Capítulo 25; Misión. (1/3)

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— A partir de hoy, serás la divinidad de las almas — dijo Luzbel, entregándole un pequeño amuleto.—. Esta es tu arma. Puede ser cualquiera que consideres adecuada para cada situación.

— Gracias, Amo Luzbel — (Nombre) hizo una reverencia con una sonrisa radiante. Estaba tan feliz de obtener un título tan importante.

— Ven conmigo — Asintió, y lo siguió. Una vez llegaron a las escaleras que llevaba al trono, él prosiguió.—. Sé que puede ser muy pronto, pero ya tengo una misión para ti.

— ¿De verdad? — se sorprendió. Sin embargo, no tenía ningún inconveniente con eso.—. ¿De qué se trata?

— Hay rumores de una posible guerra en el reino del sur con el del norte.

"Lilith está en el reino del sur..." Pensó para sí misma.

— Entiendo. ¿Quieres que me mantenga al tanto de eso?

— Exacto — Sonrió con suficiencia. Con un movimiento de su mano, aparece un sobre enrollado y con un sello de una calavera.—. Aquí están las instrucciones de lo que debes hacer si la guerra se hace realidad.

— Uh, claro... — Lo tomó y dudó un momento de preguntar.—. ¿Estaré en la tierra todo el tiempo?

— Pues claro — respondió él con una risa al final.—. Ahora puedes encargarte tú. Tienes mi confianza — Le hizo una señal con la mano.—. Puedes irte.

— ¡Sí, Amo Luzbel! — Hizo una reverencia y se dio vuelta. Cuando bajó unos escalones, él la llamó de nuevo.—. ¿Sí?

— No hagas contacto más del necesario con los humanos. Por tu bien — bromeó esto último. Ella asintió con una pequeña risa y se marchó.

Lo primero que hizo (Nombre) fue pensar en dónde quedarse. No le sería difícil convencer a alguien o también podía quedarse en el bosque, no era un gran problema.

Lo que más debía ser de importancia, era de dónde sacaría información, y por un momento pensó en Lilith, pero dudaba que ella supiera algo.

Así que, decidió que se quedaría por un tiempo en el reino del sur. Alzó sus alas y voló por el cielo.

El viento en su cara relajó los nervios que tenía. No eran muchos, pero al ser su primera misión, tenía que hacerlo muy bien, no quería decepcionar a su amo.

Allí en el cielo saludó a unos ángeles que iban de un lado a otro, estiró sus alas, miró el paisaje y sonrió. Cuánto amaba volar...

En poco tiempo, llegó a su destino. Se hizo invisible para los humanos y caminó por un callejón de comercio.

— ¡Pescado fresco! ¡Compre aquí su pescado fresco!

— ¡Telas de la más fina calidad aquí, con un descuento único!

— Frutas recién cosechadas, verduras maduras. ¡Todo aquí! ¡Pasen, por favor!

"Cuántas cosas..." Miró su alrededor.

Había bastante gente en el lugar, por no decir muchas. (Nombre) no estaba acostumbrada a ver tantos humanos en un mismo lugar.

Ellos eran una especie nueva con la que tendría que convivir, sabía sus culturas y leyes gracias a anécdotas de los ángeles o demonios, pero nunca tuvo la oportunidad de vivir entre ellos para saberlo.

Sólo iba a la tierra para ver a Lilith, su única amiga allí, y ella vivía en una zona poco habitada pero muy linda, además de cambiar constantemente su ubicación cuando se aburría.

Mi Ángel | Meliodas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora