ALL THESE YEARS

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"Aarón está listo, puedes pasar por él cuando quieras"

La emoción vibro por mi cuerpo pero también la decepción por recibir aquel mensaje tan sin sentimientos.

Aarón, mi pequeño hijo de cuatro años el cual acababa de conocer hace un par de meses. No me lo tomen a mal pero es que yo no sabía que tenía un hijo, su madre me lo había negado o más bien ocultado.

Lauren Jauregui la bella Bartender que jamás volví a ver después de que ella se había acostado conmigo. Lauren me tenía loca, un maldito año había insistido, un maldito año estuve detrás de ella y no era la única. Todas las noches veía como hombres y mujeres trataban de llegar a ella pero amablemente los rechazaba igual que a mi, no importaba cuán encantadora fuese con ella su respuesta era la misma al final.

"No gracias, eres linda pero no me gusta enrollarme con alguien de una sola noche"

Luego de insistir tanto acepto salir en una cita conmigo y maldición que en verdad quería hacer las cosas bien con ella, no tenía intención de follar con ella aquella noche las cosas simplemente se dieron y fue el mejor sexo de toda mi puta vida.

También fue mi peor desilusión de toda la vida, soy honesta Lauren me rompió el corazón cuando al despertar ella no estaba, lo rompió aún más cuando jamás volvió al bar donde la conocí, ella simplemente había desaparecido. Estuve molesta los primeros meses, pensaba que ella solo se hacía la inocente para después follar como puta y luego irse pero en el fondo sabía que ella no era así. Lauren era diferente y lo sigue siendo.

Hace un par de meses que me mudé a Miami, regrese al lugar donde había crecido. Encontré a Lauren.

Encontré a Lauren con Aarón una pequeña copia mía de cuatro años. Aarón estaba tratando de alcanzar una caja de cereal y como si de una película se tratase las manos de Lauren y las mías coincidieron, se tocaron cuando tomamos la caja de cereal, nuestros ojos se encontraron, me quedé petrificada cuando baje mi mirada hacia Aarón, él me sonrió para después quitarme la caja y agradecerme por alcanzársela.

El pequeño jalaba el vestido de Lauren llamándola "mamá". Ella había tratado de huir pero no se lo permití, la enfrente hasta que aceptó que Aarón era hijo mío y no era como si pudiera negármelo era idéntico a mi solo que sus ojos eran verdes.

Y ahí estaba yo, después de varios meses visitando a mi hijo, por fin tenía el privilegio de pasar un fin de semana a su lado bajo muchísimas estrictas reglas de Lauren pero eso no le quitaba nada de emoción.

—¡Mami!

—¡Leonsito! - Lo tome en mis brazos mientras le hacía cosquillas.

—¡Aarón! Te he dicho que no corras - Ahí estaba ella tan preciosa como siempre y tan gruñona como siempre.

—Hola... - Ella solo asintió.

—Creo que es mala idea que Aarón se quede contigo todo el fin de semana... - Mi pequeño bebé bajo la mirada tristemente.

—Cariño ve por tus cosas mientras yo hablo con mamá, ¿vale? - Asintió y salió de nuestra vista —Lauren... no puedes cancelarnos solo por qué no tienes la suficiente confianza de que pueda hacerme cargo de mi hijo...

—Prométeme que me vas a llamar si sucede algo, no importa que sea una tontería - Lauren podía estallar en nervios en cualquier momento —No puedes dejar pasar ninguno de sus medicamentos, he colocado cuatro inhaladores en su mochila y también...

—Lauren... - La tome por los hombros —Tranquila, me he aprendido de memoria los horarios y no haremos nada que ponga en peligro la salud de mi hijo, ¿vale? - Suspiró derrotada —Jamás permitiría que algo le pasara a nuestro hijo...

—Solo estoy asustada, nunca había estado lejos de mi hijo...

Las palabras que tenía para decirle se quedaron en el olvido cuando Aarón apareció en la puerta con su mochila azul, su manta y la gorra negra que yo le había obsequiado que por cierto le quedaba enorme. Rápidamente tome sus cosas y las monté en mi auto.

—Siempre puedes llamarme o ir a mi casa Lauren - Ella asintió y fue a despedirse de nuestro pequeño.

Algo se removió en mi interior, las cosas pudieron ser diferentes. Yo jamás hubiese rechazado a mi hijo si bien cuando Lauren huyó de mí por obvias razones todavía no sabía que estaba embarazada pero cuando se enteró pudo haber acudido a mi. Yo hubiese ayudado con el embarazo, yo hubiese cuidado de ella y de Aarón, hubiese podido comprar todos los tratamientos posibles para que Aarón lo hubiese pasado un poco mejor cuando nació. Nuestro pequeño había nacido diabético y asmático, malditamente no pude hacer nada pero ahora estaba aquí para él, jamás me iría de su lado.

—¿Quieres ir al zoológico? - Pregunte mientras lo veía por el retrovisor.

—Hace mucho calorr... mamá dice que no debo essponerme mucho - Odiaba ver la ilusión en sus ojitos verdes y que su juicio fuese más grande, ningún bebé debe pasar por algo así.

—Podemos solo ver a los leones... tú quieres conocerlos, ¿cierto? - Asintió efusivamente —Solo iremos a ver a los leones y regresamos a casa no nos tomará mucho tiempo...

—Si quierro.

Y así fue como pasamos una tarde fantástica, Aarón había amado ver a esos enormes animales, estábamos tan entusiasmados que mandamos al carajo aquello de no exponerse al sol, cuando el solaba por ocultarse me di cuenta del error, había olvidado mi teléfono en el auto.

Mierda.

Tome a Aarón en mis brazos y nos apresuramos para salir, según mis cálculos aún faltaba para la próxima inyección de insulina para mi pequeño, él estaba tan sonriente como jamás lo había visto, estaba feliz y cómodo conmigo aquello me lleno de orgullo y amor por mi bebé. Cuando tome mi teléfono temí por mi vida sinceramente, cien llamadas perdidas eran pocas a lo que era en verdad. Lauren me iba a matar. Conduje a mi casa temerosa.

Carajo lo había arruinado todo.


Mi alarma sonó en el teléfono era hora de medicar a Aarón, me estacioné para hacerlo y fue rápido había visto ya un montón de veces cómo hacerlo.

—Gracias pol... por este día mami- Aaron me sonrío mostrando sus pequeños dientes —Te quiero...

—Te quiero muchísimo más bebé - Bese su frente y volvimos a retomar el camino.

No había querido enviarle ningún mensaje o llamar a Lauren sabía que estaría furiosa y no me equivoqué, cuando aparque el auto ella estaba sentada en las escaleras de la entrada ni siquiera me dio tiempo de decir algo ella solo me abofeteó, y bien lo tenía merecido. Ella estaba roja de ira, sus ojos estaban enrojecidos al igual que su nariz, mierda mil veces mierda.

—Perdóname Lauren, sólo puedo decir que dejé mi teléfono en el auto... lo siento... lo siento no quise asustarte - Ella solo lloraba. Sus ojos pararon en Aaron quien estaba escondido tras mis piernas.

—¿Llevaste a Aarón a la playa? - Ella precia más enfadada como si fuese posible —Incompetente eso es lo que eres Camila, Aarón no puede exponerse de esa manera ¿Quieres ver lo mal que se pone? O por qué mierda haces lo que te dije que no hicieras.

—Mamá... - Aarón se colocó frente a mi protegiéndome de la ira de su madre —Mami me llevó a conocel los leones... no me siento mal y ya me dio mis melicamentos... por favor... - La piel se me erizó al notar como Aarón me defendía. Lauren suspiró.

—Estaba muerta de la angustia ojalá jamás sepas o sientas lo que es eso... Aarón, vamos a casa.

—Mamá ¡No! Me quierro quedarr con mami...

—Aarón...

—¡No! - Su respiración estaba acelerada me preocupe por nuestro hijo, lo tomé en mis brazos para tratar de calmarlo.

—Aarón bebé... tranquilo - Acaricié su rostro mientras Lauren lo hacía en su espalda —Respira conmigo -Inhalábamos y exhalábamos a la par —Tienes que obedecer a mamá, ¿vale? - Sus ojitos se llenaban de lágrimas él se aferró a mi cuello - Vamos Leonsito...

—Te quierro mami...

—Aarón se puede quedar contigo.. - Habló Lauren resignada —Sólo esta noche - Gruñó. Aarón y yo asentimos al mismo tiempo a lo que Lauren reviró los ojos —Solamente por favor no hagas otra locura como la de esta tarde, Camila...

—Puedes quedarte también... - Hablé sin pensar —Uhm... si quieres... Aarón y yo veremos pelis...

—¡Si, mamá!

—No creo que sea buena idea, no tengo ropa para dormir y yo... he quedado con Stefan... - Oh si, Lauren estaba conociendo a alguien y eso malditamente me tenía muerta de celos.

—¿Y si me siento mal? ¿Y.. y mami no sabe que hacel?  - A mi pequeño hijo no le agradaba ese tal Stefan. El semblante de Lauren cambió —Quédate con nosotrros... - Pequeño astuto, ni siquiera yo me hubiese resistido a esa carita.

—Puedo prestarte ropa para dormir... - Sonreí inocente al igual que Aarón. Ya la teníamos.

Tres...

Dos...

Uno...

—Está bien... solo por qué Aarón se puede sentir mal por haberse expuesto al sol.

Cuando Lauren caminó hacia la entrada de mi casa Aarón y yo sonreímos chocando nuestras manos a lo que nuestra ojiverde nos pilló pero solo lo dejó pasar.

Una vez que estuvimos duchados y en pijama los tres nos acomodamos en el sofá no sin antes tener nuestros bowls llenos de palomitas y darle la pequeña bolsa de golosinas a Aarón, Lauren me volvía a asesinar con la mirada mientras le quitaba de las manos la bolsa de dulces.

—¿Enserio, Camila? ¿Enserio? - Le quite la bolsa y se la volví a dar a nuestro hijo. Lauren estaba colorada de furia.

—Son dulces especiales para niños diabéticos, mira... - Le tendí la información.

Toma eso Lauren.

—Ya sabía de su existencia.

Solo revire los ojos, a Lauren le gustaba tener siempre la razón.

Aarón estaba feliz moviendo su cabeza de un lado a otro mientras devoraba las golosinas.

Mi corazón estaba como loco, parecíamos una familia de verdad o eso creía. Una película y media después Aarón se rindió encima de mi, se había quedado dormido en la mejor parte pero ya mañana se lo contaría o pondría de nuevo. Nunca había pensado en la idea de tener hijos, no había llegado la mujer con la que quisiera aquello bueno, si llegó fue Lauren la chica que me abandonó después de una maravillosa noche haciendo el amor.

¿Era posible que me enamorara de ella con solo mirarla todos los días?

Sí, lo era.

Una mirada y ya estaba besando el suelo por donde ella caminaría.

Todos estos años y seguía enamorada de ella, me atrevía a decir que un poco más que antes.

—Lo llevaré a su cama... - Susurré, ella solo asintió.

Cuando regresé Lauren ya no sé encontraba en el sofá en cambio escuché movimiento en la cocina, ella estaba lavando lo que habíamos utilizado para comer palomitas, me quede cruzada de brazos en el umbral de la puerta viendo detenidamente cómo todo parecía tan común como si todas las noches Lauren limpiara nuestro desastre mientras yo acostaba a nuestro hijo.

—No tenias que hacer eso - Susurre una vez que estuve a su lado.

—No tenía que pero lo hice... no pasa nada... - Lauren estaba terminando de lavar sus manos cuando comencé a acariciar su brazo desnudo.

—¿Que haces?

—¿Yo? Nada... - Me fulminó con la mirada.

—Para ya... no confundas las cosas, Camila - Se alejo de mi pero yo la acorralé contra la pared.

—No estoy haciendo nada malo... estoy conviviendo con la mamá de mis hijos... - Notaba lo nerviosa que estaba, quería besarla quería probar sus dulces labios nuevamente, mataría por probarlos aunque sea una vez más.

—Solo tenemos un... un hijo... - Lauren estaba sonrojada.

—Por ahora...

No contuve más mis ganas de besarla así que lo hice, suspiré en medio del beso. Había anhelado tanto esto, probar sus labios solo me hizo ver lo mucho que quiero formar una familia con ella y sé que Lauren también siente y quiere lo mismo. Nuestras lenguas cálidas se encontraron tornando el beso más apasionado sabía que debía detenerme ya si no quería arrancarle la ropa aquí mismo y hacerla mía hasta poner otro bebé en ella, gemí. Aquel pensamiento posesivo me excitó muchísimo. Me separé de ella en contra de mi voluntad.

—Dame una oportunidad... jamás nos diste la oportunidad de ser felices... - Susurre mientras acariciaba su mejilla.

—Tú no eras una persona de una relación... solo querías meterte en mis pantalones - Aquella confesión me abrumó.

—Al principio pero joder... yo te quise desde el primer momento en que te vi, quería una relación contigo la quiero aún... no sé por qué mierda desapareciste al día siguiente... ni siquiera tenía pensado que haríamos el amor aquella primera cita - Me estremecí al recordar cómo nos entregamos en cuerpo y alma aquella noche.

—No me arrepiento de haberme entregado a ti esa noche... gracias a eso Aarón está aquí y él es lo mejor que me ha pasado... - No pase desapercibido que estaba evitando el tema de su repentina desaparición.

—Podemos ser una familia...

—No... yo estoy con Stefan y esto está mal... no vuelvas a besarme.

Salió de ahí caminando hacia la habitación de invitados en el primer piso.

—Lo volví a joder... - Gruñí molesta conmigo misma.



El último mes Lauren había estado evitándome siempre que visitaba a mi hijo era Stefan quien me recibía, nuestra convivencia no era la mejor pues odiaba a ese hombre tanto como él me aborrecía a mi. Odiaba ver cómo miraba a Lauren como si fuera un pedazo de carne cualquiera, no entendía como Lauren tan bella e inteligente estaba con un imbécil como él.

Todo se fue al carajo un día cuando llegue a visitar a mi hijo y el muy cabrón estaba embriagándose en casa de Lauren con una señorita que estoy segura no era mayor de edad, también estaba segura que el hijo de perra engañaba a Lauren con esa chica y no sé cuantas más.

Eso no era lo peor.

Lo terriblemente peor era que se suponía que tenía que estar cuidando a Aarón, el bastardo ni siquiera le había dado algo para comer, encontré a mi pequeño en su habitación cabizbajo.

—Leonsito, ¿Que pasa? - Había estado llorando, su nariz estaba roja al igual que sus ojos.

—Tengo hambrre y él... él me glitó - Susurró. Aquello fue el detonante para que explotara en contra de Stefan.

Le había echado en cara todas las cosas que pensaba de él, le había hecho saber que Lauren y Aarón eran lo más importante que yo tenía y no iba a permitir que un imbécil como él los dañase, el muy jodido ni siquiera negó aquello tampoco negó que sólo quería acostarse con Lauren lo que hizo que le soltara un golpe haciéndolo sangrar, malditamente tampoco trató de regresarlo él solo se marchó no sin antes decir que Lauren era una sosa amarga.

¡Idiota!

Lauren es todo menos sosa, tal vez un poquitín amargada pero eso ella no lo tiene que saber.

