llamarada

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Al siguiente día, Diana entró a la cocina con la camisa de Gabriel, ella penso que él se había ido a trabajar, pero no fue así, allí estaba él terminando de hacer el desayuno, se dio vuelta y se encontró con la mujer que alegraba su vida.

-Preciosa, buen día.

Él se acercó con una taza de café, la dejó sobre la isla de la cocina, abrazó a Diana por la cintura y la besó, la levantó sobre la Isla Gabriel amaba poseerla sus besos llegaron hasta la cavidad de su cuello.

-Buenos días, pensé que te habías ido sin despedirte...

Ambos estaban agitados, no era para menos, ellos eran insaciables, Diana tenía sus brazos rodeando el cuello de Gabriel con sus brazos, ella lo volvió a besar.

-No lo haría, porque te necesito para tener fuerzas.

Respondió descaradamente, sus manos viajaron hasta la entre las piernas de ella, sonrió, ella giró un poco y tomó la taza de café y lo bebió, él aprovechó el momento para besar el cuello de ella.

Pero su momento fue interrumpido por Anto los miró entrecerrando sus ojos y comenzó con sus frases.

-Dios mío qué pecado.

Gabriel negó con la cabeza rápidamente y sonrió -Buenos días Anto, podías esperar a que me comiera el postre.

Diana sonrió mordiendo su labio inferior- Santos cielos, Gabriel no digas eso.

Anto sonrió caminó hasta la cafetera y se sirvió café, los miro con una sonrisa pícara -pues verás, yo creo que anoche pasó un huracán, ja,ja, es que no sabes como sufrí, voy ir a otra habitación, gracias a ustedes y su noche apasionada casi se me salen los ojos y me quedo sorda.

Diana se ruborizó, mordió ligeramente sus -¡Anto! Vete con Ulises...

-Mira, cada día comprendo más esto de ser libre. Mm, disfruten de su desayuno porque me voy.

-¿A dónde irás? No olvides que hoy tenemos la junta con los patrocinadores...

-Lo sé, mi querida Diana, no olvides que somos tus compañeros de trabajo.

Diana asintió -¡Cuídate mucho te amodoro!

-Yo más mi amorcis... am,se me olvidaba que Marcos está aquí.

-¿Mm,que hace él por aquí?

Gabriel se puso celoso, Diana se acercó a él, lo abrazó suavemente y lo miró a los ojos -¿celoso cielo?

Él se sentó y ella se sentó sobre las piernas de él -¡No!

Respondió Gabriel con un tono frío.

-Mm, lo siento pero no puedes estar celoso.

Ella se levantó y volvió a sentarse sobre él, pero esta vez ahorcajada,-¿Sabes que deseó?

Ella preguntó.

-¿Qué?

Ella no se sorprendió de la frialdad con la que él le contestó. -Hacerlo justo aquí.

Gabriel sonrió uniendo sus labios con delicadeza, la besó y se separó de ella - No me provoques.

Ella sonrió asintiendo, se levantó de sus piernas y se apoyó en la isla-Claro, entiendo que no desees...

Gabriel se levantó y la besó está vez, sus besos eran con intensidad, su mano derecha acarició su entre piernas, corrió la braga de ella, "Aaaah" un jadeo escapó de sus labios, esto le fascinó a él, la levantó sobre la isla de la cocina, ella se tiró hacía atrás,cerró sus ojos

-Amor lo siento mucho, soy celoso y no soporto la idea de que otro hombre esté cerca de ti.

Los dedos de Gabriel estaban haciendo un maravilloso ritual, los círculos eran exquisitos, él la atrajo juntando sus cuerpos, los besos y caricias hacían que el ambiente se calentara.

-Te amo... AAAH.

El gruñido de Gabriel al sentir como su miembro entró a la perfección.

-Aaaah ... Mmm soy adicta a ti...

Ella le susurró y este sonrió, sus estocadas eran lentas y precisas. -Oh Dios... Mmm Santos.

-Desearía no tener que irme... Aaaa ... Mm vamos... Aaah, mmm siii.

Ambos estaban agitados y sus cuerpos eran un complemento perfecto, ellos se unían y eran únicos, ardían como si estuviera una llamarada.

-Gracias.

Dijo Gabriel pasando su lengua, sobre los pezones de ella,los succiono, Diana sonrió mordiendo sus labios. - ¿Por qué? Yo también lo disfruto

En la habitación Anto despertó a Ulises.

-Hola hermosa.

Él la abrazó y dejó un beso tierno sobre sus labios.

-Ulises déjame verte, estás muy pálido.

-Mm, te preocupas demasiado.

Él se quedó unos minutos abrazándola.

-Ulises dime baby ¿Qué pasa?

Él sonrió acarició la mejilla de Anto -Bueno es que yo deseo amarte cada segundo.

-¿Te gusta?

Ulises rompió el silencio, ella asintió sonriendo siguió caminando hasta el pasillo, ella fue dejando cada prenda de camino y este la siguió, al ver la lencería que ella traía puesta, tragó saliva, ella se dio vuelta y caminaba hacia atrás y hacia seña con el índice para que él la siguiera.

- ¿Así me quieres?

Él negó con la cabeza, la hizo sentar sobre la cama y se puso de rodillas frente a ella - Así, él separó las piernas de ella y sonrió levemente, se acercó a esa parte y pasó su lengua suavemente, ella cerró los ojos y Ulises se separó y sonrió, pasando sus dedos en la comisura de sus labios.

-Un nuevo comienzo, deseo que seas mi esposa, ven a vivir conmigo ya tengo nuestra casa.

Anto limpiaba sus lágrimas y sonrió asintiendo -Yo deseo con mi alma ser tu esposa.

Unieron sus labios, sacó un anillo de su chaqueta. Él sonrió - Anto quiero ser él primero y el último, estos días me puse a pensar ¿sabes que? Hermosa yo no quiero estar sin ti, ni un segundo.

Anto estaba entre lágrimas y alegría -Yo sería la mujer más feliz del mundo, si me caso contigo podré pensar en unos tres hijos.

-Gracias, es la mejor noticia que oí estos días, te haré el amor muchas veces, pero creo que uno es suficiente.

Él la besó con intensidad y se separó sonriendo, le colocó el anillo y ella sonrió.

-Todas las veces que quieras, también deseo sentirte, como hace un momento.

Mis queridos lectores espero estén disfrutando🌟🌟🌟🌟 desde ya agradezco su tiempo y les pido no olviden dejar estrellas y comentarios 🙏♥️

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