One Shots - Camren

LVXVRIA

N/A: Lávate las manos antes de masturbarte. 

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The Fall of the Damned. 

Buscamos todo el tiempo hacer las cosascorrectamente, luchamos por obtener buenascalificaciones, luchamos por obtener siempre laaprobación de nuestros padres, luchamos por queellos se sientan orgullosos de nuestros logros, todoel tiempo al menos para mí, quise hacer las cosasbien, irme por el buen camino y ser una hijaejemplo, una hija a la cual sus padres presumiríanpor lo perfecta que es.

Lo quise enserio, hasta queLauren Jauregui entró a mi vida.

Me hacía tener pensamientos extraños, me hacíatener reacciones en mi cuerpo que no eran correctas.

El pastor de mi iglesia decía que esa mujer habíallegado a mi vida cómo una prueba, una terribleprueba déjame decirlo. Él decía que tenía que serfuerte y continuar con mi camino, una buena mujerde nuestra comunidad me esperaba para casarnos, resulta que había nacido con algo extra entre laspiernas, ellos veían normal emparejarme con unamujer y procrear después de que los estudios loconfirmaron pero, eso es tan irónico pues no aceptanlos matrimonios gay, era extraño que no se mepermitiera posar mis ojos en un hombre, ¿Qué conello? En fin.

 Lauren Jauregui había llegado a mi vida cómo unterremoto, haciendo un desastre a su paso.

 Ella era lahija del hombre que prácticamente estaba regalandosus millones para apoyar nuestra causa, a finales delaño pasado había mostrado los planos hechos por mimejor amigo del edificio que quería construir yconvertirlo en un hospital para los necesitados, deeso hace ya más de diez meses.

 El señor Michaelviejo amigo del pastor se había ofrecido a financiarla obra pero, él era un hombre muy ocupado y en sulugar había enviado a su mano derecha, su hija, subella hija.

 Estaba ansiosa y emocionada por llevarlas riendas del proyecto, Jessi no había queridohacerse cargo de el así que, yo lo haría cómo enotras ocasiones, aunque, sería mi primer proyectogrande, sin embargo, no estaba preparada paraLauren, ni todo lo que venía con ella, un rostrotallado por artistas griegos, un cuerpo con todo en sulugar y unos ojos capaces de perforarte el alma.

Lauren derrochaba poder, fuerza y espírituinquebrantable, apostaba que Lauren se habíapropuesto hacerme ceder; cuando la conocí ellahabía sido clara al decir lo mucho que le habíagustado mi físico. 

"Podemos ir a beber algo después de nuestroprimer día de trabajo y después...".

Fue lo que dijo directa mientras me recorría elcuerpo con la mirada a lo que yo alcé la manomostrando mi anillo de compromiso pero aquellosólo la había hecho sonreír burlona para luegomorderse el labio y terminar por ignorar lo sucedido,después de aquel "incidente" Lauren se habíamostrado profesional, quedé extasiada al verladesenvolverse tan naturalmente, admiraba suseguridad, me gustaba verla trabajar aunque, no megustaban las reacciones de mi cuerpo al tenerlacerca.

Ella había decidido trabajar de tiempocompleto a mi lado, a veces nos quedábamos en suoficina hasta tarde lo cuál me resultaba una tortura,no sabía si había hecho algo bien o algo malo envidas pasadas para ahora pasar por esto.Lauren había llegado a mi vida para hacermecuestionar interminables cosas sobre el camino quehabía recorrido, me había hecho cuestionarme si realmente valió la pena ser una buena hija la cualjamás se metió en problemas... hasta hace un añocreía que sí pues creía a Emilia una recompensa pormi esfuerzo, Emilia, mi prometida era una increíblemujer, era bondadosa, llena de pureza y luz brillante,tenía un corazón enorme y no merecía que leestuviese siendo infiel con el pensamiento, pues porsupuesto que había imaginado cómo sería besar aLauren, me atrevo a decir que había imaginadotambién cómo sería mantener relaciones sexualescon ella, fue por esa razón que hablé con el pastor demi comunidad y me había aconsejado mantenerdistancia y no estar cerca de ella si el proyectoprácticamente estaba ya terminado.