Unas horas más tarde Lauren había llegado a casa con un semblante serio tal vez y ya había hablado con el bastardo de Stefan, lo confirmé cuando le pidió perdón a nuestro hijo una y otra vez.

Después de ese día las cosas ya no fueron tan incómodas, a veces yo me quedaba a dormir en su casa o ellos en la mía, moría por que se mudaran conmigo o yo con ellos, moría por que fuésemos una familia real.

Una noche cuando me quede en su casa tomé el suficiente valor y decidí encarar a Lauren, plantearle mis deseos, pedirle una oportunidad. Así que me colé a su habitación lo cual no sabía si era un error o había sido una cabrona con suerte.

Lauren estaba ahí, tumbada en su cama totalmente desnuda dándose placer.

¿Lauren sosa?

Pf. sí, claro.

Gemí alertando a Lauren de mi presencia cubriendo su cuerpo con las mantas rápidamente.

—¡¿Que carajo Camila?! ¡Largo de aquí! - Susurró con fuerza pues no gritaría para despertar a Aarón.

Estaba completamente idiotizada por ella, mi polla estaba durísima por ella. No pensaba con claridad estaba en estado de shock, su cuerpo estaba tan precioso como lo recordaba me atrevía a decir que era aun más hermosa después de ser madre, sus pechos eran un poco más grandes y joder, quería meterlos a mi boca. Como un maldito zombie me acerque a ella subiéndome a su cama, como si estuviera cazándola me acerque a su cuerpo hasta estar encima de ella, tiré de las mantas haciéndola jadear.

—Camila... fuera de mi habitación.

—No.

—Cam...

—¿En quién pensabas cuando te tocabas? - Quise saber haciéndola sonrojar —¿En mi? - Quite mi camisa holgada dejando mis pechos libres.

—Si... - Apenas susurró.

Bese sus labios con fuerza mandando al carajo aquello de hablar y pedirle una oportunidad, tenia que follarla o mis bolas explotarían. Me coloqué encima de ella para que sintiera lo dura que me había puesto con solo ver su cuerpo desnudo, gruñí cuando mi ropa interior se empapó de su dulce néctar, ella estaba hecha un jodido desastre y era por mi...

Quería sacarme la polla de mis bóxers y enterrarme en ella lo más profundo que podía pero no sería así, no buscaría mi propio placer. Acogí uno de sus pechos en mi mano sintiendo lo cálida que era, disfrutaba ver sus labios entreabiertos mientras mi dedo se encargaba de poner duro su pequeño pezón rosado con su vista sobre mí chupe sus pezones con suavidad pase toda mi lengua sobre sus montículos girándola y mordiendo volviéndola loca. Sus jadeos me ponían más y más dura, pensamientos posesivos invadían mi mente "Llenarla con mi semilla" "Embarazarla de nuevo" "Atarla a mi". Muchas personas se aterraban con algo como aquello, a mi malditamente me excitaba.

—Por favor... - Rogaba Lauren —Fóllame - Mordí su cuello con fuerza mientras me sacaba la polla y la restregaba en su entrada.

—¿Quieres esto, Lauren? - Gotas de pre-semen salían de mi hinchada polla mezclándose con sus jugos, aquello me excitaba más. Sentía que con solo una penetración tristemente me correría. Lauren coló una mano en medio de nuestros cuerpos tomando mi polla firmemente en su mano haciéndome jadear.

Lauren tenía un gran poder sobre mi cuerpo.

Alineó mi polla en su entrada y enredó sus piernas a mi cintura exigiéndome que se la metiera ya mismo. Coloqué mis manos a los lados de su cabeza manteniendo mi peso y mientras la veía la fui penetrando lentamente, mi polla extrañaba su coño.

Me llenaba de rabia pensar que alguien más tocó su cuerpo en todos estos años, Lauren era mía y ahora me encargaría de dejárselo en claro.

Jadeamos juntas cuando nuestros cuerpos estuvieron completamente unidos, sus ojos estaban oscurecidos ardiendo en deseo.

