CANDY

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"¿Te gusta?"

Escribí con una mano mientras me pajeaba con la otra frente a la cámara.

Teníamos esta rara relación, conocí a "Randy.M" en un sitio web de citas calientes hace casi un año mientras sinceramente estaba aburrida, acababa de salir de una relación un poco abrumadora y sólo necesitaba algo en lo cuál distraerme, fue gracioso cómo conocí a Randy.M.

Fue la primera persona con la cuál hice match, yo no tenía ni idea sobre qué decirle, cómo iniciar alguna conversación, ni siquiera sabía si era un sitio dónde sólo buscas divertirte un poco o realmente conocer personas nuevas. Aventurando a lo que me esperaba iniciamos con un simple "Hola" y de ahí no pudimos parar. Todo este tiempo ella no había querido decirme su nombre real, afirmaba que era más emocionante mantenerse oculta. Por lo menos si estaba segura de que era una chica pues ella también se había tocado en ocasiones frente a la cámara pero sólo conocía su vagina pues ella tampoco mostraba su rostro por completo, tampoco conocía su voz, nuestras vídeo-llamadas calientes eran sólo visuales. Era emocionante y hasta cierto punto excitante pero sólo los primeros meses, el último mes realmente había estado encima de ella con el hecho de que quería conocerla en persona, obviamente ella se negaba y habíamos discutido un par de veces por mensaje, ni siquiera me dejaba llamarla.

Ahora estábamos teniendo algo así cómo un tipo de sexo de reconciliación.

Mi mano trabajaba toda mi longitud con movimientos intercalados, rápidos y lentos mientras veía cómo ella se metía dos dedos y otra mano jugaba con sus pezones, era poca la luz pero jodidamente podía alcanzar a notar la humedad de su coño, moría por sentir lo suave que seguramente era, mataría por saborear los jugos de su excitación.

Mierda, mis amigas tenían razón. Esto no era sano, no cuando esta chica no tenía intenciones de hacerlo real.

Salí de mis pensamientos cuando vi cómo sus piernas se cerraron temblando estruendosamente, ella había llegado y cómo el infierno que quería escuchar si era ruidosa o silenciosa. Suspirando me coloqué de pie y acerque mi pene al ordenador, me masturbe poniendo un poco más de presión y finalmente me corrí chorreando la cámara y parte de la pantalla.

Asqueroso.

Terminé con la vídeo-llamada y al instante ella escribió.

Randy.M: Eso fue increíble.

Kam.C: Lo fue.

Randy.M: Eres demasiado caliente mientras te das placer tu misma... tienes una polla deliciosa. Ahora imagina que es mi lengua la que está limpiándote, chupando tu punta.

Kam.C: Por qué imaginarlo si podemos hacerlo en persona, ¿Eh?

Randy.M: Ya hablamos de esto... te quiero y quisiera estar contigo físicamente pero temo que esto se pierda, ¿Me entiendes?

Kam.C: ¿Y quién me entiende a mi? Sólo olvídalo, debo irme.

Cerré mi sesión y tomando la decisión final, eliminé la cuenta.

Era caliente y siempre estábamos cumpliendo pequeñas fantasías además de charlas interminables muy interesantes pero era hora de mirar hacia adelante, no iba a continuar ilusionándome con algo que no iba a pasar, definitivamente estaba sintiendo muchas cosas por ella lo cuál era absurdo ya que no la conocía, no sabía con claridad si estaba enamorada de esa chica o era sólo calentura pero necesitaba continuar mi camino cómo se suponía que debí hacer hace más de un año cuando terminé con Lauren.

Nuestra relación básicamente se había ido a la mierda cuando estábamos por entrar al último año de instituto, ella siempre se preocupaba más por sus notas que pasar al menos un momento conmigo además de estar completamente loca, bueno, no loca. Lauren era muy celosa y posesiva, honestamente no tenía problema con ello, hasta que ella dulcemente me había pedido que saliera del equipo de atletismo, lo cual no iba a concederle. Supongo que Lauren estaba acostumbrada a que yo hiciera todo por ella, pero no esa vez, ella sabía lo mucho que yo disfrutaba ser parte del equipo en fin, los días fueron de malos a peores, y por nuestro propio bien decidí ponerle un punto final.

La mayoría de las personas a nuestro al rededor se sorprendieron ya que, no eramos la pareja perfecta mucho menos populares que están buenas pero teníamos algo envidiable o eso decían, escuché tiempo después decir a algunas chicas que yo era el tipo de pareja que ellas necesitaban pues notaban cómo yo besaba el suelo por donde Lauren caminaba, y era verdad, siempre fui cursi con ella y respeté a Lauren en todos los sentidos, ni siquiera la había follado cómo realmente lo quise alguna vez pues ella era tan tímida y delicada que temía asustarla, cuando hacíamos el amor yo siempre cuidé de ella incluso nuestra primera vez traté de ser lo más suave y romántica posible.

Siendo honesta hay momentos que extraño a Lauren, lo cual me hace estar confundida pues tengo todos estos sentimientos por dos mujeres, Lauren y "Randy", por mucho creo que lo mejor sería olvidarme de las dos.

A la mañana siguiente mi humor no era el mejor, y el hecho de que mis pensamientos hubiesen invocado a Lauren no lo ayudaba, desde la hora de entrada ella había estado acosándome, le había escuchado decir algo sobre hablar de un proyecto, no tenía ni puta idea de que hablaba hasta la hora del almuerzo cuando un profesor me eligió para ayudar al encargado del anuario sí, a Lauren.

—Camila... - Detuve mis pasos.


—Sé muy bien a dónde tengo que ir después de mi práctica.


—Te has vuelto muy agresiva - Suspiró. Yo no respondí —Bueno, te veo más tarde - Ella acomodó sus anteojos para tomar una pila de libros y alejarse de mi. Maldición, Lauren continuaba provocando demasiadas cosas en mi, lo malditamente suave y pura que era me hacían tener pensamientos poco agradables.


Cuando iba a retirarme a la cafetería paré en seco cuando vi cómo un chico tonto tumbó a Lauren con todo las intenciones del mundo, me apresuré a ayudarle escuchando cómo las personas a nuestro al rededor se burlaban. No veía la hora en por fin salir de esta porquería.

—Estúpida rara - Alguien murmuró y acabó con mi poca paciencia.

Cuando iba a tirarme encima de ese idiota Lauren me detuvo aferrándose a mi brazo dándome una mirada suplicante, y como en los viejos tiempos yo simplemente me dejé arrastrar por ella lejos de esos estúpidos además, con la cabeza fría se lo agradecí pues seguramente esos chicos me hubieran hecho pedazos, eran cómo tres metros más altos y robustos que yo.

—¿Estás bien? - Ella asintió mostrándome una sonrisa agradecida —¿Te veo más tarde?


—Suerte en tu práctica... - Bien, eso había sido raro.


Hace un año ella hubiese estado cómo loca tratando de hacer que faltara a la práctica pues ella decía que mis compañeras me sabroseaban. Tal vez sólo ya lo supero, soy historia pasada para ella.

Me molestaba un poco tenía que admitirlo.

El resto del día fue rápido y la práctica fue terrible, habían muchas cosas en mi cabeza y fui terrible con mis tiempos, tal vez debería abrir mi cuenta nuevamente y seguir en el juego de Randy, al menos me aliviaba con sexo cibernético.

Me sorprendí cuando llegue al punto de reunión y sólo estaba ella, sonreí inconscientemente al verla tan concentrada en su ordenador, su ceño estaba fruncido y sus labios sobresalían un poco más por su seriedad, la conocía tan bien que me atrevía a decir que algo le estaba fastidiando.

—¿En que te voy a ayudar? - Ella se sobresaltó dramáticamente llevando una mano a su pecho.


—Jesús, Camila - Resopló —No vuelvas a entrar así de silenciosa... Podrías ayudarme a separar esas fotografías - Asentí viéndola extraño. Ella estaba nerviosa.


Una hora totalmente aburrida más tarde había terminado con el trabajo aunque sabía que aún faltaban más cosas, Lauren seguía peleándose con el ordenador y debo decir que me tenía muy intrigada saber que le sucedía.

—¿Problemas con tu novio? - Quise ser sutil, enserio quise serlo.


—Todo bien.


—Ah.


No pase por alto el hecho de que no había negado que tuviese un novio.

—Entonces... - Volví a hablar después de minutos incómodos de silencio.


—Agradezco tu preocupación o interés por saber que me pasa Camila, pero tú dejaste claro que no te importaba lo que yo hiciera o no hiciera con mi vida.


