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"Night at the arcade"

La noche que habían pasado el día anterior traía a los McConnel y a sus niñeras extremadamente cansados.
Todos dormían, la casa estaba en completo silencio, tanto así que podría escucharse el ruido de un alfiler caer.

Los hermanos descansaban en sus respectivas habitaciones, mientras que las niñeras descansaban en la habitación de invitados, que los padres McConnel les habían asignado a ambas.

Aquel cuarto contaba con una única cama, una cama matrimonial.
Nunca habían dormido juntas en ella, siempre tenían vergüenza de hacerlo, pero habían bailado demasiado y estaban muy cansadas la noche anterior como para pensar demasiado en ello. Además, según el horario que ambas tenían, esa noche ambas tenían que pasarla en la casa de los niños.

No tenían más opción, pero a ninguna le disgustó.

La primera en despertar fue Nina, ella se estiró en la cama y soltó un gruñido mientras soltaba todo tipo de estrés, aunque esta no contaba con que su brazo se iría tan lejos y terminaría golpeando a la mujer dormida a su lado.

---¡Auch! --- Gritó la peliblanca y rápidamente la pelinegra llevó su mano a su boca con sorpresa.

Swan se sentó en la cama para luego acercase más a Victoria, para poder ver si no le había hecho daño.

---¡Lo siento tanto, Vic! --- Pasó sus manos por la cara de Victoria, quien aún no podía abrir bien su ojo derecho debido al golpe. ---Mierda, soy tan torpe. --- Llevó su mano a su cabeza y bufó con frustración.

---No pasa nada, solo fue un golpesito. --- Se rió un poco y se rascó el ojo dónde había recibido el golpe. ---¿Tenemos hielo? con un poco voy a estar bien. --- Preguntó mientras seguía acostada.

La de ojos marrones la miraba detenidamente y asintió al escuchar su pregunta.

---Si, si, yo repuse el hielo ayer. Ya vuelvo. --- Salió rapido de la cama, tan rápido que casi se tropieza y Miko se burló con una carcajada de ella.

Nina le levantó su dedo del medio y continuó su camino al primer piso.

Mientras la pelinegra se encargaba de buscar lo nombrado, Victoria se sentó en la cama y encendió su teléfono, viendo así montones de videos de ella en el show de la noche anterior. Sonrió al verlos y le llamaron la atención como muchos habían grabado a Nina, diciendo que era su nueva novia.

---Que bobadas dicen, pero ojalá, puñeta. --- Se reía mientras miraba las redes.

---¿Quienes dicen bobadas? --- Entró al cuarto con una sonrisa y con el hielo y un paño en la mano.

Ramírez se sobresaltó, saltando en su lugar.

---Ay, ni que hubieras visto un fantasma. --- Rodó los ojos y se sentó a su lado. ---Ven, acércate para que no se ponga morado. --- Dió unas palmaditas en la cama, indicándole que debía sentarse más cerca para que pudiera colocarle el hielo.

Mientras la peliblanca se acercaba, Nina envolvía el hielo en el paño.

---¿Me va a doler? --- Hizo un puchero.

---Tal vez, eso me preocupa. --- Hizo una mueca y Victoria tiró su cabeza hacia atrás.

---Ey, deja de mover la cabeza, necesito ponerte el hielo Victoria. --- Tomó su cabeza y la colocó en posición recta, la peliblanca hizo una cara triste. ---Lo siento tanto. --- Se disculpó antes de poner el hielo sobre su ojo.

---Mi mamá me daba besos en el lugar donde solía lastimarme de pequeña. --- Habló con un tono juguetón, mientras se cruzaba de brazos y hacia trompita con sus labios.

Babysitters - Young MikoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora