Cinco

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—¿En serio tienes que irte? —Se quejó Ari.

—Si, pero voy a estar con Roier, pueden ir cuándo quieran. —Sonreí.

—O no, mejor no. —Dijo Roier tomando mis cosas y las de él para ponerlas en el Uber. —No queremos ser molestados, nunca, bai.

Ambos subimos al Uber y éste nos llevó a la casa del chico. Mientras estábamos en camino me dijo que antes vivía con su novia, pero que ella supuestamente se iba a ir del departamento en el tiempo que no estaba él ahí.

Roier esperaba que ya se hubiera ido la chica pero cuando llegamos al departamento se escuchaban voces femeninas dentro.

—Puta madre, seguramente trajo a su amiga la esquizofrénica.

—¿Esqui... Qué?

—Nada, espera aquí, tengo que hablar con ella.

Me quedé afuera de la casa esperando, escuché que hablaban pero luego la conversación se tornó un poco agresiva, haciendo que ambos levantarán la voz.

La supuesta amiga salió del departamento y apenas me vió hizo mala cara.

—¿Así que eres tú por quién Sebastián cambio a Vicky?

—¿Eh?

—Eres una zorra, te metiste con él y por eso terminaron. —Me dijo caminando a mi lado, pero a su vez me empujó del hombro.

No era una persona tolerante, pero en verdad quise serlo, respiré hondo y trate de controlarme.

Había vivido con seis hombres, (bueno, siete con mi padre pero él no cuenta en esto) y si algo me habían enseñado era no dejarme de las personas que me quisieran humillar, y ahora en verdad me estaba controlando.

—Deberías volver a tu país, coreana de mierda. —Dijo con una sonrisa irónica.

Eso fue el colmo.

Me giré hacia ella cuando estuvo detrás de mi, la agarré del cabello y la estampé contra la pared.

No soy coreana, idiota. —Le dije en coreano, claro que sí.

La chica gritó ya que aún la sostenía del cabello.

—¡María! —Exclamó la chica desde el departamento de Roier, ella salió y apenas me vió hizo muy mala cara. —Deja a mi amiga, estúpida.

—¿O si no qué? —Me reí.

Roier salió del departamento, fue hacia mi y me hizo soltar a la chica.

—Ven, ven, ya se van. —Me dijo Roier guiándome dentro del departamento.

—Yo no me voy a ir a nin...-

Y que me regreso y le doy un puñetazo.

—¡Oriana! —Jadeó sorprendido Roier y luego me abrazo para llevarme al departamento, Roier cerro la puerta con pestillo aún mientras me abrazaba, me guío hacia su sillón.

—No pienso sentarme ahí. —Gruñí.

—Pues entonces quédate aquí, voy a ir a hablar con Vicky, y haré que saque sus cosas hoy mismo. —Me dijo y yo asentí molesta. —Ya, no te enojes.

Roier besó mi mejilla, haciendo que me pusiera roja, él se fue y yo me dirigí a la cocina, ahí miré todo el desastre que esa tipa había hecho en esta semana, hice un sonido de desagrado y luego me dispuse a mirar el departamento.

Roier volvió junto con la chica esa, quién no me miró y solo se pasó hacia su habitación, se tardó un poco pero después salió con algunas bolsas con su ropa y cosas.

—Vas a arrepentirte de ésto, mi padre sabrá de ésto. —Exclamó la chica desde la puerta.

—Si, si, a la chingada. —Murmuré yendo a cerrarle la puerta en la cara.

—¡Maldita! —Exclamó ella desde afuera.

—¡Quédate allá afuera, de allá eres!

—¡Te voy a quemar en las redes!

—¡Ni que fuera bistec!

—¡Todos te van a odiar!

Iba a abrir la puerta nuevamente pero Roier me detuvo.

—Ya, ya, fue suficiente. —Me dijo. —Dejemos que se vaya.

Comencé a maldecir en todos los idiomas que me sabía, yendo de un lado para otro para desquitar mi coraje.

—No te entendí ni madres, pero ya, ven, vamos a mi habitación y set up, ese tiene llave y no hay forma de que ella haya entrado ahí.

Asentí dejándome guiar por él, llegamos a dicha habitación la cuál estaba cerrada con llave, apenas abrió me llegó el olor a Roier, un olor muy rico de hecho.

—Siéntate en la silla o en la cama, donde te sientas más cómoda. —Dijo y yo preferí ir a su cama para acostarme y abrazar uno de sus peluches, el cuál tenía mucho su olor. —O acuéstate, no importa.

—De puro coraje ya me dio hambre. —Murmuré y él se rió.

—¿Quieres que pida algo de comer?

—Uhm, si, sushi por favor, sushi empanizado con camarones empanizados. —Murmuré. —Oh no, mejor no, mejor vamos los dos a buscar un lugar para comer.

—Es algo sorprendente como cambias de carácter a cuando estás en stream.

—¿Me estás diciendo hipócrita?

—No, no, solo que... por stream, llamada y mensajes eres una chica como que muy... fría por decirlo de alguna forma, pero ya estando contigo eres como muy mimada y tierna.

—Ah, pues si soy. —Dije y él se rió.

—Aunque si te vi medio agresiva hace rato, ¿Y ese arranque de furia?

—Pues, mis hermanos son muy hijos de su madre, así que me sacan de mis casillas y así, siempre me han dicho que no me deje de nadie, y esta vez la pinche chamaca esa me saco de mis casillas. —Bufé. —Y tu novia es una idiota.

—Ex novia, pero si, lo es.

—Pero bueno, ¿Qué te parece si llamas a alguien para que limpie tu departamento de todo a todo y mientras nosotros vamos a comer algo? Ya tengo hambre, y no te preocupes por cuánto cobre la persona para limpiar tu departamento, yo lo pago. Me gustaría que tú departamento oliera más a ti, pero huele a esa tipa.

Roier se rió pero asintió, buscó una persona y apenas la mujer estuvo aquí le dejó encargado diciendo que había cámaras en todos lados, que limpiará todo menos su habitación y luego nos fuimos a comer.

GIRLFRIEND | ROIER Donde viven las historias. Descúbrelo ahora