—¡No toques los pies del Rey Julien! —Exclamé cuando Roier quiso quitarme el calcetín.
—¡Pero es que tienes uno de un color y otro de otro color!
—¡Así es la moda!
—¡No, cambiatelos!
—¡Lo haré pero no me toques los pies! —Exclamé quitándome el calcetín y luego escondí mi pie abajo de mi pierna contraria.
—¿Qué tiene que te toque los pies? Es algo normal.
—Odio los pies, los de otros y los míos, me dan asco, hay personas que tienen fetiches por los pies, pues yo soy lo contrario, los odio.
—Pero en Corea es común tener los pies al aire libre. —Dijo confundido.
—¿Irónico cierto? —Me reí. —Dame eso, mugroso.
—Eres rara. —Me dijo burlón.
—Y tu muy encimoso. —Le dije cambiándome el calcetín. —Listo, ¿Feliz?
—Ya está mejor. —Asintió sonriente.
—Me caes mal. —Murmuré suspirando para después ir a ponerme las pantuflas.
—Ese Roier ya no encuentra ni que hacer con tal de estar con Oriana. —Se burló Mariana viendo a su amigo molestando a la castaña con su cabello.
—¡Ya, me vas a despeinar! —Chillé pero él insistía en hacerme una trenza.
—Pues tiene que aprovechar, Ori se va en unos días de aquí. —Dijo Ama. —Ojalá se quedará más tiempo, y la llevamos a Six Flags, al zoológico, a patinar o a algún lado en donde pueda divertirse y tener una buena experiencia.
—Oye si, pero no sabemos si ya tiene un boleto de avión para irse. —Murmuró Filis.
—¡Oriana! —Exclamaron los chicos así que yo volteé a verlos.
—¿Ya tienes fecha de ida?
—No, ¿Por qué?
—Que ya te van a correr dicen. —Me dijo Roier abrazándome. —¡No la corran, es joven y bonita para irse!
—Callate. —Le dije separándome de él para después ir con los demás y sentarme en la mesa de la cocina. —¿Por qué?
—Ah, planeabamos llevarte a algún lugar al que quisieras ir. —Me dijo Ama y yo sonreí cuál gato del país de las maravillas.
—Tsss, que ya valieron dice. —Se rió Roier.
—¿Cualquier lugar? —Sonreí.
—Si, claro, siempre y cuando sea...-
—¡El concierto de Taylor Swift!
—.... dentro de Monterrey. —Finalizó Ari.
—Ah, no sé, ustedes decidan, yo voy con ustedes. —Les dije tranquila.
—¿Oigan? ¿No que iba a venir Quackity? —Preguntó Aldo.
—Si es cierto, vamos a esperar a Quackiris. —Dijo Roier tratando de sentarse a mi lado, pero Rivers le ganó, luego quiso sentarse a mi otro lado pero Mariana le ganó. —Oigan, culeros, denme chance.
—Allá hay más lugares. —Dijo Rivers.
—Vente Ori, no te juntes con las chusmas.
—¿Y cuando dicen que llega Quackity? —Pregunté divertida, ignorando a Roier.
—Heeey, culera.
—Llega hoy según, de hecho si no me equivoco ya debe de estar a punto de lle...-
—Culeros todos, una cosa les pedí y ni madres. —Gruñó Quackity llegando con sus maletas, y detrás de él estaba Juan. —Ah pero no fuera Ori porque a ella si, van por ella, le dan todo, pero como soy yo, que se chingue el Quackiris.
—Bueno ya llegó, vámonos. —Dije divertida.
—Culeros.
Todos nos subimos a los autos de Ari y Juan, y nos fuimos a six flags.
—¡Ori, vente conmigo! ¡Vamos a ese de allá! —Exclamó Quackity.
—Nel cabrón, consigase su vieja. —Le dijo Roier.
—¿Me estás diciendo vieja? —Cuestioné con molestia fingida.
—No, no, es que... no.
—Si te dijo vieja, ven, no te juntes con él.
—De hecho iba a ir con Ari, Ama y Rivers. —Les dije divertida y luego me fui con las chicas.
—Pinche estúpido, ¿Ya ves lo que haces? —Se quejó Roier al de gorro.
—¿Pues qué? Ori es como mi mejor amiga. Yo también quiero pasar tiempo con ella antes de que se vaya.
—Pues yo digo que hagamos un plan para quitarselas a esas pinches viejas cizañosas. —Dijo Roier mirando con molestia a las chicas.
Quackity soltó una carcajada pero asintió.
—Si, si, jalo, hay que hacer un plan para desaparecerlas a cada una. —Dijo mientras jugaba con sus manos de forma malévola.
Ambos se pusieron a idear ideas claro que sí, pero ideas muy pedorras, que por supuesto no funcionaban y al contrario hacían que las chicas se unieran.
—Puta madre. —Se quejó Quackity.
—¡Ya valimos verga! Ya mero nos vamos a ir y no hemos estado con ella.
—¿Y tú por qué la quieres? Digo, yo la considero una especie de mejor amiga, ¿Pero y tú?
—Pues... porque... es que... y por eso...
—¡Ya vine! —Exclamé llegando con ellos. —Fue un poco difícil convencer a las chicas pero ya estoy aquí, ¿Qué les parece si vamos a ese de allá?
Señalé aquel juego como una especie de montaña rusa o algo así, ellos voltearon a verlo y luego se miraron entre sí.
—¿Estás segura? ¿No prefieres las tacitas? —Me preguntó Quackity.
—Nah, vamos a ese. —Les dije yendo hacia la fila.
—Ay santa cachucha, dios soy yo de nuevo. —Murmuró Quackity.
Nuestro turno finalmente llegó, me tocó sentarme con una chica quién al verme se emocionó.
—¡No mames, Ori! ¿Qué haces aquí? ¡Eres increíble! ¡De grande quiero ser como tú!
La chica y yo nos pusimos a hablar mientras iniciaba el juego.
—No mames, Quackity, agarrame la mano porque siento que me voy a salir de esta madre.
—Si wey, y si te sales te agarro con una mano, ya si me disloco el hombro no hay pedo.
—Eres bien buena onda, mi Quackity.
El juego dio inicio, avanzando lentamente hasta ascender.
—¡Ori, si tienes miedo yo estoy aquí atrás! —Dijo Roier y yo me reí.
—¡Tranquilo, no voy a tener miedo!
Y entonces lo emocionante llegó.
Fuimos hacia abajo rápidamente, escuché como Quackity y Roier gritaban cuales niñas, yo solté una carcajada mientras la chica de al lado me agarraba de la mano para levantar nuestros brazos y disfrutar de la adrenalina.
—¡Foto, foto! —Me dijo la chica y ambas posamos para después seguir gritando y riendo a la vez.
Para cuando salimos del juego, Roier literal se desparramó en el suelo, mientras Quackity parecía estar recuperando el oxígeno... o su alma, cualquiera de las dos.
Después de eso los demás nos llamaron y nos tuvimos que ir del parque.
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GIRLFRIEND | ROIER
Fanfiction«Me haces sentir como si estuviera lista para explotar, chico, creo que tú y yo estamos en algo. No ignores la energía que estamos creando, y no creo en las coincidencias. Chico, creo que deberías hacerme tu novia. -Girlfriend, Ayanna.» Inicio: 01/S...