—Muévete, Cabello - Sonreí ante su tono autoritario. Comencé a mover mis caderas llenando cada rincón de su coño con mi polla, salía completamente de ella para volver a enterrarme con fuerza hasta la base.

Lauren chillaba por lo bajo, la cama comenzaba a moverse golpeando la pared dejando en evidencia lo que Lauren y yo estábamos haciendo.

Baje mis labios hasta sus tetas besando y chupándolas dejando mas marcas en ellas, era tan de mal gusto y a mi me fascinaba, amaba el saber que Lauren me recordaría follandola mañana cuando se viera en el espejo después de ducharse, con ese pensamiento se la enterré con más furia pero sin llegar a lastimarla solo quería que recordara esto mañana y los días siguientes. Lauren arañaba mi espalda con una mano y la otra estrujaba mi cabello pegandome más a sus pechos, mordí sus pequeños botones rosados.

—¡Mmh! - Gruñó —Más rápido... - Gimió —Estoy... voy a llegar... ¡Oh! - Chilló cuando mis movimientos se hicieron más rápidos por consecuente más fuertes. Pasé mi brazo derecho por debajo de su cabeza para sostenerme, torpemente lleve mi mano a su rico coño frotando su clítoris para hacerla correrse, anhelaba sentir su dulce crema bañar cada centímetro de mi pene —Camila... - Repetía mientras sus piernas temblaban aferradas aún a mi cintura.

Mi polla comenzó a palpitar e hincharse más en su interior y carajo, por más que quería llenarla con mi semen no podía hacerle eso, no sin su consentimiento.

—Lauren... - Sisee con tortura, estaba conteniendo mi corrida. Sentía que estaba a punto de explotar mis bolas estaban cargadas para darle tanto a Lauren —Me voy...

—Córrete dentro...  - Susurró para después tomarme en un beso salvaje.

Fue todo lo que necesité para dejarme ir en su interior, jadeaba en medio de nuestro beso. Joder, no me había corrido así en años desde que estuve con ella aquella noche y lo cierto era que jamás estuve con otra mujer después de Lauren. Mi polla palpitaba mientras continuaba soltando hilos de semen, mi polla vibró al imaginar a Lauren hinchada con otro bebé mío. Salí de su interior viendo hipnotizada mi polla bañada en nuestra crema mezclada. Me tiré a un lado de ella con una sonrisa enorme en mi rostro, trataba de regular mi respiración de pronto sentí la cama moverse y a Lauren ponerse de pie para encaminarse al cuarto de baño y encerrarse ahí ignorando por completo mis llamados.

¿Se arrepentía?

Esta vez no estaba dispuesta a permitir que huyese de mi, no cuando teníamos un hijo juntas, no cuando yo estaba muy segura de lo mucho que le amaba a ambos.

—¿Lauren? Vamos... abre la puerta... - Hablé suavemente —Por favor amor... ¿Qué está mal?

La puerta se abrió dejando ver a mi hermosa ojiverde llorando, la tome entre mis brazos mientras le acariciaba la espalda, ¿Qué estaba mal?

—Lo siento... es horrible que me veas llorar después de haber follado...

—Me gustas mientras cocinas, me gustas mientras follamos, me gustas mientras lloras... te amo y amo todo eso y muchas cosas más de ti Lauren... - Se separó de mi para tomar mi rostro entre sus manos y darme un pequeño beso.

—Siento haberte ocultado a Aarón todos estos años... tenía problemas y no quería dañarte... lo siento... - susurraba repetidamente.


—No es momento de hablar de aquello cariño... - La bese mientras la hacía caminar de nuevo a la cama —Lo importante es que... te amo y sé que me amas, tenemos un hijo y seguro que después de esta noche vendrá otro en camino... - Lauren gimió —No volveré a dejarte ir jamás...


Sentencié mientras hacía que se echara en la cama nuevamente en mi espera, tenerla así tan lista para mi me hacia sentir fuerte y una hija de puta con suerte pues Lauren es jodidamente hermosa y el que haya tenido a nuestro hijo en su vientre la hacía más hermosa.

