CAPÍTULO 5 - Mentirosa

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—¿Príncipe primero? ¿¡Élias...!?—Un recuerdo resurgió en mi mente.
La figura de aquél joven de ojos muertos resonó. Pasaron dos o tres años de eso. Sabía a duras penas el porque estaba. Aquí, pero...—¿¡Ese niño irresponsable tiene una tarea tan importante como la es contactarse con...-

—Si. Podrá parecer un imbécil Y de hecho, es un imbécil, pero ha hecho buenas migas con Lilith, así que...-

—¡Toda la Galaxia corre peligro de desvanecerse en cualquier segundo, y le estamos confiando nuestra vida y futuro a adolescentes con problemas hormonales!?—Exclamé, interrumpiendo lo que Franziska decía. En cualquier momento iba a perder la cordura. 

Cada día, sentía que me volvía un poco mas loco. Pero esto fue el colmo. —

—E-Está bien, ¡Tranquilízate! Entiendo que estés shockeado y eso, ¡Pero no lo he decidido yo! La historia ya estaba escrita para que eso ocurriera..-

No entendí una sola palabra de lo que dijo Franziska. Tampoco llegué a prestarles demasiada atención. Hasta ahora, todo este plan estaba siendo demasiado extraño y rebuscado.

—Oye, Franziska. ¿Estás realmente segura de que esto va a salir bien? —

Ella se queda pensando unos segundos.
Definitivamente, la respuesta debía ser negativa.

—Si...Bueno... Es un poco difícil explicarlo...-

intentó justificarse, pero...

—Entonces, ¿por qué deberías creerles? O mas bien, ¿Por qué debería creerte?—

 Suspira nuevamente. Parece ser que ella tenía mis mismas inquietudes.

—No se ni siquiera que estoy haciendo con mi muerte. Ellos dijeron que con esto podrían erradicar por completo a los Metarex y salvarlos a todos. Pero, no se dan cuenta de porque fallan tanto—

—¿Por qué?—

—No es algo para lo que estés capacitado de entender —Sin dudarlo ni un segundo, negó por completo mi acceso a esa información—Pero. No tardará en llegar el día en que la bomba explote. Yo solo espero que Lilith se apure con lo que sea que esté haciendo y logre venir a apoyarlos, porque esto no hará mas que empeorar—El blanco puro del mundo onírico se empezaba a distorsionar a medida que la preocupación y seriedad en la voz de Franziska se agravaban—Ni siquiera las estrellas serán capaz de cuidarlos una vez la bomba estalle

(...)

Hasta que la bomba estalle.

Difícilmente pude olvidarme de esas palabras. Estaba convencido de que, cada vez, las cosas solo irían escalando más y más, hasta finalmente denotar.

Quizás, de ahí la analogía con las bombas.

Me sentí incapaz de comprender toda esta situación que involucra espectros, consciencias, especies semi-extintas y la existencia de un tercero que debería cuidarnos, pero que aparentemente no ha recibido las indicaciones adecuadas por parte de un niño de dieciséis años.

Increíble, supongo.
Tal vez debería seguir viviendo como siempre y olvidarme de esto.
Pero, entonces recuerdo que hay algo cierto y latente entre todo esto, y ese es el peligro que nos asecha.

Metarex o no, hay algo allí fuera que está reuniendo información de todos, y tiene un propósito fijo. El cuál, no traerá nada bueno.

Pero, de cualquier forma.

Escuchar a Cosmo hablando sobre un recuerdo de su infancia fue bastante adorable y deprimente. Pero nuestro momento juntos no tardaría en ser interrumpido por el sonido de la puerta siendo tocada por alguien.

The Stars Shine At the Night Sky| PT. III | TLSWC |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora