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"Lots of paint"

Nina habia vuelto cansada del trabajo, especialmente porque literalmente los niños la habían encerrado.

Entró a la casa, las luces estaban apagadas, solo las luces amarillas decorativas iluminaban el lugar.
A penas puso su cuerpo dentro cerró la puerta tras ella y dejó caer su mochila en el suelo.

Continúo caminando hasta la heladera, tomó su botella con agua fresca y caminó hasta la habitación de Erick.

Estaba agradecida de que Victoria se hubiera ofrecido a quedarse a dormir con los niños esa noche, la pelinegra ya estaba deshecha.

---Ey, revoltoso, ¿Que haces? --- Se sentó en la cama de su hermano, tomando su peluche de pingüino.

El rubio se encontraba sentado frente a su escritorio, al parecer hacía tarea y al ver a su hermana entrar una enorme sonrisa con dientes apareció en su rostro.

---¡Nina! --- Se tiró sobre su hermana casi asfixiandola y la llenó de cosquillas.

Nina reía y se sentía feliz de haber vuelto a casa, solo para hacerle compañía a Erick.
El día había sido largo y realmente había extrañado a su hermanito.

---Ya, me estás matando, Erick. --- Suplicó por qué parara entre millones de risas.

El no podía parar de reír al ver a su hermana así de vulnerable, le causaba risa.

---Está bien, pero solo si me ayudas con mi ensayo para inglés. --- La chantajeó y su hermana hizo una cara de ofendida para divertirlo aún más.

---Okey, okey, te voy a ayudar. --- Se rindió y el rubio la dejó sentarse.

Erick volvió a su silla frente al escritorio y Nina tomó una silla desocupada para sentarse a su lado.

---Me quedé sin papel hace un rato, ¿puedes ir a buscar algunas hojas en la habitación de mamá? --- Pidió amablemente el peque.

---Si, claro. Hablando de mamá, ¿ella está haciendo que venga la niñera a cuidarte verdad? --- Preguntó curiosa.

---Si, la niñera suele venir a veces. Igual mamá está en casa ahora, ella está en el jardín con su amiga la del cabello raro.

Nina no pudo evitar por como su hermano describió a la mejor amiga de su madre.
Luego ella se encaminó para buscar el papel que Erick necesitaba.

Abrió el gran closet de Lidia y comenzó a revolver la caja en dónde guardaba papeles, con el fin de encontrar unas hojas que su hermano pudiera usar.

Pero no le gustó nada lo que encontró allí.
Habían muchos papeles, facturas, los papeles de la casa, incluso dibujos que Erick y ella habían hecho en un pasado, pero una cosa en específico la hizo derramar lágrimas.

Había un papel de adopción, su nombre estaba en el. Ella no era hija de su madre.

«¿Cuando pensaba decirme esto? ¡Es una hija de puta!»

Furiosa tomó el papel, toda la frustración y la rabia se habían juntado. Esto la hacía sentir una completa imbécil, digo, no tiene nada de malo ser adoptado, pero su rabia estaba allí porque su madre no pudo ser franca con ella y decirle la verdad.

Lidia nunca estaba en casa, que hoy lo estuviera era un verdadero milagro, y nisiquiera era capaz de hablar con su hija.

«¿Pensaba esconderlo por siempre?»

El simple hecho de que no tuviera los ovarios de sentarse a hablar con ella le partía el alma. Sentía que cada vez podía confiar menos en su madre.

---¡¿Cuando pensabas explicar esto?!

Babysitters - Young MikoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora