Capítulo 28; Tu historia.

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(Nombre) abrió sus ojos. Y en cuanto lo hizo, ya no estaba recostada sobre el árbol. Estaba en el paraíso.

Literalmente.

Vio a su alrededor. Comida en abundancia, ángeles con los que estuvo lado a lado en el infierno, todos parecían contentos.

A su izquierda, Lilith estaba sentada, sirviéndole un poco de vino. A su derecha, Gabriel.

— (Nombre), pronto Jesús vendrá. Responderá tus preguntas sobre... él.

— ¿Él...?

— ¿Lograste ver todo? — Lilith la miró, preocupada. (Nombre) entonces recordó todo su sueño, más bien recuerdos, pero con partes en los que ella no estuvo presente.

— Fuiste tú...

— Querías la verdad.

Volteó hacia Gabriel.

— ¿Dónde está Rafael? — el rubio frunció el ceño.

— ¿No lo sabes? Creí que viendo los recuerdos lo encontrarías.

— ¿Por qué lo haría?

— Porque después de irse contigo no ha vuelto en siglos...

De repente, hubo silencio. Todos voltearon hacia al frente, notando la tranquilizadora presencia de Jesús. Miró a todos uno por uno, hasta detenerse en ella.

— Ven conmigo, (Nombre).

De forma inmediata ya estaba a su lado. Ni siquiera tuvo las ganas de despedirse de los demás por las preguntas que tenía.

— Lamento que tengamos que vernos sólo para que te haga tantas preguntas, Mesías...

— Si esperas decididamente, las respuestas llegarán sin tener que preguntar — Con un chasquido de dedos, ambos estaban en una montaña. Era la misma que (Nombre) vio en su sueño, cuando él junto a Rafael y Gabriel...

Antes de poder formular una palabra, él alzó la mano, deteniéndola. Hizo que ambos se sentarán en el pasto. Después de eso, sólo hubo silencio.

(Nombre) descifró de inmediato lo que él quería hacer, y se mantuvo en silencio hasta que decida hablarle.

Sin embargo, quiso saber una cosa;

— ¿Padre....?

— Sí, él está bien.

— Qué alegría — musitó con una sonrisa triste.

Su imaginación y los viejos tiempos le hicieron creer que estarían todo el día en su lugar, pero Jesús la sorprendió al hablar de nuevo minutos después.

— Lo más correcto es que yo termine de darte las piezas que faltan de tu historia, (Nombre). En nombre de padre — Volteó a verla. Ella apretó sus manos con nervios, pero asintió.

Él suspiró, borrando todo rastro de tranquilidad, dejando un rostro serio que pocas veces se ve, y aquello no le gustó a la ángel.

— En el principio de todo, bajo una espesa niebla y oscuridad sin vida, Dios vino y creó el universo — comenzó.—. En seis días la tierra como la conocemos fue creada, y el séptimo día descansó. Esa es la historia de este mundo.

— Sí, al igual que... otros mundos, ¿no?

— No — Negó despacio, para la sorpresa de ella.—. Hay alguien más. Una entidad que no corresponde a nosotros pero que está entrelazada en ti.

<<El segundo Dios. Alguien que no es capaz de estar a la altura del Señor, pero que admiró y trató de seguir sus pasos. Y esos pasos con su determinación lo llevaron a crear una copia de la tierra, pero él era más creativo, más liberal, por lo que les dio a los humanos más de él mismo.>>

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⏰ Última actualización: Sep 09 ⏰

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