The Lord And The Lady Of The Building

Capítulo 23

THE LORD AND THE LADY OF THE BUILDING

DISCLAIMER: Naruto es propiedad de Masashi Kishimoto, pero la historia es de mi autoría.

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Capítulo 23. La familia del lord es maravillosa.

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En el momento en que Sasuke y Sakura pusieron un pie en la casa de los Uchiha, las cosas tomaron rumbos bastante distintos para cada uno de una manera que fue sorprendente de ver.

Seguro que cuando el abogado se lo contara a su hermano mayor no se lo iba a creer, porque ni siquiera el par de ojos que espiaban desde la cocina lo hacían.

—Que su cara no te engañe mi niño, está realmente cómodo — Mikoto le dijo a su hijo mientras ambos trabajaban en terminar de preparar la cena.

En un principio Sakura se había ofrecido a ayudarle a su suegra con ello, pero al ser su invitada la amable y dulce señora se negó y la pelirrosa y su novio no tuvieron de otra más que quedarse en la sala de estar con el señor Uchiha. Solo que, tras un par de frases secas intercambiadas entre padre e hijo, Sasuke había preferido huir a ver a su madre.

Así pues, en ese momento se encontraba observando fascinado como su pequeña novia de extravagantes colores y sonrisa fácil hablaba amenamente con su progenitor, quien, como su madre ya lo había dicho, se veía inusualmente cómodo junto a ella. Si él y Sakura se veían como polos completamente opuestos cuando estaban juntos, Fugaku y la pelirrosa se veían todavía más discordantes.

No tenía idea de que estaban hablando, pero escuchó su nombre siendo mencionado un par de veces y se veían demasiado concentrados al exponer sus puntos de vista con elocuencia y eran retroalimentados por el otro instantáneamente. Sasuke nunca había visto a su padre conversar tanto con alguien que no fuera su esposa o sus hijos, siendo estos últimos los mayores testigos de sus pocas habilidades de socialización, así que el saber que podía desenvolverse de esa manera con alguien como Sakura lo tenía bastante impactado.

Al final tuvo que interrumpir su conversación para avisarles que la cena estaba lista y conducir a su novia al comedor donde ya todo estaba puesto sobre la mesa.

—Tu papá y yo estábamos hablando de nuestro tiempo en el equipo de béisbol de la universidad — ella comentó tomando asiento igual que los demás comensales —. Resulta que ambos fuimos los mejores bateadores de nuestra generación.

—No sabía que habías practicado béisbol — Sasuke respondió, internamente reflexionando sobre lo curioso que resultaba que, además de haber ido a la misma universidad, su padre y ella hubieran formado parte del mismo equipo deportivo.

—Solo fue durante un par de años, los últimos mi pasantía y el estrés de la carrera me imposibilitó a seguir practicando — la chica se encogió de hombros —. Aún conservo buenos recuerdos de los campeonatos a los que fuimos y, a diferencia del equipo de tu padre, nosotros incluso conseguimos ganar la liga una vez.

A la distancia, el señor Uchiha resopló semi divertido por su inofensiva broma, lo que no hizo más que incrementar la curiosidad de Sasuke sobre el nivel de entendimiento al que ese par pudo haber llegado en un par de horas.

—Me cuesta trabajo imaginar a esta hermosa y elegante criatura en un deporte como ese — Mikoto intervino mirando con calidez a la pelirrosa.

Había visto las fotos de ella que Sasuke le había enviado, escuchado de ella a través de relatos e imaginado sin cesar cómo sería la adorable mujer que había logrado hechizar el corazón de su complicado hijo; pero ahora, por fin teniéndola en frente, Sakura le parecía la dama más maravillosa y adecuada que pudo desear como nuera.