Trece

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Al parecer ahora Roier era más abierto con su relación con Sabi, subían fotos juntos todos los días en donde estaban acostados, en donde comían juntos, en donde iban a cualquier lugar juntos... así que solo opte por ocultar sus historias y publicaciones.

No dejé de seguirlo, ni a él ni a Sabi, ya que a ella la seguí porque me parecía muy bonita.

Pero me sentía tan decepcionada que no hice stream por una semana, y ya era mucho para mí.

Baghera se tomó el tiempo de venir a Corea del Sur a verme, y luego de ella vinieron Quackity y Tina.

—¡Vente, vamos a jugar con la nieve! —Exclamó Quackity haciendo una bolita de nieve.

—Te vas a enfermar. —Le dije.

—¡Tu vente, correle! —Quackity me jaló del brazo y me llevó hacia la nieve, en donde entre ambos iniciamos una pelea de bolas de nieve.

Tina estaba alejada de nosotros, quizás grabando o tomando fotos.

—¡Chin! —Exclamé al ver qué casi le quito la gorra.

—¡Todo bien! —Exclamó levantando su dedo pulgar. —¡Tomaaaaa!

Quackity me lanzó una bola de nieve que me golpeó en la pierna.

—¡Pinche puntería fea!

—¡Cállate, hace viento!

—¡No puede, no puede!

—¡Callateeee! ¡Jamejamejaaaa!

Y entonces me lanzó una bola de nieve que me tiro al suelo.

—¡Ya la mate!

—¡Ori! —Exclamó Tina tratando de correr hacia nosotros.

—¡Musica de atraco! —Exclamé lanzándole bolas de nieve a lo pendejo a Quackity.

—¡Tramposa!

Luego de eso mis padres nos dijeron que ya entraramos a la casa, debido a que comenzaría a nevar, los tres nos metimos y tras cenar algo caliente nos fuimos a la sala.

—Dame el control. —Gruñó Quackity.

—No, tu dámelo. —Bufé tratando de quitárselo.

¿Y si mejor vemos Tokyo Revengers? —Preguntó Tina.

Ambos la miramos, pero después seguimos peleando.

Pero en ese momento, justo en ese preciso momento.... mi celular comenzó a sonar como loco.

—Ah, que pedo, que pedo, que pedo. —Solté el control haciendo que Quackity se fuera de espaldas y tomé mi celular notando muchas notificaciones de Roier. —¿Ahora qué quiere ese wey?

—¿Quién?

—Roier.

—Te preguntó. —Dijo y soltó una carcajada.

—Tina, vamos a hablar en coreano para que Quackity no entienda.

—Okay. ¿Qué pasó?

Roier me volvió a hablar, mira, dice que por qué...

—¡No sean mala onda!

—Bueno, ya, la cosa que Roier me mandó mensajes, miren... dice que por qué estoy haciendo eso, que si no me importa... No entiendo de qué habla.

—Oh, yo sí, subí una historia de ustedes dos, quizás sea eso. —Dijo Tina sacando su celular y mostrándonos la historia.

En la historia, Quackity y yo solo peleábamos con las bolas de nieve.

No veo nada de raro. —Murmuró Quackity.

—Seguramente quiere llamar la atención. —Murmuraron atrás de nosotros, y entonces vi que eran mis hermanos.

—Nos mandaron mensajes a nosotros también. —Bufó Émile. —¿Por qué dejan que Oriana haga eso? ¿Es por venganza? Bla, bla, bla.

Ignorenlo, solo quiere atención. —Viré los ojos.

Y entonces comenzó a llamarme.

—Contesta, a ver qué te dice. —Dijo Quackity modo chismoso.

Le hice caso, y contesté la llamada.

—¿Aloooo? —Habló Quackity.

—¿Qué estás haciendo con Oriana? ¿En donde está?

—Pues anda por ahí, ¿Por qué?

—¿Y qué haces con ella?

—Ah pues fíjate que se sentía mal porque cierto alguien la hizo sentir insuficiente cuando vio que cierto alguien se hizo novio de su ex, y pues como buen amigo que soy, vine a verla junto con Tina.

—¿Están con Tina?

—Pues si, ella grabó la historia.

—Ah, ¿Y Oriana está con ella?

—Todos estamos con ella.

—¿Me la puedes pasar?

—No, ¿Para qué? Vete con tu novia y deja a mi querida Ori en paz.

—Quackity, somos amigos, dame chance.

—Ori también era tu amiga, y ve como la trataste, ella no se merece eso que le hiciste.

—No lo entiendes, las cosas volvieron a darse con Sabi, te dije que aún me gustaba.

—Pues entonces no debiste haberle dado alas a Ori en primer lugar.

—Yo nunca le di alas, que ella pensara en eso no es mi maldita culpa.

—¿Y entonces lo que pasó con sus hermanos? ¿O me vas a decir que eso fue por presión?

—Claro que si, ¿Qué harías tú si te obligarán a casarte con alguien porque podría perderlo todo? ¿Y luego que te dijeran que era una broma para ver si funcionaría algo entre los dos? ¡A mí me sigue gustando Sabi!

—Cuelga. —Le dije a Quackity.

—....¿Ori?

Quackity colgó y entonces me quedé sentada.

—Tiene razón.

¿De qué hablas?

—Roier y yo no teníamos nada antes... solo éramos amigos... quizás yo lo confundí con otra cosa. —Me encogí de hombros.

Ori, nadie puede...-

—Dejenlo así, yo confundí las cosas, y ahora perdí un buen amigo.

—¿Quieres llorar? —Me preguntó Quackity.

—Nah, ya entendí que fue lo que pasó entre los dos... ya quedó claro y no merece que siga llorando.

Luego de eso Quackity, Tina y yo nos fuimos a darle un tour a Quackity por todo el lugar. Obviamente le pedimos que fuera silencioso, así que solo íbamos hablando un poco.

Disfruté que las cosas salieran así, estar con ellos nada más y ya.

Pero entonces.... Vicky llegó a mi vida de nuevo.

»¿Estamos a mano?😌«

GIRLFRIEND | ROIER Donde viven las historias. Descúbrelo ahora