Capítulo 18; Propuesta.

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Esa misma noche, el rey Bartra llamó a los pecados capitales para informarles de dos visiones.

Una de ellas era que había visto diez sombras, lo que indicaba que los diez Mandamientos volverían, y la otra, era que algo maligno aparecería en una nación del sur.

— Rey Bartra, muchas gracias por informarnos — habló Diane, luego de un silencio incómodo.

— Si eso es todo, haremos lo posible por mantener la paz y... — Merlín fue interrumpida.

— Aún me falta algo. (Nombre)... — Todos miraron a la nombrada.

— ¿Yo? ¿Qué necesita de mi, majestad?

— Estuve pensando y quiero proponerte algo, creo que esto les alegrará a todos — Ella asintió.—. Me gustaría nombrarte como un nuevo pecado capital.

— ¡¿Habla en serio, Bartra?! — Meliodas no pudo evitar sentirse emocionado. Su Ángel, parte del equipo, aunque ya lo era, pero sería emocionante volverlo oficial y que ya no la reconozcan como "la protectora del Dragón de la Ira".

(Nombre) se paralizó momentáneamente mientras los demás le daban cumplidos y expresaban lo genial que sería eso, pero ella sólo podía pensar en que...

— No puedo — El rey casi se cae de su asiento por la sorpresa.

— ¿Cómo dices?

— Lo siento majestad, pero no puedo — Todos la miraron confusos. Después de todo, ¿qué había de malo en la noticia?

— (Nombre), ¿qué dices? ¿No te gustaría ser oficialmente una de nosotros?

— No es eso, Diane, sólo... no puedo. Me gustaría, claro que sí, pero preferiría serlo otro día. Con sus visiones y todo lo que está pasando, no sé si es un buen momento...

— Lo es, (Nombre). Estamos en paz — dijo el rey.

— Y vamos a asegurarnos de que siga así — continuó Meliodas, con una sonrisa para darle ánimos.

"¿De qué servirá ser un pecado si de todas formas me iré pronto?"

— No lo sé...

— También haremos una ceremonia para que los Pecados ya no sean reconocidos como traidores — intentó una última vez el rey, todos la miraron con súplica.

— Uhm... esta... esta bien. Lo haré — Puso una diminuta sonrisa, y los demás festejaron abrazándola.

— Está decidido. A partir de mañana, serás el octavo Pecado Capital.

(....)

Elizabeth corría felizmente, su vestido amarillo con bordes blancos se balancea por el pasto reluciente.

Su sonrisa resplandecía mientras pasaba junto a los Caballeros Sacros, subía la pequeña colina y estaba a punto de entrar al Sombrero de Jabalí.

— ¡Amigos! — gritó feliz, esperando que en cuanto abra la puerta, Meliodas y (Nombre) le den la bienvenida felizmente.

Pero eso no pasó.

Mi Ángel | Meliodas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora