The Stars Shine At the Night Sky| PT. III | TLSWC |

CAPÍTULO 64 - Deseos Oscuros

Aún recuerdo la primera vez que conocí a Miles.

Entre toda mi confusión y desorientación, recuerdo haber visto su mirada inocente y confundida por primera vez en mí vida.
Yo no lo sabía aún, pero ese sería el momento en que todo mi camino se iría completamente por una ruta llena de baches.

Ese pequeño zorro que prometió protegerme, hizo todo lo posible por mantenerme segura hasta el último segundo en que nos vimos.
Hasta que mi consciencia se esfumó temporalmente.

Fui acogida en el nuevo planeta que había nacido luego de la guerra metarex, estuve un largo y desesperante tiempo sin recordar nada de lo ocurrido, pero seguía teniendo a esa figura borrosa en mi mente cada vez que iba a dormir.
Y cada vez que cerraba mis ojos, veía los suyos sumidos en una enorme desesperación.

Eso solo me hace lamentar nuestra larga y tediosa separación.
Esos años sin Miles a mí lado, fueron tortuosos y difíciles.
Sin saber ni siquiera mi nombre, pero con una voz despierta, que todo el tiempo me decía que no perdiera el equilibrio.
Sea lo que sea que eso significara.
Pero, ahora puedo entenderlo mejor.
Tú eres mi equilibrio, Miles.
Tú eres lo que me mantiene estable.
Lo que me mantiene con vida.
Lo que me aferra aquí, a esta mundana y dolorosa existencia.

Sólo tus palabras, sólo tu corazón lleno de bondad y amor puede hacerme sentir llena y viva.
Sin ti, sólo soy oscuridad.
Solo soy... Nada
No hay nada en mí... más que odio.

(...)

recuerdo que en nuestra noche de bodas, hace mucho tiempo, dijiste unas palabras;

"-Creo que no sería capaz de verte partir otra vez-"

Y luego, años después te respondí;

"-No quiero perderte-" Dije. ¿Aún lo recuerdas?

Eso... Eso no es un capricho mío. Tampoco estaba siendo celosa.
Realmente, no quiero perderte.
No concibo la idea de vivir una vida entera, o la mitad de ésta, sin que estés a mi lado.

Saber que no confiabas lo suficiente en mí, fue algo devastador.
No tardé en darme cuenta de ello, y, con los años, siento que te has vuelto bastante... paranoico.
Y creo que también es mí culpa.
Es mi culpa por actuar siempre tan débil y sumisa.
Es mi culpa por aceptar que me veas de esa forma, y no corregirlo.

Pero, temía mucho perderte.
Temía mucho que te alejaras de mí, una vez me volviera una persona dependiente y segura de sí misma.

Lo siento, te he mentido.
Te he mentido cuando dije que sería fuerte, valiente y confiada.
Te he mentido muchas veces. Pero, sobre todo cuándo decía que "todo estaba bien" conmigo.
No, no está todo bien.
No hay nada "bien" en mí.
No me siento bien lejos de ti, y sin embargo, no soy capaz de decírtelo ahora, por qué estás cientos de kilómetros lejos, seguro.

No saber nada de ti, me pone ansiosa.
Ni siquiera un maldito mensaje de texto he recibido, y eso me hace darme cuenta de lo sola que estoy...
Sin ti... Realmente no hay nada en mí.
No soy nada.
No soy nadie.

¿Quién...Soy?

Realmente... Creo que no soy nadie.
Nadie más que "La Esposa de Miles Prower"
O quizás... Si hay algo en mí...
Si hay algo que queda de esos sueños perdidos en la oscuridad.

¿Podré rescatarlos algún día?
¿O tendré que aferrarme a la idea de desecharlos?

Y, cuándo digo que solo hay oscuridad en mí, me refiero a que sólo soy capaz de percibir algo malo gestándose en mis entrañas.
Se siente... extraño.
Cada vez que me enojo, realmente se siente cómo si estuviese al borde de explotar.

Enserio, ¿Qué me está pasando?

Ella ha estado pasando por muchos días horribles desde... Todos esos sucesos lamentables.

La pelea que tuvo con papá, fue de todo, menos pequeña.
No fue una de gritos o insultos, sino más bien, un choque de egos demasiado marcado.

Es cómo si hubiese una razón detrás de esa distancia que decidieron tomar.
Una que no haya sido sólo por "nuestra seguridad"

He intentado varías veces llamar a papá, pero no responde. Su comunicador siempre está apagado cuándo le marco, y no importa lo que haga, se niega a hablarme a mí o a mamá.

-El Sr. Prower se está comportando así, porque sabe que la guerra se acerca. -

-¿¡G-Guerra!?-Tartamudeo con temor y exaltación al oír esa palabra. Esa horrible palabra. -

-Es obvio qué las cosas ya no se van a quedar así. Al parecer, esto era lo que AU quería hacer. -

-¿Iniciar una... Guerra?-

-Ella quiere hacerse con el control entero de este planeta. Colonizarlo y unirlo a su gran imperio, al igual que los Metarex solían hacerlo. -

-¿Metarex...?-

"Esa palabra la he oído un millón de veces ya. ¿¡Qué mierda es un Metarex!?

-Son los colonizadores espaciales que crearon a AU. Ellos solo pensaban en "conquistar toda la galaxia" sea de la forma que sea. -

-Eso... Es prácticamente imposible. -

-Ve tú a decirle a un dictador loco lo que puede y no hacer. -

Realmente, las palabras de Aura sonaban más serias y contundentes de lo normal. Eso sólo me hacía temer por todo lo que ocurría.

De pronto, el cielo se volvió completamente gris. El viento que entraba por la ventana de manera violenta, me hacía sentir sumamente intranquilo e impotente.

Enserio... ¿No hay algo más que pueda hacer?
Si no pude evitar la muerte de mi hermana, al menos, me gustaría poder ayudar a mi padre en esta catastrófica guerra.

Pero, no tengo nada en mí que pueda ser de utilidad.
Soy uno más del montón.
Soy un débil más.
Un idiota más, que solía creerse la gran cosa, "el gran héroe".

-Quizás debas pedirle ayuda al-Ahora-"Viudo" de mi hermana. Odio admitirlo, pero él sí sabía pelear. -

El semblante de Aura de preocupación, cambió completamente a un triste reflejo.
Algo igualmente inusual, que comenzaba a prender alarmas.

-Me temo qué... Ya no podré hacer eso. -

-Eh...?-

-Élias está...-Voltea a ver a otro lado. -En otro lado. -

"¿En otro lado? Oh... ¡Oh no, espera!"

-No puede ser... ¿¡Él también ha...muerto!?-

-Eso espero-

Susurro por última vez, Aura. Mientras las primeras pequeñas gotas de llovizna comenzaban a entrar desde la ventana.

Continuará...