Purify

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N/A: Aquí pondría una pequeña advertencia pero como quiera lo van a leer así que...



A mis 20 años mis padres aún me retaban y ponían castigos si hacía algo malo por muy ridículo que sonara esto, era verdad. Mi madre Sinuhe me había puesto como castigo ir a la iglesia del pueblo cada fin de semana durante cinco meses no tengo nada en contra de la iglesia pero ¿Que carajo iba a hacer yo en una iglesia?! Sinuhe dijo que esta vez me había excedido...

Digamos que mis amigos "vagos sin futuro" y yo destruimos por completo un bar del centro.

Problemas por una chica.

Mi amigo Ed había estado tan obsesionado con Amanda que cuando la vio con otro tipo se abalanzó sobre él. Es nuestro amigo así que por muy idiota que fuese teníamos que defenderlo así que golpeamos a ese chico y a sus amigos destruyendo casi todo el bar... salimos librados con el dueño del bar pero yo estuve en problemas en casa, uno de los golpeados conoce a mi mamá así que su madre hablo con la mía y aquí estamos, Sinuhe mandándome a servicio comunitario.

Era eso o un centro de rehabilitación para jóvenes problemáticos.

Las primeras tres semanas fueron una tortura para mi pues las horas del sábado y domingo se me iban muy lentas, conviviendo con ancianos, niños molestos y señoras que dicen ser santas y son unas hijas de perra que solo se la pasan criticando a los demás y no ayudan al prójimo al contrario solo se dedican a joderlos más.

Todo era muy aburrido, hasta que la vi.

Un ángel caído.

El pecado en mujer.

Con esa sonrisa que podía iluminar todo el maldito pueblo, mis piernas flaquearon cuando sus bellos ojos se posaron en mi, jamás me había pasado algo así me quede paralizada mientras veía como se sonrojaba ante mi mirada y se iba junto a una señora.

Tenía que saber quién era esa chica dueña de esos perfectos ojos verdes.

Cuando me acerque inmediatamente la señora que la acompañaba se puso enfrente de ella dándome una mirada de muerte.

—¿Que se te ofrece cielo? - Habló con hipocresía.

—Nada solo venía a ofrecer mi ayuda...

—¡Claro Camila! Ve con Michelle a la bodega a acomodar las cajas que llegaron - En ese momento agradecí al señor Mendes de interrumpir a la señora.

"Michelle" y yo fuimos a la pequeña bodega y el momento era un poco incomodo ella ni siquiera me miraba hasta había pensado que no tenía voz. Yo solo la miraba como estúpida en verdad su belleza dejaba idiota a cualquiera que la viese, aún con toda esa vestimenta que cubría la mayoría de su cuerpo me parecía hermosa.

—Soy Camila... - Vaya que comentario tan inteligente.

—Lo escuche - Oh dios, su voz —Soy Lauren aunque aquí todos me dicen Michelle.

—¿Por que no te había visto por aquí?

—Con mis padres acabamos de regresar de Canadá.

—Canadá es lindo.

—¿Has viajado para allá?

—No, pero imagino que lo es...

Sonrió negando y ya no volvió a hablar más.

El siguiente mes fue increíble pues todos los fines de semana hacía cosas con Lauren, amaba apreciar su belleza y aunque tenía pensamientos impuros de ella y míos no me importaba, no me detenían a querer estar con ella todo el día. Una noche soñé como follábamos en mi habitación desperté con una erección tremenda y vergonzosamente me había corrido en mi ropa interior. Supe también que aquella señora hipócrita era la madre de Lauren quien por supuesto le había prohibido que se acercara mucho a mi.

One Shots - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora