Capítulo 11

166 32 44
                                    

THE LORD AND THE LADY OF THE BUILDING

DISCLAIMER: Naruto es propiedad de Masashi Kishimoto, pero la historia es de mi autoría.

...

Capítulo 11. Cómo alegrar a la lady.

⊹。・゚♡゚・。・゚♡゚・。⊹。・゚♡゚・。・゚♡゚・。⊹。・

A partir de que habían tenido aquella maravillosa cita, las cosas entre Sasuke y Sakura estaban avanzando lenta pero efectivamente.

Es decir, aún no se habían dicho explícitamente que se gustaban ni mucho menos se habían dado el título de "novios", pero sí podían afirmarles a sus conocidos que estaban saliendo con alguien especial.

Se habían acercado tanto que, al salir del trabajo, sin ninguna duda y sintiéndose completamente capaz de afrontar un plan de último minuto, Sasuke llamó a Sakura para saber dónde estaba y recogerla si acaso estaba en la ciudad, lo que ella aceptó.

Sin embargo, lejos de ser un encuentro animado y meloso como era común entre ellos, había un aura de reserva y angustia alrededor de la pelirrosa que fue imposible de ignorar para el Uchiha. Ni siquiera el hecho de que la dama le había besado la mejilla al verlo a modo de saludo, el que una vez que salieron del auto caminara tomada de su brazo igual que siempre y que intentara responder de la mejor manera todo lo que él decía, podían distraer el hecho de que algo le sucedía.

—¿Ha pasado algo en tu trabajo? — él le preguntó suavemente mientras entraban en el ascensor.

—¿Eh? ¿Por qué lo preguntas?

—Porque te ves condenadamente triste — ante esa afirmación, Sakura se acercó más a él y escondió el rostro en su costado, siendo rodeada suavemente por el cálido brazo masculino de su acompañante —. ¿Quieres contarme qué sucede?

—No te preocupes, ya se me pasará...

Sasuke no quería presionarla con el tema, pero quería hacerle saber que estaba más que dispuesto a escucharla si ella llegaba a animarse a hablarle. Solo que, antes de verbalizarlo, el conocido sonido del elevador deteniéndose hizo aparición.

Anunciando que estaban atrapados ahí dentro hasta que el aparato decidiera volver a funcionar.

—Gran forma de terminar el día, ¿no Sasuke-kun? — ella comentó con agrio humor.

—Supongo que sí...

Aunque los dos acontecimientos desalentadores que estaban teniendo lugar en ese momento debían ocupar toda la atención del pelinegro, lo cierto era que no podía evitar solo concentrarse en disfrutar de la cercanía de su futura novia.

Le encantaba que a pesar del suave y afelpado abrigo blanco que usaba todavía podía sentir sus femeninas curvas contra su cuerpo y que, sin importar que tan altos fueran los tacones que usara, seguía siendo mucho más pequeña que él. Inconscientemente, comenzó a acariciarle los rizados mechones de cabello que se escapaban del elegante recogido que se había hecho ese día, consiguiendo relajarla y hacerla suspirar.

Por su lado, la dama estaba disfrutando como nunca del refugio tan encantador que resultaba la imponente figura del hombre, así como del varonil aroma que desprendía su gabardina negra y de la vista que tenía de su atractivo rostro desde su posición. Vaya que Sasuke era una delicia, ojalá pudiera estirarse, besar sus labios y hacérselo saber.

—Por cierto Sakura, ¿qué llevas ahí? — bajando abruptamente la mirada para dirigirse a ella, el Uchiha la descubrió observándolo con adoración, lo que la hizo enrojecer, avergonzada.

The Lord And The Lady Of The BuildingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora