí, podemos movernos por todos lados gracias a ti, pero tenemos un lazo contigo, así que podemos volver a ti siempre - Ace suspiró ante las palabras de Deuce. Se podía masturbar, ¡aleluya!

¿Cuándo vas a florecer? - Saber miraba a Ace, que le dio una sonrisa débil.

Aun no he florecido - Ace explicó mirando un poco al mar. No le importaba mucho tener su marca, ¿quién iba a querer a un demonio como él?

Tranquilo, seguro que floreces muy pronto - Cornelia le dio una sonrisa amable a Ace, que sonrió.

¿Ustedes son todos del mismo lugar? - Ahora Ace estaba curioso.

Nah, nunca encontramos nuestro destino así que nos juntamos - Finamore le dio una sonrisa rebelde a Ace. El pecoso no pudo evitar soltar una carcajada.

¿Y no quieres ir a buscarlo? - Ace se sentó en el suelo mientras Kotatsu ronroneaba a su alrededor.

Nah, ¿para qué? Ahora tenemos un hermanito menor que cuidar. Además, ni nos van a poder ver. Vamos a estar como idiotas flotando cuando podemos cuidarte - Skull no pudo evitar reír por detrás de su máscara. No tenía ningún problema con quedarse al lado de Ace por el resto de la eternidad y ayudar a este joven pirata con las atrocidades que se le venían encima.

Bueno, eso es reconfortante, aunque tenemos que tomar en cuenta que casi te como - Ace sonrió mientras Deuce giraba sus ojos de manera exagerada.

Bueno, deberías entonces agradecer que cuando uno se muere ya no siente nada en sus huesos porque entonces te habría tirado de los pies en la noche por el resto de tus días - Deuce y los demás no pudieron evitar reír ante la cara de miedo que tenía Ace.

Oh, cuidado Ace, hay algo detrás de ti, puedo sentirlo - Leonero miró algo que estaba detrás de Ace, acechando a su hermano menor como si se tratara de una presa.

¿Eso es un lince? - Preguntó Ace mientras el animal se acercaba gruñéndole. A Ace no le interesaba; estaba acostumbrado a atacar animales para poder sobrevivir.

Sí, definitivamente es un lince, hermanito. Deberías mantener tu distancia. Sus dientes se ven muy afilados. Definitivamente no le doy más de unos 2 o 3 años de vida - Barry informó con cuidado de no asustar a su hermano menor. Claramente, ninguno de ellos había visto a Ace aún en acción.

Bueno, eso no será problema si no me ataca - Ace se encontraba realmente tranquilo. Sabía que nada pasaría si se quedaba quieto y dejaba que el lince se fuera. Después de todo, él parecía mucho más grande que el felino y sabía que eso les generaba miedo.

Pero el pecoso se tensó un poco cuando los ojos del gran animal se fijaron en su pequeño amigo, Kotatsu estaba detrás de él gimoteando y erizándose como el bebé que era detrás de su "papá". Después de todo, Ace era quien se había quedado con él después de que él mismo se dedicó a matar y comer activamente a su madre, aunque eso era algo que el pequeño felino no podía relacionar. Ace lo alimentó y calentó, así que es papá y punto.

Ni siquiera lo intentes, maldito hijo de perra - Ace gruñó pero el lince parecía bastante terco y de un salto trató de abalanzarse sobre el bebé de Ace, y eso de ninguna manera lo iba a permitir. Había algo dentro de él que le decía que no debía dejar que tocaran al cachorro, ese era su instinto omega, y no iba a dejar que nadie tocara a su maldito bebé.

Sin darse cuenta, sus instintos se encendieron desde lo profundo de su corazón, con la necesidad de proteger a la manada. Su fuego salió disparado hacia adelante con la intención de proteger a su cachorro. El animal terminó incinerado en cuestión de segundos; estaba listo para ser comido, aunque era poco para lo que él comía. Podía tomarlo como un aperitivo para alimentar también a Kotatsu.

Vamos a comer - le ordenó al gatito, que corrió saltando al lado del animal rostizado para alimentarse junto a lo que sería su padre.

¿Acaso eso no es canibalismo entre especies? - Kukai miró a los demás, que se encogieron de hombros. ¿A ellos qué les importaba lo que hiciera el pecoso en vida? Ellos ya habían vivido la suya, además, estaban más muertos que una tabla.

Déjalos, ellos sabrán lo que hacen - Dogya suspiró mientras veían a Ace darle carne a Kotatsu, que la aceptaba gustoso.

No sabía que tenías tanta fuerza dentro de tu ser - Banshee sonrió mirando al pecoso, que le otorgó una gran sonrisa en respuesta.

Vamos, Kotatsu, no te comas los órganos, eso te dejará lleno de sangre - Ace regañó al pequeño que ya estaba cubierto de sangre y órganos.

Qué le vamos a hacer, tendrás que lavarlo - Kukai suspiró mientras todos reían. Bueno, ahora solo tenían una misión: cruzar la gran línea y ayudar a Ace a hacer un gran pirata. Todos esperaban que el chico floreciera de una manera graciosa, porque todos podían sentir el gran futuro que le deparaba a este chico.

Lo que no sabían es que del otro lado de los mares existía una familia de piratas igual o más enferma de la mente que Ace, y haría cualquier cosa por mantener a la manada unida, incluso si eso significaba degollar a algunos cuantos y sacar algunos órganos.

Bohemio[TERMINADA][Corregido]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora