ADVERTENCIA:
A diferencia quizás de las otras dos partes de esta obra, The Stars Shine PT III:"The Stars shine at the night sky" contiene escenas, momentos y arcos los cuáles tratarán con temas como la depresión, el suicidio o ideas suicidas. Si est...
Nacimos juntos. Crecimos juntos. Es imposible para mí odiarte.
Mi querido hermano.
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" Querido Alex. Esto es una carta para ti. No se si volvamos a vernos Algún día. Pero quería que supieras esto antes de irme.
Te quiero, te quiero mucho, hermanito. Mi yo-actual siempre te quiere bastante.
Siempre te he apreciado y siempre te apreciaré por todo lo que hiciste por mi. Eres alguien inolvidable.
Me encantaría decir que jamás podría olvidar cuán importante fuiste para mi, pero dentro de poco, dudo que siga aquí. Por eso te escribo esta carta.
Te escribo para decirte que no estés triste mañana. Que sigas adelante brillando. Quiero que seas feliz. Quiero que vivas y logres ese futuro que anhelas. El que sea que elijas, yo siempre te apoyaré. Incluso cuando no esté ahí. Te quiero. Te quiero muchísimo a ti, a Mamá, a Papá, a nuestros casi-tíos, nuestros amigos, a todos.
El mundo se verá más pequeño desde arriba ahora.
Atte: Nea-Esther P. No te riendas. "
No...
No, no, no, no, no...!
No puede ser. ¡Esto no puede ser cierto...! Fui corriendo de allí, desde casa, hacía dónde mí corazón me decía que fuera.
Hacía dónde solo la oscuridad me recuerda.
(...)
Corrí entre los espesos matorrales, sintiendo una ligera presión en mi pecho que me guiaba. Era mi instinto, el hilo rojo que me unía a ella,el que me movía por el bosque hasta un área apartada.
La sentía cada vez mas cerca, y mi corazón angustiado latía cada vez mas fervientemente. No podía dejar de desear que todo eso solo hubiese una maldita y estúpida broma.
No, no, no, no, no, no...
Esa carta era....¿Unas ultimas palabras?
Allí, en el corazón del bosque, se encontraban ellos.
Mi hermana y mi..."cuñado". Ella estaba recostada sobre un tronco, y el alado. Con una mirada perdida.
Nea estaba dormida ahí.
-¡NEA!- Lo aparté de ella y abracé fuertemente el cuerpo inconsciente de quién era la persona mas importante de mí vida.
Por suerte, aún podía oír sus latidos. De otra forma, esa angustia que sentía, podría haberme vuelto loco. Élias de Catloir no protestó ante mi actitud. Seguía igual que antes. Yo la tenía entre mis brazos, y derramaba lágrimas de alivio y lágrimas de dolor al recordar lo que escribió en aquella ambigua carta. -Lo siento, lo siento hermanita. Debí haber llegado antes...-
