Info que me gustaría destacar sobre este capítulo es que es el único en tercera persona, el resto de capítulos están todos en PRIMERA PERSONA.-Si has venido a intentar negociar sal por donde has entrado...-Le advirtió su jefa.
-Mary sabes que necesito el dinero, necesito un adelanto, mi madre apenas gana para pagar la casa, y sabes que mi padrastro no la ayuda en absoluto-Intentó explicarse la chica.
-Por favor, sólo me quedan dos semanas de trabajo antes de que cerréis por vacaciones, entiéndeme-Continuo hablando al ver que su jefa no le contestaba.
-¿Crees que es fácil darte tu sueldo?, no me puedo preocupar por tu vida Amber, yo también tengo una, por si no lo sabías.
Y si tienes algún problema sal ahora mismo de la cafetería y no vuelvas a presentarte aquí-Alzo la voz su jefa, contestando a la chica con cierto tono superficial.A Amber se le llenaron los músculos de rabia, la cabeza de insultos y se le cristalizaron los ojos.
Haciendo que casi derramara unas lágrimas.-Mira Amber siento haberte hablado así, ¿bien?, pero no puedo hacer nada por ti, son tus problemas-Siguió hablando Mary.
-Es usted una...-Comenzó a hablar Amber.
Mary la miró con una ceja alzada.Antes de que Amber arruinara su vida escupiendo las palabras que tenía en la cabeza, alguien tocó la puerta.
-Hola ¿Mamá?-Dijo una voz masculina al otro lado de la puerta.
-¡Adelante!-Le gritó Amber poco amigable, aún sin saber de quien se trataba.
El joven abrió la puerta y se incomodó al ver a Amber dentro del pequeño despacho.
Mary, la madre del chico, cambió su cara a una dulce al verle entrar, haciendo que Amber rodara los ojos.Y ahí estaba, Jayden Cameron, un chico con el que compartía algunas clases en el instituto.
El y sus amigos se hacían llamar "los populares", en el instituto "Coqui's Island"; un nombre que parecía haber sido escogido por un grupo de chavales borrachos.Jayden vestía con una camiseta blanca y unos vaqueros crema anchos.
La camiseta era algo apretada, y Amber no pudo evitar fijarse en las curvas que está hacía, marcando sus músculos entrenados.
Amber se sintió ridícula en ese momento, odiaba a ese chico. Ella opinaba que era un idiota y un superficial.
Pero eso no significaba que el chico no fuera atractivo.-Necesito que me des algo de dinero para la fiesta...-Comenzó a hablar el chico, pero antes de seguir miró incómodo a Amber.
-Fiesta de esta noche, es solo una quedada pero quiero comprarle algo a Carla-Jayden continuó hablando, con los ojos puestos en su madre.
Cuando Jayden nombró a su novia.
Amber suspiró irritada.Para ella y para mucha gente del instituto, la novia de Jayden, era una pija insoportable.
Antes de salir del despacho dejó un leve empujón en el hombro del chico.
Justo cuando abrió la puerta se encontró con Josh, un cuarentañero, que esperaba aburrido apoyado en el mostrador.
Amber, como cada mañana, comenzó a preparar su café late.Al poco tiempo, Jayden salió del despacho con cinco billetes en su mano.
Amber suspiró y inspiró tres veces pero no pudo aguantar más y murmuró;o-Será cabrón...-
Su jefa si tenía dinero para dárselo al idiota de su hijo, para que se lo gastara en una chica insoportable, ¿Y no para un adelanto que ella verdaderamente necesitaba?
-No parece que tengas ganas de ir a la fiesta de esta noche-Le hablo Jayden amablemente, mientras guardaba los billetes en su bolsillo.
-No es de tu incumbencia mis pareces-Le respondió Amber cortante, aun que de forma educada.
-Ven a la fiesta, te puedo enseñar la zona y presentarte a alguna amiga, en el instituto sueles estar solo con Bianca-Continuó hablando él, intentando animarla.
Amber dejó el café en la barra de malas maneras, antes de ponerle el azúcar lo miró seria.
-Con Bianca todo es suficiente, prefiero tener una amiga de verdad que a unos monos que se ríen de personas que consideran inferiores a ellas-Cuando Amber termino esas palabras, intentando de alguna manera herir al chico, este ni se inmutó.
Amber rodó los ojos y comenzó a echarle azúcar al café.
-Quien dice que a esos amigos tengas que contarles los besos que llevas, o siquiera dónde vas de vacaciones, es para pasar un buen rato, cosa que deberías empezar a hacer-
-Quien dice que tenga tiempo...-Murmuró para sí misma, pero por la poca distancia que había entre ellos, él alcanzó a escucharla.
-He hablado con mi madre, y te a dejado la tarde libre, yo haré tu turno junto a ti el sábado, para recompensarlo-Le dijo con una amplia sonrisa.
-Va... vaya,espera, ¿¡Que acabas de decir!?-Grito Amber, Jayden se apresuró a tapar la boca de la chica con sus manos, ya que toda la cafetería había puesto sus ojos en ellos.
-¿Que problema tienes? Solo intentaba ayudar...-Le dijo incrédulo el chico en susurros.
-¿Ayudar?, no quiero ir a esa estúpida fiesta, y gracias a ti hoy no cobraré-Le aclaro Amber muy severa.
-Cobrarás el doble el sábado, yo te daré mi parte, vamos, todos sabemos tu relación familiar, solo quería ayudarte-Cuando Jayden termino de decir la última palabra, se arrepintió al instante de haber sacado el tema.
-¡No te metas en mi vida!, ¿De acuerdo?-Amber de mal humor , cogió el café que estaba terminando de preparar, y tiró la bebida en la camiseta de Jayden, después de esto salió de la cafetería enfadada, sin siquiera mirarlo a la cara.
-Vamos Amby, no le hagas caso a ese chaval, hazlo por mi, ven a la fiesta-Le suplico su mejor amiga Bianca, esta estaba sentada sobre la cama de la chica, esperando su respuesta.
-¡Cállate ya joder, y tráeme la maldita cerveza, en esta casa no hacen falta mas hombres, tu hijo no será bienvenido por mi parte, borracho o drogado, dormido o despierto, no esperes que reciba un buen trato por mi parte!-Gritaba en el salón, Michael, el padrastro de Amber.
-Llevan así desde que mi madre le comentó que mi hermano vendría en verano-Explicó Amber después de un suspiro agotador.
-Y a lo de la fiesta...-Continuó hablando.
Bianca dio un brinco, levantándose de la cama, alzó una ceja y se puso delante de Amber desesperada, esperando su respuesta.
-Ayúdame a elegir que ponerme...-Dijo rodando los ojos.
-Sí-Bianca alzó la voz de felicidad.
Hablando y eligiendo la ropa que ya se habían puesto, eran ya las 8 pm, la fiesta estaba apunto de comenzar.
Bianca había optado por coger prestado un vestido azul ancho, largo y veraniego, de su mejor amiga.
Amber se decantó por un vestido rosa claro y blanco del mismo estilo de su amiga.
Este vestido ya estaba cogiendo polvo en su armario, ni si quiera lo había estrenado, así que pensó que estrenarlo para una fiesta era una buena excusa para ponérselo.
Las dos bajaron felices las escaleras con comentarios despectivos de su padrastro;
"Dais asco así".
"Sois niñas todavía como para ir así".
"Ni que tuvierais dieciséis años".
Aún que así era, ambas tenían ya dieciséis años.
Ellas ya estaban acostumbradas a esos comentarios, sobre todo Amber, que convivía con el. Pero así como hacían habitualmente, lo ignoraban.
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Mi error favorito
RomantizmUn chico consigue meterse en los planes de Amber, haciendo que su vida se vuelva mágica tan rápidamente, como de rápido puede hacerla empeorar. Un verano aparentemente normal marcará la vida de Amber, haciéndola cambiar por completo. Arrastra proble...