AN OATH OF TRUTH

Capítulo 21: For the great good of whom?

-Albus Dumbledore, queda destituido de su cargo de director del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, por negligencia y mala gestión durante casi medio siglo. Será sustituido durante las vacaciones de invierno-. Madame Marchbanks transmitió la sentencia con tanto sentimiento como una estatua de hielo. El profesor Tofty y Madame Bourke se mostraron igualmente pétreos.

El silencio que resonaba en el despacho de Dumbledore era ensordecedor. El viejo mago estaba aturdido por el inesperado anuncio. El brillo de sus ojos, despreciado por muchos, había desaparecido. Los demás profesores estaban igual de sorprendidos, pero también secretamente aliviados. Habían visto de cerca los daños y no habían podido hacer nada.

Al cabo de cinco minutos, Dumbledore recuperó por fin el control de sus sentidos y de su boca. -¿Puedo preguntar quién me sucederá?-, preguntó, con un ligero temblor en la voz.

Madame Marchbanks asintió con la cabeza. -Desde luego. No estamos aquí sólo para darte las malas noticias, Albus, sino también para aclarar las medidas que consideramos necesarias para llevar a Hogwarts a un nivel superior de educación. Después de muchas deliberaciones decidimos que Lady Malfoy era la única persona cualificada en toda Gran Bretaña para dirigir un instituto como Hogwarts.

Nos llevó mucho tiempo encontrar un sustituto adecuado, porque la mayoría de los Lords varones se encontrarían con los mismos problemas que usted. Ya tienen una agenda repleta y no podrían prestar a Hogwarts la atención que merece. Las Damas, en cambio, no tienen ese problema. Hemos entrevistado en profundidad a varias candidatas, pero Lady Malfoy resultó la clara ganadora, como esperábamos-.

Severus se acercó más a Dumbledore. -A Lady Malfoy le encantan los niños y se preocupa mucho por la educación de la futura generación. Por no hablar de Lord Slytherin, que pondrá su granito de arena. Hogwarts estará en buenas manos-, tranquilizó Severus a Dumbledore.

Dumbledore se tomó otro minuto para serenarse antes de preguntar por los demás cambios que se harían.

Madame Marchbanks describió la reintroducción de clases como hechicería, alquimia, magia elemental, etc., y la necesidad de profesores adicionales para reducir la carga de trabajo. El presupuesto había sido examinado en detalle, con muchas exclamaciones sobre la avaricia de los miembros de la junta. También explicó su razonamiento para sustituir Astronomía por COMC como asignatura troncal, antes de enviar a todo el mundo fuera para que pudieran dar a los profesores su evaluación en privado.

Hagrid fue el primero en ser llamado y Madame Marchbanks le explicó, con una compasión poco común, que simplemente no estaba cualificado para el puesto. Sí lo elogió por las lecciones que había dado y le dijo que Wilhelmina Grubbly-Plank estaba interesada en su ayuda y en sus conocimientos sobre las Criaturas del Bosque Prohibido.

Hagrid estaba bastante triste, porque le gustaba enseñar, pero incluso él se daba cuenta de que el profesor Dumbledore se había pasado de la raya al darle el trabajo. Además, había tenido tiempo de reconciliarse con la pérdida de su puesto de profesor. Que la próxima profesora y sus aprendices estuvieran dispuestos a trabajar con él le animó de nuevo y se marchó tranquilo con la noticia.

Sybil Trelawney, en cambio, se fue llorando. Ya no iba a enseñar en Hogwarts, porque su Don la convertía en Oráculo, no en Vidente. Toda una diferencia, porque los Oráculos no tenían control sobre las profecías que hacían, que se autocumplían el 90% de las veces. Adivinación se eliminaría como clase, y los alumnos que dieran positivo obtendrían una carta de recomendación a un Vidente reconocido para que pudieran recibir la formación adecuada.

A Dumbledore le entristeció verla marchar, pero como Tom había recuperado la cordura y la profecía era nula -(sí, lo había comprobado después de la primera reunión del Wizengamot)-, no había razón para que siguiera con su culo borracho.