Vida Codiciosa

PRÓLOGO

Enamorarse de un demonio es una experiencia turbulenta y compleja.
El amor, por naturaleza, tiende a buscar la luz, la pureza y el bien; Sin embargo, en ocasiones nos encontramos con seres que desafían todas las normas establecidas, que poseen una oscuridad fascinante y una atracción irresistible, manipulador y seductor.

Existe una atracción magnética en su presencia, como una fuerza magnética que nos hace anhelar su cercanía y desear conocer esos rincones oscuros de su ser.

Nos enamoramos de la persona detrás de la apariencia sombría, y luchamos por descubrir su alma más allá del estigma que les rodea. En lo profundo de nuestro ser, existen heridas invisibles que no se manifiestan en la piel, sino que abren los ojos de nuestra alma. Estas heridas, aunque imperceptibles a primera vista, dejan una profunda marca en nuestra percepción y en nuestra manera de ver el mundo.

Son como mariposas negras que, con sus aleteos sutiles pero poderosos, rasgan la bruma de la ignorancia y revelan verdades ocultas. Ellas nos invitan a mirar más allá de las apariencias y explorar los rincones oscuros de nuestras emociones y pensamientos más profundos.

Estas heridas que abren los ojos no son dolor físico, pero punzan en lo más hondo de nuestro ser. Nos exponen a nuestras propias vulnerabilidades, mostrándonos que somos seres imperfectos, sujetos a la fragilidad y al sufrimiento. Pero también nos despiertan la compasión hacia nosotros mismos y hacia los demás, recordándonos que las cicatrices que llevamos son testimonio de nuestras batallas internas.

A veces, estas heridas nos permiten vislumbrar una luz en medio de la oscuridad, una comprensión más profunda de la naturaleza humana y de nuestro propósito en este universo. Nos enseñan que el crecimiento personal y la sabiduría no siempre vienen de experiencias agradables, sino de las heridas que nos despiertan y nos abren los ojos a una realidad más amplia.

Así que, aunque es tentador evitar el dolor y las heridas, no debemos olvidar que son ellas las que nos permiten expandirnos, evolucionar y descubrir nuestra verdadera fuerza interior. Porque al final, son esas heridas en el alma las que nos incitan a ver con nuevos ojos, a sentir con mayor intensidad y a abrazar nuestra humanidad en toda su complejidad.

Por eso la codicia y otros sentimientos, son los que nos llevan a vivir momentos en los que nos arrepentimos de habernos equivocado.

MUCHÍSIMAS GRACIAS POR SU COMPAÑÍA, SE QUE ESTA HISTORIA LES HARÁ ODIARME, PERO HASTA QUE CONOZCAN MIS HISTORIAS, ES UNA MONTAÑA RUSA DE EMOCIONES,  PUEDEN DEJAR UNA ESTRELLA 🌟 UN COMENTARIO PARA APOYAR A LA OBRA, CON CARIÑO MARIA ROSALVA