Quité mi ropa interior dejando mi erección al aire golpeando mi vientre, tomé mi polla de la base y la jale un poco poniéndome dura otra vez para Lauren.

Tomé a Lauren de las caderas colocando su coño a la orilla de la cama dejándome caer de rodillas sobre la alfombra comencé a comerme su intimidad, besaba sus labios como si de su boca se tratara, chupaba su clítoris logrando que Lauren se retorciera enterrando sus dedos en las sabanas, penetré con mi lengua su coño sintiendo lo caliente que estaba, jadeé. Lauren me tomo del cabello separándome de su vagina su pecho subía y bajaba con fuerza, intenté regresar a su coño pero no me lo permitió ella solo me jalo hacia su boca asaltando la mía con su lengua, jadeo al probarse a sí misma en mis labios, no perdí mas el tiempo y rompí el beso colocándome de pie al borde de la cama, froté un poco mi polla sobre su coño para lubricar y me metí en ella siseando por que de esta manera mi polla se sentía más dentro de su dulce coño.

—Te amo camz... - Jadeo inconsciente.

—Te amo Lern... somos una familia ahora... - Coloqué sus piernas sobre mi torso dejándolas apoyadas en mis hombros —Te voy a llenar de mi... te voy a hinchar con nuestro segundo bebé... - Gruñí como animal posesivo.

—Si... sí - Susurraba Lauren.


Entrelacé sus manos con las mías mientras comencé con el vaivén de mis caderas haciéndole el amor, apoyé una de mis rodillas en la cama para impulsarme más dentro de ella, los ruidos que emitía me tenían al borde del deseo, nuestras miradas se unieron mientras la hacía mía, amaba cada centímetro de su cuerpo y de su alma, me encargaría de amarle el cuerpo el resto de las noches de nuestras vidas y le amaría el alma cada segundo de nuestras vidas.

—Me llenas tan... bien... - Mordió su labio inferior. Gruñí —Eres tan grande... tan perfecta para mi... - Aquello me hacía penetrarla con más fervor, aquello engrandecía mi ego.


—Me encargaré de que mi polla sea la única que tu coño desee - Demandé.


—¡Si, así! - Exclamo gustosa cuando eché mi cuerpo encima del suyo aún con sus piernas en mis hombros —Tuya... siempre he sido tuya...


Me gustaba saber aquello, me gustaba saber que era y sería la única mujer en su vida.

Follé su coño con rapidez y fuerza moliendo mi polla en ella hasta que me pidiera que parara pero parecía que ella tampoco se saciaría de mi como yo de ella. Mi vientre cosquilleó anunciando mi orgasmo.

—Córrete conmigo Lern...


—Más rápido...

Hice lo que me pidió sabiendo que yo no podría retener más mi corrida así que simplemente me corrí jadeando sin control mientras todavía bombeaba mi polla dentro de su coño, Lauren chilló alto cuando llegó a su orgasmo segundos después de haber sentido mi semen muy dentro de ella.

Después de recuperarnos salí con cuidado de ella para movernos hasta que nuestras cabezas tocaron las almohadas, Lauren se acurrucó contra mi cuerpo dándome la espalda y yo la abracé dejando un beso en el hueco de su cuello.

Odiaría si esto es un jodido sueño.

Estaba feliz por que al fin tendría la familia que nunca tuve.

Estaba feliz por que amaba a Lauren y ella me amaba a mí.

Estaba feliz por que Aarón mi hijo me quería tanto como yo a él.

Estaba feliz por que esta noche hice mía con tanto amor a Lauren que estaba segura que nuestro segundo bebé ya estaba en su vientre.

Me abracé más al cuerpo de Lauren con una sonrisa.

—Te amo...


—También te amo Camz...

Sonreí mientras me dejaba vencer por el sueño.

One Shots - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora