"Ding dong"

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Vi como se marchaba y volví a la fiesta en busca de Bianca, quien afortunadamente no estaba besuqueándose con alguien de nuevo.

-Amby-Gritó mientras me acercaba hacia ella.

-¿Te has divertido con John?-pregunté divertida, ella solo rió.

-Me he enterado de lo que ha pasado, hoy duermes en mi casa, y mientras trasnochamos comiendo helado me cuentas todo, y con "Todo", quiero decir todo-No parecía aceptar un no por respuesta, así que acepté.

No antes de mandarle un mensaje a mi madre diciendo "Duermo en casa de Bi" para que no se preocupara, aunque no solía importarle donde me encontraba.

Mi madre unicamente se preocupaba por hacer sus horas de trabajo en la oficina, y llegar a casa para hacer de chacha a mi padrastro, que era un verdadero inútil.

No soportaba vivir en esa casa, y más sin mi hermano, pero era lo que me tocaba, al fin y al cabo la familia no se escoge.

Cada vez que volvía a casa, al menos la mayor parte de veces, me esperaba un golpe de mi padrastro, desde que llegó me había tratado mal, pero a mamá parecía darle igual, y cada vez que me quejaba le restaba importancia una y otra vez.

Ella decía que gracias a él nosotros no estábamos en una mala situación economía. Cosa que no tenía ningún sentido ya que todo el dinero que llegaba a casa era por mi sueldo o por el suyo, mi padrastro apenas daba palo al agua.

También se excusaba diciendo que todo era culpa de mi padre, quien nos había "abandonado" según mamá hacía muchos años, yo era muy pequeña así que no sabía si creerla o no cuando nos lo contó, pero Anthony, mi hermano mayor, se preocupó por explicarme "la verdad".

Según el, (que sí que había llegado a conocerlo), papá se había ido de casa por culpa de mamá, a quien llevaba meses sin soportar, por qué había estado saliendo con otros hombres y tratando muy mal a papá, y que él decidió irse en busca de una nueva vida,  para que en cuanto tuviera el dinero suficiente firmar los papeles del divorcio y llevarnos con él.

Pero eso es algo que nunca pasó.

La única problema que cumplió fue mandar cada mes un cheque con algo de dinero para Anthony y para mí, pero no había vuelto a ver ese dinero desde que Anthony se había ido y mi padrastro había llegado.

Sospechaba que mi madre lo había estado hurtando, ya que pretendía volver a formar una familia, y añorar a papá no sería una buena manera de comenzar.

Bianca y yo estuvimos toda la noche hablando y comiendo helado de menta y chocolate.

Le conté lo de Jayden y como me sentía, aunque verdaderamente, ni siquiera yo sabía con certeza si sentía algo.

Me advirtió que era un fantasma, cosa que no pude contradecir.

Y era algo que ya sabía, pero que en el fondo sentía que algo dentro de mí estaba cambiando, una parte de mí me decía que me alejara de ese chico, que solo me rompería más, que no era para mí, que era una mala influencia, pero la otra parte me decía que le buscara, que hablara con él, que con él todo eran risas y comodidad.

También hablamos de mi padrastro un poco, aún que cambié de tema en cuanto se me presentó la oportunidad.

Unos meses después de que mi hermano se fuera a la ciudad a trabajar, él y mi madre comenzaron a salir.

Al principio no estaba tan mal, simplemente era mal educado, pero con el tiempo la mala educación se convirtió en amenazas y de vez en cuando algún que otro golpe...

Pero eso era problema mío, y nadie más podía ayudarme, ya que mi madre estaba completamente cerrada y enamorada.

A la mañana siguiente, volví a casa.

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