—Bueno sí, pero antes de ser mi novia eras mi amiga... y si quieres hablar sólo ya sabes... aquí estoy - Ella resopló y no volvió a hablarme. Lauren había cambiado, antes era una chica dulce y tierna que resoplar o responder de mala manera estaba en último lugar para ella. Pero bueno, no había sabido mucho de ella en todo el año sólo que ella continuaba siendo la mejor con sus notas.


Un poco aburrida de no hacer nada me acerque a Lauren también tratando de averiguar que hacía en su ordenador, ella me miró de reojo y note cómo se sonrojaba para luego reírse por mi patética actuación de simulación.

—¿Qué te causa tanta gracia, Jauregui? - Alcé una ceja.

—Lo mucho que deseas saber con quién estoy hablando - Respondió socarrona.

—¿Yo? - Me acerqué a ella de manera juguetona, ella se giró hacia mi haciendo que uno de sus rizos cayera sobre su rostro —Tal vez no es la única cosa que deseo... - Susurré más cerca de ella.


—¿Qué más deseas, Camila? - Note atrevimiento en su voz. Me acerqué por completo a ella tomándola en un beso delicado, mi cuerpo se electrizó con aquel simple contacto. Sentía cómo si alguien me hubiese dado un fuerte golpe en el estómago, ¿Porqué mierda había roto con ella?


Sus labios se abrieron un poco y yo hundí mi lengua en su boca, jadeé al sentir la menta y caramelo en sus besos, una de mis manos se aferró a su cabello tomándolo en un puño moviendo su cabeza a mi antojo para tener más acceso a su boca, sus dientes se aferraban a mi labio inferior a ratos, yo chupaba su lengua sacándole pequeños jadeos, era el primer beso tan salvaje que nos dábamos desde que nos hicimos novias. Ese pensamiento fue cómo un balde de agua fría para mí y noté lo fuerte que estaba estrujando su cabello, me separé de ella más rápido de lo que quería en realidad, la vista no ayudó a mejorar mi creciente situación en el sur. Lauren tenía sus labios rojos, hinchados y húmedos, sus rizos eran un desastre y sus pupilas estaban dilatadas y brillantes.

—Lo siento, Lauren - Aclaré mi garganta —No quise pasarme contigo...


Ella forzó una sonrisa mientras asentía y comenzó a guardar todas las cosas en su bolso mientras yo me quedaba ahí cómo idiota mirándola. Mi vista se corrió hacia su ordenador y tenía notas ahí, supongo que del anuario, minimicé las notas y mi respiración se atoró. Sentí mis facciones tensarse, ella había entrado a la maldita página de citas calientes, iba a entrar o tenía pensado entrar, ese mundo no era para ella.

—¿Qué mierda crees que haces queriendo entrar a ese sitio? - Apunté la pantalla. Lauren abrió los ojos enormemente luego se sonrojó cómo nunca antes la había visto, supongo que si había entrado y un estúpido pervertido le había mostrado su pene bien, yo también era una pervertida pero siempre fui así, ella no.


—No tienes derecho a husmear en mi vida privada - Dijo entre dientes mientras cerraba el ordenador y lo metía a su bolso.


—Ese sitio no es para ti, saca esa maldita cosa y termina con eso - Me interpuse en su intento de huida.


—No.


—Lauren - Advertí —Enserio, vas a encontrar cosas horribles ahí.

—No eres mi puta mamá, quítate de mi camino - ¿Qué carajo?

Ella aprovechó mi sorpresa para huir de mi, cuando logré alcanzarla era muy tarde pues ella ya se había montado en su auto y salía del estacionamiento del instituto. Maldiciendo por lo bajo corrí hasta la avenida más cercana para tomar un taxi, era un lujo que no debía permitirme pero lo valía hoy. Cuando llegue a su casa note que sólo estaba su auto lo que significaba que estaba sola. Recordando la vergüenza que le provoca a Lauren hacer una escena en público comencé a gritar mientras golpeaba su puerta, en otro momento me reiría.

—¡Abre la puerta! ¡No dejaré de hacer un escándalo! - Ella persistía —¡Voy a tirarla! ¡O mejor una ventana! - Esta bien, me estaba viendo cómo una loca y los vecinos lo notaban.


—¡Ya, Camila!


No pedí permiso simplemente me metí a su casa tirando mi mochila en la entrada, sus ojos estaban rojos muestra clara que había estado llorando. Mi enojo salió del sistema y me acerqué a tomar su rostro entre mis manos.

—Lo siento, bebé... no quise asustarte... - Ella trataba de alejarse pero no se lo permitiría —Me preocupa que algo ahí pueda asustarte o traumarte, sólo borra esa maldita cuenta si es que ya hiciste una.


Tras un par de segundos viéndonos a los ojos ella se alejó suavemente para tomar su bolso y sacar su ordenador, yo mordía mis labios con nerviosismo pero estaba aliviada de que hiciera lo que le pedía, cuando entró a la página casi me fui de espaldas, no sabía cómo sentirme. Esto era mucho para procesar.

—Te escuché hablando con Alycia sobre este sitio... - Susurró —Me creé una cuenta... fue completamente obsesivo ya lo sé pero yo...


—Lauren eres Randy - Sólo eso atiné a decir aún no creyendo lo que sucedía —Es...


—Que termináramos no sólo fue culpa mía, ¡Tú también lo arruinaste! - Fruncí mi ceño.


—No te engañé... eso fue después de...


—No estoy hablando de eso pedazo de imbécil - ¿Qué? —Siempre fuiste tan cursi conmigo cómo si yo fuera a romperme en cualquier momento, eras malditamente cuidadosa y amorosa y no lo malinterpretes yo amo que seas así - Ok, seguía sin entender —Pero cuando teníamos sexo también lo eras y al principio fue bueno pero cuando yo trataba de hacer algo más tú sólo me detenías, ¿No te caliento cómo esas putas de Internet?


—Yo creí que...


—Yo quería que me cogieras duro y rápido, quería que me hablaras sucio, que me chuparas el coño - Mi pene se removió en mis pantalones. Ella levantaba sus brazos haciendo énfasis en todo —Yo quería lamerte la polla y que tal vez te vinieras en mi boca o en mis tetas... - Ella estaba muy exaltada y enfadada —Quería descubrir posiciones nuevas contigo...


Estaba muy enfadada por haber descubierto el engaño de Lauren pero también estaba muy cachonda, saber que mi chica inocente y mi chica traviesa eran la misma me dejó con la verga completamente parada y dolorida. Habían tantas cosas que siempre quise hacerle a Lauren y ahora no iba a desaprovechar la oportunidad.

Prácticamente salté sobre ella besándola cómo hace un rato pero esta vez con un poco de enojo, le mostraría a Lauren que había sido una mala idea provocarme. Sus dedos se aferraron a mi piel expuesta en mis caderas, sentía sus pequeñas uñas en crecimiento rasguñar mi espalda baja mientras ella trataba de llevarme más cerca, jadeó cuando sintió mi dura extensión sobre los jeans, hábilmente quité la sudadera enorme que llevaba para darme cuenta que sólo llevaba un sostén de encaje blanco, no perdió el tiempo en llevarse una mano detrás y quitarlo de manera audaz, sus pezones erectos saltaron a la vista haciendo que babeara por sentirlos. Antes de acercarme a ella me quité mi sudadera junto con mi camisa vieja y mi sostén deportivo, mis pezones dolían por lo excitados que estaban. Solté un "carajo" que sonó cómo un sollozo cuando Lauren se inclinó y tomó uno de mis pezones en su boca, mamando lento luego pasando toda su lengua por el, la tomé por el cabello y la atraje hacia mi asaltando su boca con mi lengua mordiendo con fuerza su labio hasta casi hacerlo sangrar, su sonrisa socarrona hizo mi vista tornarse en rojo. Aún con mi mano sobre su cabello incline su cabeza hacia atrás hundiendo la mía en su cuello, ella estaba tan suave y olía delicioso cómo lo recordaba, acaricie mi nariz en su piel un poco para luego besar su pulso, sus manos lograron alcanzar mi cremallera y con habilidad la bajó y me desabotonó los pantalones, su fría mano me hizo temblar cuando me tomó por encima de mi ropa interior cepillando la palma de su mano contra mi dura y punzante polla.

—Estás tan dura... - Gruñí en su cuello y mordí un poco ahí.


Toqué un poco su coño por encima de sus pantalones apostaba mi vida entera a que estaba tan húmeda cómo cuando nos tocábamos frente a la cámara. Pase mi dedo índice por la mezclilla dura sintiéndola caliente, el pequeño ángel era un demonio.

—Estoy sintiendo lo pegajosa que estás... seguro tus bragas están mojadas mientras estoy frotándote - Lauren restregaba sus caderas contra mi mano tratando de sentir un poco más de presión.

Continué frotando mi dedo sobre la ropa para llevarla al borde, no haría otro movimiento hasta que ella diera el primer paso. Lauren se dejó caer de rodillas ante mi y sin una sola palabra pero con la vista en mis ojos bajó un poco la cintura de mis pantalones y luego el elástico de mi ropa interior, verla lamerse los labios me hizo soltar crema transparente, la cabeza de mi polla estaba brillante por el líquido pre-seminal pero Lauren se encargó de ello, no de limpiarlo, de mojarme la polla por completo. Ella chupó la punta cómo una experta para luego abrir la boca y llevarme hasta su garganta, noté sus ojos aguarse tras el cristal de sus anteojos.

—Dios, sí... que bien se siente Lauren... - Ella quiso quitarse los anteojos pero no se lo permití, siempre había fantaseado con Lauren comiéndose mi verga y mirándome detrás de esos anteojos con inocencia. Siseé un poco cuando trató de llevarme más profundo —Me vuelves loca...


Follé su boca por un rato más mirando cómo ella gustosa me recibía, estaba maravillada con lo que había descubierto de ella, ¿Cómo había sido tan estúpida? No importaba pero ahora no había manera de dejarla ir. Por momentos Lauren dejaba de acariciar sus pezones para tocar los míos, ella pasaba sus pulgares haciendo con eso que mi polla punzara en su boca.

Le saqué la polla de la boca y me incliné para besarla con hambre, quería todo de ella. Parecía que Lauren tampoco podía tener suficiente de mi pues su mano se abría camino hacía mi polla, jalándola lento pero con determinación, realmente lo quería, ella estaba buscando que me corriera encima de ella. Le daría eso, le daría lo que ella deseara.

—Abre la boca - Demandé mientras reemplazaba su mano por la mía, la situación me tenía muy caliente así que no faltó mucho para que me corriera llenando su cara  de leche, semen escurría de las comisuras de sus labios, había semen embarrado en el cristal de sus anteojos por lo cuál ahora si se los quitó, usando la punta de mi polla recogí el semen de su cara y se lo lleve a la boca donde con una sonrisa lo tragó.

Estaba en el santo cielo.

Sin importarme un carajo mi corrida la tomé del brazo bruscamente para ponerla de pie y la volví a besar mientras mis torpes manos temblorosas desabotonaban sus pantalones y se los bajaba junto a las bragas, lo mismo hice con los míos pero sólo los baje hasta las rodillas. Me iba a coger a Lauren sobre el sofá favorito de su papá y luego me la cogería sobre la barra dónde desayuna su madre junto a su abuelo.

Giré su cuerpo y la encaminé hasta el sofá donde la tumbé de rodillas con sus manos sobre el respaldo, su enorme culo se veía tan malditamente delicioso en esa posición.

—¿Lo quieres así, Lauren? - Me acerqué por detrás frotando la cabeza de mi polla a lo largo de su coño, metí la punta un par de pulgadas y luego la saque, repetí el movimiento unas cuántas veces, ella se echaba hacia atrás queriendo más —¿Te gusta, Lauren? - Su cabello largo y desordenado cayó a un lado cuando ella me miró por encima del hombro y asintió —Quieres que te tome a pelo y cojamos sin condón... - Acaricié su cintura —Quieres que me hunda en ti y folle tu coño sin cuidado alguno...

—Sí... te necesito dentro... por favor - Ella parecía animal en celo frotando su culo contra mi verga.

Chilló un poco cuando se la metí hasta el fondo, ella se sentía cómo un anillo apretado a mi al rededor, sus caderas buscaban contacto conmigo cuando las echó hacia atrás, ella estaba ansiosa y codiciosa por sentirme. Su humedad era abundante, podía ver su crema dulce en nuestra unión, estaba adorando lo cachonda que estaba. Nuestros movimientos se acompañaron yendo a la par cuando yo empujaba ella estrellaba su trasero en mi pelvis, de pronto Lauren tomó una de mis manos en su cadera y me arrastró a sus pechos dónde pellizque un poco sintiendo cómo le gustaba pues su coño se apretaba con cada caricia.

Lauren era ruidosa, ella gemía por lo alto, amaba los sonidos placenteros que emitía. Ella no paraba de rogarme por más y halagar lo increíble que sentía tenerme dentro. Continué enterrándome en ella y acariciando cuanto podía de su suave piel, cuando Lauren abrió más sus piernas moví mis caderas un hacia arriba para obtener mejor roce en su interior hasta que logre tocar su punto de éxtasis, ella gritó cuando en esa misma posición la golpeé duro y rápido incontables veces, sentirla asfixiando si pene me tenía con el deseo por los cielos.

—¡Más! ¡Más, quiero más! - Ella era perfecta mientras rebotaba contra mi cuerpo. Echó su cabeza hacia atrás y se tomó con más fuerza en el respaldo del sofá para mover como podía sus caderas en círculos. Sin ningún tipo de delicadeza yo estaba perdida y la tumbé sobre el sofá cayendo sobre ella sin dejar de moverme. Lauren mantenía su culo parado para recibirme en su coño empapado, giró su rostro buscando mi boca y yo se la di, era un desastre de beso, era húmedo y sin ritmo alguno pues estaba más concentrada en llegar al orgasmo y lo mismo podía decir de ella, Lauren interrumpía el beso con sus gemidos y jadeos calientes.

Cruzando un brazo debajo de ella apreté su clítoris siendo completamente bruta pero llevándola al orgasmo con ello, su espalda se arqueó más regalándome su rico trasero regordete donde estampé una de mis manos deseando que quedara irritada y marcada por mi.

—Demonios... sí, mierda... - Murmuré mientras ella apretaba su coño en espasmos —Voy a llenarte el coño deseoso de leche... - Dije mientras besaba y mordía suavemente su hombro —¿Me quieres ahí? - No prestaba mucha atención en ella, yo continuaba enterrándome en su apretado coño caliente.

—Córrete en mi... quiero sentirte llenarme - Entre gemidos medio gritó.

Estábamos sudorosas para cuando yo regulé mis movimientos en suaves y lentos giros, me corrí dentro de ella sintiendo cómo su coño me chupaba, juro que sentí mi vista nublarse cuando a la fuerza me salí de ella echando un chorro de semen fuera de ella, mi polla se estremecía aún cuando me deje caer a un lado de ella, jadeante y sorprendida de que hubiésemos hecho esto. Deseaba poder obtener un vídeo o al menos una foto de Lauren así, recién follada.

—Oh no he terminado contigo - Escuché a Lauren decir para luego moverse y estirarme hacia el suelo frío —Quiero montarte aquí - Gemí.


—¡Lauren! - Le susurré-grité cuando ella mordió mi pezón. Ella sólo se burló de mi para después succionar el otro mientras tomo mi verga semi dura para jalarla un par de veces hasta endurecerla otra vez —Siempre quise hacerlo aquí... - Ronroneó.


—Monta mi cara - Dije sosteniendo un agarre fuerte en su mentón —Luego vas a montar mi verga, dulce bebé.


Ella gateó hasta quedar encima de mi, jadeé al tener tanta suerte de ver un coño tan perfecto cómo el de Lauren, sus labios se abrieron cuando bajó su cuerpo hasta que su dulce coño quedó en mi boca, oficialmente era lo más rico que había probado en mi corta existencia, su sabor agridulce me hizo querer más, lamí su raja luego su clítoris me hundí en su vagina empapada tratando de obtener su esencia en mi rostro así más tarde podría sentirla aún, chupé sus labios suaves con fervor hasta dejarlos enrojecidos, ella mecía su cuerpo frotando su coñito en mi boca. Sus dedos estaban enterrados en mi cabello mientras ella montaba mi lengua, jesús, puedo morir ahora mismo. Metí mi lengua en su abertura luego hacía círculos en su botón poniéndolo rígido y sensible para mis labios cuando lo chupé.

El cuerpo de Lauren se echó hacia adelante cuando comenzó con los espasmos, ella no quería correrse en mi boca, con una última lamida le permití alejarse de mi cara sonriendo orgullosa cuando vio el desastre que seguramente dejó en mi boca y mentón.

Lauren se movió por todo mi torso hasta llegar a mi verga parada en el camino fue frotándose contra mi piel dejándome un camino húmedo con sus fluidos, Lauren me tomó de la base y fue bajando por mi polla poco a poco formando una sensual O en sus labios, cuando estuvo por completo empalada se sostuvo de mi torso para comenzar a moverse de adelante hacia atrás, joder. Te amo, quise gritar pero todo se atascó en mi garganta, estaba hipnotizada por su cuerpo.

Sus movimientos sensuales se convirtieron en cortos saltos sobre mi polla, ella subía y bajaba sobre mi extensión, lo veía cómo si fuera una puta cámara lenta estaba siendo una diosa del sexo. Seguramente los vecinos escucharían nuestros sonidos sucios mientras Lauren me montaba, ojalá que sí, ojalá los vecinos escucharan cómo ella sollozaba de placer, que escucharan todas las barbaridades que yo estaba prácticamente gritando mientras ella me utilizaba para su propio placer.

—Mierda, Lauren... - Mis manos apretaban la carne de sus muslos dónde obviamente dejaría pequeñas marcas —Sí, justo ahí... - No conforme con mi posición inerte, me senté sin entorpecer los movimientos de mi chica y hundí mi rostro entre sus pechos llenos, los mamé hasta que se tornaron más obscuros lejos de quejarse, Lauren lo disfrutaba —Me encantas - Dije aún perdida entre sus senos, su cuello y mandíbula.


Mi sangre heló cuando escuché el motor de un auto cerca de la ventana, mis ojos se abrieron cómo platos mientras que Lauren sólo sonrió mordiendo su labio inferior sin dejar de saltar sobre mi verga, ahora rozando su clítoris más duro contra mi polla.

—Lauren... - Murmuré con advertencia. Ella ahogó un gran gemido en mi boca, mientras me besaba apasionadamente. Con un suspiro feliz se separó de mis labios, sus ojos brillaban y su sonrisa era radiante.


—Siempre quise que me follaras con la adrenalina de ser descubiertas - Dejó un corto pero obsceno beso en mi boca, ella sólo se puso de pie tomando su ropa con rapidez y correr escaleras arriba.


—Mierda, mierda, mierda - Murmuraba mientras colocaba mi sudadera y subía mis pantalones —Oh dios... - Metí torpemente el resto de mi ropa al bolso de Lauren y coloqué su ordenador en mi regazo justo cuando la puerta se abría revelando a los padres de Lauren junto a su hermano menor el cuál venía discutiendo algo. Yo estaba paralizada mordiendo la uña de mi pulgar, enserio estaba sudando frío.

—Oh, ¿Camila? - Habló con sorpresa su mamá. Sonreí.


—Hola señora Jauregui - Levanté mi mano —Hola a todos - Asentí. El hermano menor de Lauren sonrió burlón luego clavó su vista en los anteojos de Lauren en el suelo. Mierda.

—Creí que llegarían antes... - Dijo Lauren, salvándome de un interrogatorio.

—Sí... tu hermano se metió en problemas otra vez - Ese fue el padre de Lauren que no dejaba de verme de mala manera —¿Qué hace Camila aquí? - Bueno, él y yo nunca habíamos tenido buena comunicación, no tenía confianza en mi bueno, menos la tendría si supiera que me acababa de coger a su hija en su sofá favorito.

—Yo... eh... estamos...

—Estamos intentándolo de nuevo, papá - Sonreí babeando por ella. Su madre se llevó a su padre antes de que pudiera echarse encima de mi y su hermano no dejaba de ver los anteojos de Lauren con una sonrisa curiosa pero al igual antes de que pudiera decir algo acerca de porque se veían mojados de algo su mamá lo llamó desde arriba.

—¿Lo vamos a intentar? - Ella se encogió de hombros —Independientemente del grandioso sexo que acabamos de tener, te he extrañado todo este tiempo - Lauren me miró molesta.


—¿Manteniendo vídeo-llamadas calientes con putas? - Reí mientras ella golpeaba mi brazo.


—Sólo hablaba con "Randy", prácticamente siempre he sido toda tuya - Sonrió un poco cuando toqué su nariz con mi dedo índice —Además, aunque hablaba "Con ella" seguía pensando en ti, sé que está mal pero las comparaba...

—Ya no seré una loca posesiva... - Le robé un beso.


—No importa, yo no dejaré de ser cursi contigo - Vi ternura en su mirada —Te adoro, amor.


—Te amo.

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Confieso que este One shot es de mis favoritos 😛 ¿Cuál es el tuyo?

One Shots - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora