Capítulo 15.

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Me encuentro en la oficina de mi padre siendo reprendida por el rey debido a mi comportamiento de anoche para con los Stark. Me mantengo firme sin bajarle la mirada mientras camina de un lado a otro con las manos en la cintura. 

—¿Cómo pudiste hablar en ese tono con Robert?

Me mantengo en silencio.

—¿No vas a responder?—se posa frente a mi. 

—Padre no fue mi intención pero me es imposible mantener la compostura frente a ellos—digo con calma—. Además, tu confianza te hace ver débil ante cualquier rey, incluso frente a Magnus que sabes es el mayor enemigo de nuestra casa. 

—Y tu imprudencia me trae problemas.—me señala—Anoche tuve que cambiar de tema para que no te vieran como una dama irrespetuosa. 

—Una vez dijiste que mi desconfianza te serviría de ayuda y aún no me has explicado un porqué.—me levanto. 

—Lo sabrás en su momento, Alice.

—Siempre es lo mismo, padre—reclamo—. Dices esas mismas palabras todo el tiempo y llevo esperando el momento pero cada vez siento que se aleja más y más. 

—Entonces significa que no ha llegado.—se dirige al escritorio. 

—¿Por qué ocultas tantas cosas...?

—¡¿Qué te ocurre, Alice?!—cuestiona, irritado—Lo único que escucho de ti, son tus alegatos y deja de llevarte por la necesidad de querer saberlo todo porque así como te pienso nombrar heredera en diez días puedo quitarte ese derecho y dárselo a tu hermana cuando tenga la mayoría de edad. 

Retrocedo afectada por sus palabras. 

—No puedes hacer eso, ya lo decretaste.—me altero. 

—Claro que puedo, soy tu padre y el rey de esta nación a la que pretendes gobernar cuando fallezca. 

Niego una y otra vez. 

Reitero lo mucho que sus deberes de rey lo están consumiendo al punto de querer alzar la voz cada que se siente hastiado. 

—Lo prometiste, papá.—me tiembla la barbilla y detesto ser tan sensible. 

—Vete al pueblo—baja la voz e intenta acercarse pero vuelvo a retroceder—, tu amiga Magda llegó de su viaje al extranjero y envío una carta solicitando tu presencia esta tarde en su hogar. 

La felicidad por la noticia opaca un poco la decepción hacia él, esperé mucho por su regreso y la he extrañado tanto hasta el punto de enviarle cartas a las cuales no recibía respuesta de su parte. 

—Está bien.—es lo último que digo antes de salir de la oficina. 

Termino de bajar los últimos escalones y la sonrisa que forman mis labios hace que mis mejillas duelan un poco, tomo la mano de Theo cuando se cruza en mi camino llevándolo conmigo hacia el carruaje. Me acostumbré a su compañía y protección, mi caballero protector me mira con extrañez ante mi inquieta actitud pero frente a él no oculto la emoción que siento por el regreso de una de mis mejores amigas. 

—¿A qué se debe su comportamiento, princesa?—indaga, curioso y a la vez extrañado por la sonrisa de oreja a oreja que debe ver en mi rostro. 

—Mi mejor amiga está de vuelta después de un mes entero.—respondo, feliz por la noticia. 

—Me alegro mucho por usted, no la había visto tan emocionada desde que anunció su nombramiento.—comenta. 

—Bueno, nunca es tarde para ser feliz incluso en medio de una tormenta.

La Princesa Del Sur #1© [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora