Capítulo 9; El brazalete.

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'Narra Meliodas'

Una mano acarició mi cabello rubio, al alzar mi mirada, me encontré con la dulce sonrisa de Mi Ángel.

— ¿Qué tal si olvidamos lo de hoy y festejamos por reunir a otro Pecado Capital? — Mis ojos brillaron, y le devolví el gesto.

— Que grandiosa idea. Atiéndeme, linda mesera — dije con picardía.

Y aunque esperaba avergonzarla, ella rió y revolvió mi cabello, sorprendiéndome.

— Iré por los tragos.

Un rato después ya todos se encontraban bebiendo con tranquilidad, fuera de la taberna para que Diane no se sienta mal.

Hablando de ella, en este momento estaba intentando darme de comer pescado, por suerte King le preguntó si ya estaba bien y dejó de intentarlo.

Salvado.

— Por cierto, Capitán y (Nombre)... Se me olvidaba preguntar, ¿Quién es la chica que viaja con ustedes? — Sonreí con picardía, miré a mi Ángel y ella supo que iba a decir algo indebido.

— Pues, la verdad es que... (Nombre) me confesó su amor y ahora estamos en una relación romántica, y Elizabeth es nuestra muestra de amor. ¿Cierto hija?

— ¡Señor Meliodas! ¡¿Por qué dice algo como eso?!

— ¡¿Es en serio?!

— ¡Por supuesto que no! ¡Meliodas, no uses a Ellie para tus payasadas!

[......]

— No lo decía en serio... — dije después de recibir golpes de casi todos.

No me siento querido.

— Elizabeth es la tercera princesa de Liones — explicó la albina.

King se asustó por eso ya que no "saludó adecuadamente", y aunque ya no era necesario, de repente se transformó en el King que conocíamos.

— Ay, se ve diferente — comenté sorprendido.

— ¡Sólo es magia! — gritó Ban detrás de mi. Después Elizabeth aclaró que no importa y él volvió a ser el de antes.

— Ay, ya se ve como antes.

— ¡Te dije que era magia!

— Permítame decirle señor King.... — Habló la peli-plata.—... que usted es muy poderoso. Derrotó a una Caballero Sacro que ni el señor Meliodas ni los demás pudieron.

— Me deslumbró el sol — susurro, negándome a aceptar la derrota.

— Sí, claro — se burló mi Ángel.

— Sí, es cierto. Tengo algo de poder — King nos observó.—. Pero ustedes podrían haberla derrotado usando su verdadero potencial. Ya díganme, ¿dónde están sus tesoros sagrados?

— Perdí el mío.

— ¡Vendí el mío!

— ¿Cuál era el mío?

— Mátenme...

El día siguió pasando, King nos explicó sobre la "Generación Nueva", la ciega, digo- "Guila" era una aspirante a Caballero Sacro hasta hace unos días.

Mi Ángel | Meliodas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora